Balance y expectativas: ¿Igualdad de Género en Chile?

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A pocos meses que concluya el mandato de Sebastián Piñera, es oportuno realizar un balance de cuál ha sido la agenda de género del Gobierno, en qué hemos estado las mujeres y cuánto se ha legislado respecto de nuestros derechos. Momento que nos permite ser expectantes frente al próximo mandato de la electa Presidenta, Michelle Bachelet.

En el mes de julio, miles de mujeres y hombres participaron en la primera marcha nacional por la despenalización del aborto en Chile. #Yoabortoel25julio fue la consigna que acuñaron las organizaciones feministas convocando a un acto en la ciudad de Santiago, el replicado en distintos puntos del país y que no dejó indiferente a la sociedad. Más allá del debate que se instaló, la marcha puso en evidencia la necesidad de debatir sobre uno de los grandes pendientes de nuestra democracia.

Basta recordar el triste caso de Belén, la menor de 11 años abusada por su padrastro y embarazada producto de la reiterada violación. Aquí, nuevamente se instaló un debate mediático y fue el propio Presidente quien, incluso, señaló que «admiraba la madurez» de la niña. En esta ocasión, tampoco hubo una ciudadanía indiferente.

En el año 2012, el Senado chileno votó en contra de la idea de legislar respecto de la despenalización del aborto en casos específicos: malformación congénita, cuando el embarazo amenaza la vida de la madre y cuando es fruto de una violación. Más allá de reconocer la importancia de que se haya generado la discusión en nuestro Parlamento, comprendemos que la autonomía de las mujeres es un factor fundamental para garantizar el ejercicio de sus derechos humanos en un contexto de plena igualdad.

Por otra parte, este Gobierno ha dado muestras poco efectivas respecto del tratamiento de la violencia contra las mujeres. Las campañas no han logrado el impacto que se requiere y los femicidios convierten a las mujeres en una cifra más. El Estado sigue en deuda con la garantía del derecho a una vida sin violencia.

En el marco de las elecciones municipales, parlamentarias y presidencial, organizaciones de mujeres y feministas impulsaron dos importantes campañas: Más Mujeres al Poder y Falta la otra Mitad, que buscaron una representación equilibrada de hombres y mujeres en cargos de representación popular. Sin embargo, pese a los esfuerzos desplegados, las mujeres siguen estando subrepresentadas en el Congreso Nacional.

Hoy, la atención está puesta en el programa de la presidenta electa Michelle Bachelet. ¿Cuánto lograremos avanzar en igualdad? ¿Cumplirá sus compromisos de campaña?

Al concluir el 2013 y dar inicio a un nuevo período, que expresa una oportunidad de fortalecer nuestra democracia, el Observatorio de Género y Equidad conversó con distintas actoras para hacer una balance de lo que ha sido el gobierno del Presidente Piñera y conocer cuáles son las expectativas que genera el gobierno de la Nueva Mayoría.

Pamela Díaz-Romero, Directora Ejecutiva de Fundación Equitas: «Mi evaluación es de un severo retroceso en la autonomía de las mujeres». Leer más

Bárbara Figueroa, Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores: «Un retroceso en las distintas aspiraciones que las mujeres tenemos en pos de espacios de más igualdad»Leer más

Melissa Sepúlveda, Presidenta Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile: «Ni en los gobiernos de la Concertación, ni en el Gobierno de Piñera ha existido una política real de avance en la equidad». Leer más

Naschla Aburman, Presidenta Federación de Estudiantes de la Universidad Católica: «Durante los cuatro años de su gestión se volvió a poner a las mujeres dentro del marco tradicional». Leer más

Benedicta Aravena, Encargada de Proyectos Sociales Centro Social Quidell: «La organización se vio desfavorecida en el activismo que llevaba durante algunos años». Leer más

Soledad Acevedo Arenas y Adriana Gómez Muñoz, Articulación feminista Por la Libertad de Decidir: «Denunciamos la ineficacia de las políticas públicas, programas y campañas levantadas por el SERNAM». Leer más

Miriam Espinoza, Encargada de comercialización y proyectos de la Asociación Indigena Relmu Witral: «Como mujeres y como mujeres mapuches se volvió a sentir represión de parte del Estado de Chile». Leer más

 

Por Observatorio de Género y Equidad

 

 

Pamela-Diaz-RomeroPamela Díaz-Romero, Directora Ejecutiva de Fundación Equitas

¿Cómo evalúa los 4 años de gobierno del Presidente Sebastián Piñera en términos de avance o retroceso para la autonomía de las mujeres?

Mi evaluación es de un severo retroceso en la autonomía de las mujeres, retroceso que tiene una dimensión simbólica, que tiene que ver con la desvalorización de la equidad de género como valor social relevante en torno al cual organizar la acción pública, incorporando la perspectiva de género al Estado, que era un avance que se había ido construyendo y que se consolidó con Bachelet, y también una dimensión práctica, porque al perderse la perspectiva de género como un valor relevante, las acciones que se implementan desde el Estado pasan a ser acciones orientadas a algunos ámbitos, por ejemplo, del trabajo de las mujeres, sin considerarlo como un eslabón en la autonomía económica. De hecho, termina sobrecargándolas con actividades que se suman a una cierta definición de roles y tareas pre-asignadas que no se modifican. Ello se traduce en un mayor desgaste, menores posibilidades reales de una mejor inserción en el mercado de trabajo y en un aumento de las enfermedades de salud mental de las mujeres en estos 4 años, cuya relación con el tipo de política pública desarrollada hacia ellas no se ha explorado. El cambio de enfoque tiene implicancias en las condiciones de vida de las mujeres.

En cuanto al modelo de mujer, este gobierno retoma el ideal mariano, tan propio de la dictadura y que había costado desmontar, recuperando para las mujeres el rol principal de madre, madre-trabajadora, sobre todo en los sectores pobres, pero no trabajadoras en cuanto proyecto autónomo, sino como segundo ingreso que asegura la reproducción material del hogar. A nivel de las políticas sociales se traduce en lo que la CEPAL ha llamado «maternalismo social», toma a las mujeres como un instrumento no remunerado de las políticas públicas en su condición de madre y las utiliza para hacer llegar las políticas del Estado a las familias. Es un ahorro importante para las políticas públicas y un costo gigante para las mujeres, se basa en el uso del tiempo y los roles de género, limita aún más las posibilidades de mejor incorporación al mercado de trabajo, y también porque reproducen determinado «ser en el mundo», relacional, con este imaginario de «lo femenino» como modelo único de ser mujer-madre limitando las posibilidades de desarrollo y las opciones que tienen para definir sus propios proyectos.

Con este modelo familista y el imaginario que tiene el gobierno de las mujeres, se ha vuelto a re-privatizar aquellos problemas que habían sido construidos como públicos en los gobiernos concertacionistas, como es la violencia. En el ideario de familia, de una unidad idealizada, colaboradora, armónica, núcleo de todos los bienes sociales, pensar que las relaciones pueden ser de violencia, subordinación o de poder, es totalmente disruptivo y por lo tanto, la patologiza. No se sitúa como propio de las relaciones de poder, sino que es lo propio de relaciones enfermas de sujetos que tienen un problema. Es un problema de individuos y no del sistema social y puede ser atendido atendiendo a los sujetos. Además de privatizar la violencia como fenómeno social, traslada la responsabilidad de la solución a las mujeres que son las sanas. Los hombres tienen un problema –por eso son «maricones», etc.- un problema que pueden solucionar en la medida que las mujeres los ayuden. Ellas son las responsables de resolver este problema, que es privado –de enfermedad- que por lo tanto tiene que ser atendido caso a caso.

En materia de participación política de las mujeres en este gobierno se reproduce la lógica que vemos en el mercado de trabajo. Para las mujeres pobres el empleo es un recurso para la superación de la pobreza y todo está puesto en incentivos económicos para fomentarlo. Para las no pobres es el mérito, la meritocracia la que opera. Son ellas las responsables de entrar en los espacios del mercado en función de sus propias condiciones y sus atributos. Esta lógica meritocrática se reproduce en la participación política: son las mujeres, en función de sus talentos individuales y sus méritos personales las que pueden romper las barreras estructurales e imponerse al interior del sistema. Se produce así un círculo vicioso, donde son las mujeres las que tienen que romper barreras que son estructurales, pero como son estructurales, no pueden romperlas y por lo tanto, no entran.

Es muy sintomático lo que planteó el gobierno el 7 de marzo pasado, cuando presentó el proyecto de ley para la participación política de las mujeres. En síntesis, lo que plantea -y que refrendó la Ministra Schmidt- es que «con este proyecto se abren las puertas». Es decir, es responsabilidad de las mujeres dar el paso y entrar, porque las puertas están abiertas.

Todo lo que tiene que ver con barreras estructurales de la discriminación, en todos los ámbitos, se desdibuja y lo que cuenta son las causas en tanto causas individuales. Así se aborda los temas de género en el SERNAM.

Los derechos sexuales y reproductivos son el ámbito tabú en este gobierno, porque se trata del ámbito donde más podrían transformarse las relaciones de género, y con ello el modelo ideal de familia que tiene como recurso en su discurso político. Devolver la autonomía a las mujeres, desde el punto de vista de sus derechos sexuales y la voluntariedad de la maternidad, que no es un tema que se pueda discutir con la autoridad, constituye un nudo estratégico muy sentido, porque rompería la relación de asimetría que se produce en el ámbito de la familia, núcleo estructurante del discurso del gobierno, y terminaría con el recurso que son las mujeres para la política pública, que lo son en tanto madres que están a disposición de las relaciones de cuidado. Terminaría con el rol de las pobres en el mercado de trabajo como segundo ingreso en tanto miembro subordinados de una familia. Devolverles la autonomía sobre su proyecto de vida a partir de la voluntariedad de la maternidad está totalmente fuera del imaginario gubernamental. La discusión sobre derechos sexuales es probablemente la más subversiva en el plano simbólico, porque separar reproducción y sexualidad es devolver a las mujeres su condición de sujetos autónomos en condición de paridad con los hombres. Está totalmente fuera del discurso valórico de este gobierno.

¿Cuáles son sus expectativas con el gobierno de Michelle Bachelet en esta esfera?

Son altas, aun cuando anticipo que probablemente los avances concretos no serán tantos, porque es un gobierno de 4 años y porque no basta con que tengamos una Presidenta que se declara abiertamente feminista para que el Estado renuncie a su lógica patriarcal. Vemos lo que pasa a nivel de los partidos políticos que la acompañan y lo que pasa con el propio programa de gobierno, vemos que hay voluntad de restablecer el valor simbólico de la equidad y volver a otorgarle a la perspectiva de género a la hora de pensar el Estado y las políticas, sin embargo, me parece que las transformaciones más estructurales que son necesarias para recuperar la senda de la equidad, son más difíciles de conseguir, particularmente en dos planos que fueron débiles en la administración anterior, los derechos sexuales y la participación política. Son los ámbitos de derechos más postergados por la propia Concertación, los que primero se negociaron al recuperar la democracia. La paridad quedó fuera del programa de gobierno de Aylwin y el tema del aborto permanece constantemente ausente. Tengo expectativas que en este se avance más, aunque insisto, no se discute la voluntariedad de la maternidad, sino simplemente causales específicas en función de determinadas patologías que afecten al feto o la madre. La violación, a nivel simbólico es lo más fuerte, aunque en algunos ámbitos se sigue viendo el daño psicológico que pueda producir y por tanto también es el control de una patología. Pero creo que es el proyecto más progresista de la Agenda de género de Bachelet.

A su juicio ¿Cuáles son los temas prioritarios que debiera tener el gobierno de Michelle Bachelet para avanzar en igualdad y autonomía de las mujeres?

Además de los derechos sexuales, que son centrales desde el punto de vista de devolver a las mujeres la potestad sobre sus proyectos de vida, el tema de la participación política es central. Por eso estuvo en la agenda de las mujeres desde los años 80.

En la medida en que no hay representación de las mujeres en los niveles de toma de decisiones es muy difícil que sus agendas estén representadas en los debates de política pública, del rol de la política en general, y de las transformacio es más estructurales de las que nos tenemos que hacer cargo. La agenda ciudadana está pidiendo la transformación del rol del Estado, de la función de la educación, y si miramos las estructuras desde las cuales se tienen que realizar, son altamente patriarcales, jerarquizadas en su dinámica, y las mujeres tienen ahí un lugar muy subordinado.

El Estado tiene una función fundamental, tanto de modelar conductas sociales como de fijar normas que permitan que el resto de la sociedad se alinee con lo que propone.

El gobierno paritario que implementó Bachelet, más allá de la discusión que se dio, fue un avance sustantivo desde el punto de vista de la incorporación la diversidad -de la que las mujeres somos portadoras- en las agendas gubernamentales. Implicó que el candidato Frei pusiera en su programa la paridad, como objetivo de su gobierno. Se legitima así una forma de hacer política donde la mujer tiene una función central. Por lo tanto, lo que haga el Estado no es neutro, puede dar una señal muy relevante de lo que aportan las mujeres. Si Bachelet no hace un gobierno paritario, no se esfuerza en esa dirección, es muy poco probable que la paridad sea un tema del debate político a nivel de partidos. Es decir, sí tiene una función muy importante.

Para ello el programa incluye una reforma constitucional -uno de los ejes propuestos- que tiene un componente de género muy sustantivo. Si se logra concretar implicaría transformaciones maravillosas para toda la sociedad, no solamente para las mujeres. El punto es hasta qué nivel, en los términos en que está contenida en el programa, esa reforma va a poder implementarse.

 

 

barbara-figueroaBárbara Figueroa, Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores. CUT

Desde su rol como Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT ¿cómo evalúa los 4 años de Gobierno del Presidente Sebastián Piñera en términos de avance o retroceso para la autonomía de las mujeres?

Los cuatro años de gobierno de Sebastián Piñera sin duda han significado un retroceso en las distintas aspiraciones que las mujeres tenemos en pos de espacios de más igualdad.

Uno de los temas más alardeados por el Gobierno es el aumento sostenido del empleo femenino, pero tras esa aseveración se esconde que más de la mitad de este empleo corresponde a trabajo precario, en su mayoría por cuenta propia, sin las condiciones que exigimos debiera tener un trabajo decente, estabilidad, previsión, contrato, etc.

Se anunció profusamente una serie de iniciativas legales que contribuirían a la generación de igualdad de oportunidades para las mujeres en el trabajo, como el proyecto de ley de salas cuna. Sin embargo, este proyecto fue enviado de manera inconsulta con la CUT y otras organizaciones sociales, en forma tardía y sin hacerse cargo de un debate país sobre el derecho al cuidado infantil para madres y padres trabajadores.

Durante el mandato de Michelle Bachelet se promulgó la ley de equidad salarial, colocando a Chile en una posición destacada respecto del avance en eliminar esta desigualdad, sin embargo, el gobierno de Sebastián Piñera prácticamente invisibilizó esta iniciativa y las acciones que desde el gobierno debieron haber sido impulsadas para dar a conocer la ley y crear los instrumentos que permitieran ponerla en práctica, nunca se hicieron. De hecho, una evaluación de esta ley realizada por el Congreso dio cuenta que se convirtió en una ley desconocida e ineficiente.

¿Cuáles son sus expectativas con el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet en esta esfera?

Básicamente que se cumpla el programa. En general el programa de la Nueva Mayoría se plantea cambios profundos que modificaran en muchos casos las reglas del juego. En el plano del género, creemos muy importante el compromiso asumido con las trabajadoras de Casa Particular, de ratificar el Convenio 189 de la OIT, que reconoce derechos laborales y de organización de estas trabajadoras.

Creemos que es importante que se fomente culturalmente los derechos de las mujeres y la igualdad de género, no sólo desde la asistencia sino desde la educación y la construcción de un nuevo paradigma que deje de discriminar a las mujeres.

Es un desafío el mover los límites de lo que hasta ahora este modelo neoliberal nos ha dicho que es lo posible y creemos que hay voluntad de ir moviendo los límites de la cancha, para ampliar el terreno en el que podemos trabajar.

Ahí está además el rol de los movimientos sociales y de la CUT en particular, que será ir empujando desde nuestra vereda el que los cambios se realicen y que estas fronteras imaginarias se expandan para que avancemos, por ejemplo, en un nuevo paradigma de las relaciones de género a nivel laboral y social.

A su juicio ¿Cuáles son los temas prioritarios que debiera tener el Gobierno de Michelle Bachelet para avanzar en igualdad y autonomía de las mujeres?

Existe en Chile ausencia de políticas sociales con perspectivas de género, que den cuenta de hogares monoparentales, corresponsabilidad familiar y cuidado infantil.
Finalmente, el discurso de igualdad de género debe estar incluido en todas las políticas sociales y de desarrollo nacional, esta mirada debe estar en la construcción de las políticas de educación, salud, vivienda, etc.

Una prioridad que compartimos es la necesaria reforma al sistema de sala cuna, que sea un derecho de todos los niños y niñas sin importar el tamaño de la empresa y un derecho de trabajadores y trabajadoras, terminando con la visión de que es la mujer la única responsable de los hijos, sino que avanzando a la corresponsabilidad en la crianza.

Además se debe recuperar lo retrocedido en estos 4 años de gobierno de la derecha, y promover una nueva Ley de Igualdad de Remuneraciones, que termine con la inequidad en materia de salarios y de empleo que actualmente hace que el 60% de los trabajadores pobres sean mujeres.

 

 

 

Melissa-SepulvedaMelissa Sepúlveda, Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECH.

Desde el movimiento estudiantil ¿cómo evalúa los 4 años de gobierno de Sebastián Piñera en términos de avance o retroceso para la autonomía de las mujeres?

Por parte del movimiento estudiantil no existe una evaluación propiamente tal respecto a la reivindicación de los temas de género y/o derechos de la mujer, porque aun cuando algunos/as estudiantes secundarios han posicionado la demanda de la educación no sexista, todavía ha estado lejos de ser parte de los petitorios de la Confederación de Estudiantes de Chile, CONFECH, o de alguna consigna que se posicione mediáticamente. En ese sentido, es poco lo que podemos decir como estudiantes.

Sin embargo, como mujer y feminista es importante señalar que ni en los gobiernos de la Concertación, ni en el Gobierno de Piñera ha existido una política real de avance en la equidad, y finalmente todo termina siendo construido bajo una lógica economicista, donde las mujeres se tienen que incorporar al trabajo, y la política ha sido entregar bonos, acceso a salas cunas, y se garantiza que puedan ser parte del proceso productivo, en ningún caso viendo la visón integral de los problemas que tienen las mujeres.

Tampoco se avanzó en temas históricos de reivindicación feminista, como es el derecho al aborto, donde Chile es uno de los pocos países del mundo donde se prohíbe en todos los casos. Constatamos una falta de voluntad y un conservadurismo que está más asociado a la derecha, pero que también se mantuvo durante los gobiernos de la Concertación, donde no hubo avance ni para las mujeres, ni para la diversidad sexual.

¿Cuáles son sus expectativas con el gobierno de Michelle Bachelet en esta esfera?

Hay varias propuestas que están dentro de su programa de gobierno, pero que continúan con una lógica economicista de garantizar la incorporación plena de la mujer al campo laboral. Al querer crear el Ministerio de la Mujer, se deja fuera todo el problema de la población LGTBI y la mirada es sólo hacia los derechos de las mujeres, conservando lo heteronormativo.

Lo que genera su llegada al Gobierno es la necesidad de abrir el debate sobre temas que están ausentes. La necesidad de la autonomía de las mujeres, discutir con todas y todos la necesidad de legislar sobre el aborto en Chile. Por cierto, que en materia educacional estaremos expectantes.

A tú juicio ¿Cuáles son los temas prioritarios que debiera tener el gobierno de Michelle Bachelet para avanzar en igualdad y autonomía de las mujeres?

Primero, me tengo que referir a lo que nos convoca como estudiantes para el 2014. Hay temas que ya están en la palestra que ha puesto el movimiento estudiantil y el movimiento social, en general. Ninguna de las candidaturas presidenciales pudo omitir la necesidad de una educación gratuita, pública y de calidad, consigna que, por cierto, instaló el movimiento estudiantil, pero queremos que se discuta bajo nuestros propios términos y no de programas, donde hemos sido enfáticos en señalar que ninguna candidatura ha representado verdaderamente la necesidad de transformar el sistema educativo.

En relación a la igualdad y autonomía de las mujeres, hay varias cosas que son importantes y en las cuales se debe avanzar en lo inmediato. Son demandas históricas y que incluso concitan el apoyo de la ciudadanía. Es una sorpresa ver como la población, en general, apoya el aborto terapéutico, incluso en un gran porcentaje el aborto en todos los casos. Es necesario que este sea un tema a discutir, no se puede seguir escondiendo bajo el argumento que la sociedad no está preparada para legislar al respecto. Tampoco estamos porque se transforme en un debate cerrado, entre cuatro paredes y que quede remitido al Parlamento, estamos por un debate abierto, amplio, que involucre a todas las organizaciones y a la población en general.

Respecto a la participación política de las mujeres, está el tema de la ley de cuotas y la necesidad de paridad. Que sea un avance o no, va a depender de las nuevas figuras que llegan al Congreso Nacional, es decir, una de sus tareas será posicionar la demanda de la igualdad en términos de representación política. En ellas hay un tarea importante, porque se debe poner en la palestra la necesidad de condiciones laborales dignas para las mujeres, igualdad salarial, eliminación de la discriminación en el sistema de salud, de lo contrario sólo será un hito simbólico que no tiene mayor repercusión.

 

 

Nachla-AburmanNaschla Aburman, Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica. FEUC

Desde su rol como dirigenta universitaria¿cómo evalúa los 4 años de Gobierno del Pdte Piñera en términos de avance o retroceso para la autonomía de las mujeres?

Creo en general hubo más retrocesos que avances durante el Gobierno de Sebastian Piñera. Lo que es interesante de analizar, ya que mientras en la sociedad civil explotaban los liderazgos de mujeres, pienso en Camila Vallejo o Barbara Figueroa, durante los cuatro años de su gestión se volvió a poner a las mujeres dentro del marco tradicional.

Puedo identificar como grandes retrocesos el abordaje que el Sernam realizó en temáticas como la violencia contra las mujeres. Con campañas mediáticas que a mi parecer buscaban más tapar la ignorancia que se tenía de un abordaje serio e informado, como «Maricón es el que le pega a la mujer» o «Me empelota la violencia». Todas acciones que no buscan una transformación real y estructural que vaya en pos del termino de la violencia doméstica.

Si me pides identificar un avance, puedo nombrar el «Permiso Parental» que tiene por cierto sus claros oscuros pues sabemos que el contenido de la ley que terminó aprobándose dista mucho de la propuesta inicial del Gobierno y que diversos estudios han mostrado que sólo la ley no basta, que es ineficiente si no es acompañada de políticas de promoción de ésta.

En resumen, creo que el gran error de la gestión del Presidente Piñera, en este ámbito, fue gobernar sin escuchar a quienes tenían la expertice y conocimiento en políticas públicas para la equidad de género, borrando de un plumazo el trabajo que se venía realizando desde los otros gobiernos. Puedo poner como ejemplo a una Ministra de educación, ex Directora del Sernam, que además de dar conferencias de prensa denunciando la brecha de género en los resultados de la PSU, no presenta ninguna propuesta real que vaya a aportar en el acortamiento de ésta. Actitud, que por cierto, no es sólo aplicable a las temáticas de género y equidad entre hombres y mujeres, sino también a otras áreas como educación.

¿Cuáles son sus expectativas con el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet en esta esfera?

Mis expectativas son variadas, espero que el tránsito por ONU Mujeres haya dejado una marca que se note en su gestión gubernamental. Espero que quienes acompañen la gestión, ejecutivo y parlamento, tengan la voluntad política para que se produzcan avances en esta materia. Pero, sobre todo, mi expectativa es saber que realmente va a hacer, me refiero a que hasta ahora no hay claridad respecto de sus propuestas. Es cierto que existe un programa presidencial, pero no hay hasta ahora una claridad respecto de cuales serán las políticas públicas o propuestas legislativas. Mi expectativa es que hable, que entregue rápidamente las propuestas de como se concretará las grandes directrices que ofreció durante su campaña.

A su juicio ¿Cuáles son los temas prioritarios que debiera tener el Gobierno de Michelle Bachelet para avanzar en igualdad y autonomía de las mujeres?

Creo que en general los temas prioritarios deberían ser aquellos que hagan relación con cambios estructurales más que cosméticos.

a) Conformación de su gabinete: creo que no sólo basta que sea paritario, sino que exista una principal atención a las carteras que ocuparán las mujeres. Espero que Bachelet coloque a Ministras a cargo de Economía, Hacienda, Trabajo, no sólo en aquellos ministerios que hacen a lo social.

b) Medidas en el ámbito laboral: propuestas legislativas y políticas publicas, que permitan a hombres y mujeres incorporarse y transitar por su vida laboral en condiciones de equidad.

c) Otra forma de hacer política gubernamental: creo que es prioritario que la gestión de Bachelet tenga una apertura real al dialogo con las organizaciones de mujeres al crear la política publica, incorporando su visión y su expertis en la elaboración e implementación de éstas.

 

 

benedicta-aravenaBenedicta Aravena, Encargada de Proyectos Sociales Centro Social Quidell. Talca

¿Desde su organización ¿cómo evalúa los 4 años de Gobierno del Pdte. Piñera en términos de avance o retroceso para la autonomía de las mujeres?

Durante los cuatro años de gobierno, la organización se vio desfavorecida en el activismo que llevaba durante algunos años, esto, básicamente radica en la carencia de adjudicaciones de proyectos, que son los que sustentan las labores realizadas como agrupación sin fines de lucro.

A modo de evaluación gubernamental, creemos como agrupación, que hubo un déficit en potenciar las organizaciones sociales que se preocupan de problemáticas que afectan a las mujeres, provocando un retroceso en los avances obtenidos durante los años anteriores en temáticas de violencia hacía la mujer, puesto que el no poder financiar talleres o materiales de difusión, priva a muchas mujeres de ser informadas, a las integrantes de la asociación las desmotiva y desertan buscando otros activismos.

Retrocedimos en temas como los derechos sexuales y reproductivos, que no fueron prioridad alguna paea el Servicio Nacional de la Mujer, SERNAM. Las mujeres se vieron perjudicadas, por ejemplo, en las campañas preventivas en VIH/SIDA, perdiendo el foco central del tema y haciendo llamados a una toma de muestra. Desde nuestro punto de vista, eso le corresponde a redes asistenciales como los hospitales, el Ministerio debe prevenir a la población más vulnerable en nuestra región seria desde los 14 a 19 años con el uso sostenido del condón, ya que no solo nos previene de las enfermedades de transmisión sexual sino de los embarazos no deseados, embarazos en adolescentes

¿Cuáles son sus expectativas con el Gobierno de Michelle Bachelet en esta esfera?

Las expectativas con el nuevo gobierno, así como con toda nueva administración, son altas. En el sentido de potenciar las temáticas que afectan a las mujeres y así Erradicar el sistema patriarcal en el que vivimos dejando de ser la base de toda formación valorica.

Asimismo, esperamos que los recursos para con la organización aumente, con la finalidad de abarcar a más población femenina, sin limitarlas a las que hayan sufrido violencia, sino que se realice un trabajo preventivo y con población infantil, tanto con hombres como mujeres.

Sabemos que es difícil cambiar una mentalidad con la que hemos crecido siempre. Sin embargo, el nuevo gobierno debe ser capaz de realizar proyectos que rompan poco a poco estos esquemas, para esto se necesita más organizaciones, informar, prevenir y erradicar.

A su juicio ¿Cuáles son los temas prioritarios que debiera tener el Gobierno de Michelle Bachelet para avanzar en igualdad y autonomía de las mujeres?

Las principales temáticas en las que el nuevo gobierno debiera enfocarse, erradicar la violencia hacia las mujeres creando campañas aterrizadas y no fomentando la farándula o el terror.

Además aumentar y renovar las actividades dirigidas a las mujeres, en las que se trabaje el empoderamiento, el autoconocimiento y se potencien constantemente las habilidades, que no se relacionen con lo domestico en las mujeres. Incluyendo Sala cuna en las universidades y liceos

Reposición del aborto terapéutico como punto de partida, sabiendo que la despenalización es más difícil. Por otra parte, fiscalizar los estatutos laborales de las mujeres creando estrategias para que los empresarios las cumplan.

 

 

articulacion-feministaSoledad Acevedo Arenas y Adriana Gómez Muñoz, Articulación feminista Por la Libertad de Decidir

Desde su organización ¿cómo evalúa los 4 años de gobierno de Sebastián Piñera en términos de avance o retroceso para la autonomía de las mujeres?

Respecto de la violencia hacia las mujeres, esta ha recrudecido y luego de mostrar una baja en las tasas de denuncia el año 2010, los casos ingresados por VIF han aumentado, siendo las mujeres las mayores afectadas (+ 90%). Lo mismo ocurre con los femicidios, que van en aumento y cada vez presentan mayor ensañamiento y planificación por parte de los agresores.

Seguimos protestando por las restricciones de la actual ley que sólo sanciona la violencia hacia las mujeres en el plano íntimo y familiar, invisibilizando esta problemática socio-cultural, quedando un gran número de mujeres sin protección, dejando la sensación de impunidad y contribuyendo a la perpetuación de la violencia, al no ser considerada en su real magnitud. Junto a esto, denunciamos la ineficacia de las políticas públicas, programas y campañas levantadas por el SERNAM, y la inexistencia de instancias de trabajo conjunto entre la institución y organizaciones de mujeres y feministas para estos fines.

Denunciamos el año 2012, ante el comité de la CEDAW (Informe Sombra de la articulación feminista Por la Libertad de Decidir para la 53° reunión, octubre 2012, Ginebra), la violencia física y sexual ejercida por Carabineros de Chile hacia las estudiantes en el contexto de las movilizaciones, así también el trato vejatorio y violento hacia niñas, niños, adolescentes y mujeres mapuche en los territorios intervenidos por la fuerza policial.

La permanencia de estereotipos que denigran a las mujeres y las lesbianas.

Existe trabajo desde la sociedad civil para erradicar la trata de personas con fines de explotación sexual y la prostitución donde mayormente las afectadas son mujeres y niñas, donde la articulación por parte de las autoridades es casi nula, lo que impide una respuesta eficaz contra esta problemática.

Destacamos la falta de acceso a información y salud sexual y reproductiva que debe estar garantizada por el Estado, en especial sobre fecundidad, métodos anticonceptivos y preventivos, tal es el caso de la negación de acceso a la PAE a adolescentes en distintos consultorios de salud denunciadas el año 2011 y 2012 por organizaciones de la sociedad civil.

La negligencia y falta de compromiso de las autoridades para entregar educación sexual pluralista, informada y sin sesgos de género, lo que sin duda contribuiría a bajar la tasa de embarazos en adolescentes, especialmente en menores 14 años (la más alta tasa en el país).

El gobierno, parlamentarios/as junto a la clase política, violan los derechos humanos de las mujeres al negarse a legislar sobre una ley de aborto libre, seguro y gratuito. Negando situaciones cotidianas que viven las mujeres como las violaciones a niñas y adolescentes que terminan en embarazos; el trato denigrante y de tortura a las mujeres que acuden a un servicio de urgencia por un aborto, la delación por parte de profesionales médicos. Esto no hace más que evidenciar la desigualdad de clase entre mujeres: las que pueden pagar tienen acceso a abortar sin mayores problemas de ningún tipo.

En oposición al discurso triunfalista del gobierno, la incorporación de las mujeres al trabajo sigue siendo en las peores condiciones, con precariedad laboral, falta de contratos, menores salarios, etc. Desigualdad manifiesta también en las bajas pensiones al momento de jubilar, mucho menores aún que las de los hombres. Y en salud, la persistencia de la discriminación en las ISAPRES y sus planes de salud. Además, la presencia de una reforma de salud ciega al género, que favorece un proceso de privatización acelerada del sector, y que tiene impacto negativo en el estado de salud de las mujeres, en especial las más pobres y las jóvenes, en su acceso a servicios, y en el financiamiento de la atención.

¿Cuáles son sus expectativas con el gobierno de Michelle Bachelet en esta esfera?

En cuanto al gobierno de Bachelet, nuestra agenda considera estos mismos puntos de nuestro interés: Derechos Sexuales y Reproductivos (DDSSRR) reconocidos, tanto en legislación (ley marco de DDSSRR) como en transformaciones culturales, aborto legal, seguro y gratuito, fin a la discriminación y desigualdades de género en trabajo, salud, educación, previsión social, etc.

Pensamos que estas transformaciones tienen que reflejarse no sólo en el acceso de una mujer a la Presidencia, sino en la vida cotidiana de todas y todos, en su participación igualitaria en todos los ámbitos, en la visibilidad y valoración de su aporte, etc.

Como Articulación Feminista no cesaremos en nuestro rol de denunciar estos y otros aspectos que dan cuenta del no respeto a la libertad de decidir de las mujeres sobre nuestros cuerpos, la no protección de la vida de las mujeres diversas: lesbianas, migrantes, niñas, adolescentes y adultas mayores, pobres, indígenas y migrantes, estudiantes y trabajadoras.

A su juicio ¿Cuáles son los temas prioritarios que debiera tener el gobierno de Michelle Bachelet para avanzar en igualdad y autonomía de las mujeres?

  • Retirar el resquicio de comprobación de maltrato habitual de la Ley 20.066 (VIF), la necesidad de consideración legal de la violencia hacia la mujer como un delito y la ampliación del concepto de violencia en contra de las mujeres, obtener una ley Integral de Violencia Contra la Mujer.
  • La ratificación del Protocolo Facultativo Opcional de la CEDAW, que da carácter de obligatoriedad a sus recomendaciones finales.
  • Creación de mecanismos de consulta con la sociedad civil, y específicamente con las organizaciones de mujeres, para vigilar la acción del Gobierno y la toma de decisiones en materias de importancia para la condición de las mujeres; mecanismos de coordinación con el Parlamento para estas materias, así como también la de una bancada parlamentaria para la igualdad de género.
  • La revisión de la Ley de Antidiscriminación y su incompatibilidad con el artículo 1° de la Constitución chilena.
  • Modificación del alcance de la Ley No. 20.507 que no castiga la trata interna de personas, ante lo cual llamar a constituir una Mesa sobre Trata con participación de la sociedad civil y aportar con recursos para su implementación.
  • La impartición de programas de educación sexual no discriminatorios y estereotipados.
  • Terminar con la persistente negación de la entrega de la PAE en consultorios de atención primaria de salud, en especial a adolescentes
  • Ley de aborto y revisión sobre la prohibición total del aborto, aún en situaciones en que la vida de la madre esté en peligro o en casos de violación.
  • Respuesta oficial y castigo frente al abuso y violencia por parte de FF.EE. de Carabineros en contra de estudiantes y mapuches.
  • Implementar medidas temporales para las mujeres del Pueblo Mapuche ante las diversas discriminaciones vividas.
  • La revisión sobre temas pendientes desde 1995 sobre la propiedad en el matrimonio: bienes conyugales, consideración del trabajo doméstico-intangible por parte de las mujeres.
  • La urgente protección de los derechos económicos de las mujeres no casadas y de personas del mismo sexo que convivan.

 

 

 

miriam espinoza tiruaMiriam Espinoza, Encargada de comercialización y proyectos de la Asociación Indigena Relmu Witral

¿Cómo evalúa los 4 años de gobierno de Piñera en términos de avance o retroceso para la autonomía de las mujeres?

Como organización pensamos que no hubo un avance significativo en el proceso ya que como mujeres y como mujeres mapuches se volvió a sentir represión de parte del Estado de Chile, aunque dicen que la mujer no debe ser víctima de violencia, que el machismo mata, el gobierno sigue golpeando a las mujeres a través de la represión de las autoridades, los carabineros, en el conflicto mapuche y no ha tomado decisiones pertinentes a eso. Mientras el gobierno no se siente y establezca una mesa de diálogo para ver la problemática en sí del conflicto mapuche, nuestra organización también es afectada porque casi el 100% de las integrantes son de ascendencia mapuche. Afecta que las comunidades estén bloqueadas, afecta el turismo que se hace a nivel local, afecta que las mujeres viven con temor, que sus hijos estén luchando y ellas defendiendo atrás, los allanamientos que se producen en los diferentes sectores, afecta también la productividad de las mujeres, su paz social, sobre todo sus derechos civiles y ciudadanos.

Mientras que el gobierno o los gobiernos de turno, no se sienten a dialogar estamos en un retroceso histórico a la deuda con el pueblo mapuche y por ende a una organización social como es la Relmu Witral.

¿Cuáles son sus expectativas con el gobierno de Michelle Bachelet en esta esfera?

Tenemos una pequeña esperanza porque como ella estuvo en ONU Mujeres, vio el conflicto internacional, estuvo mirando desde afuera nuestro país, creemos que ella tiene que venir con otra visión, con un diálogo más fraterno, con más cohesión de trabajo y esperamos que con ella sí podamos tener una mesa de consenso en el ámbito de género, equidad, igualdad, pero también en el ámbito productivo, que las mujeres de por sí se empoderen en los gobiernos locales, que las mujeres podamos tener voz y voto realmente y no ser miradas como un instrumento para el desarrollo de los hombres, sino que seamos instrumento para nuestro propio desarrollo. Así es que esperamos que con la nueva Presidenta, con la experiencia que tuvo en gobierno anterior, pueda mejorar el diálogo con las mujeres mapuche y que las políticas de Estado se hagan dentro de las comunas, por su pertinencia cultural rescatando su identidad, el entorno del medio ambiente, la preservación de la cultura, pero que se haga desde las bases, no que el gobierno nos imponga. Queremos dialogar y que ella nos escuche nuestras demandas, de cada sector, porque cada comuna, cada sector tiene una demanda distinta. Espero que las mujeres temporeras, mapuche, aymará, de Isla de Pascua, de Stgo, pero también de la Patagonia, tengan algo que decir en la política que se les va a aplicar desde el Estado, de género, equidad, igualdad y cultura.

A su juicio ¿Cuáles son los temas prioritarios que debiera tener el gobierno de Michelle Bachelet para avanzar en igualdad y autonomía de las mujeres?

Queremos un Estado representativo, primero, que el Estado tenga equidad en los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, que podamos ser representadas en esos ámbitos, por mujeres líderes o por personas hombres que valoren a las mujeres por sus derechos.

Queremos también que el Estado se siente a dialogar con las mujeres mapuche por su problemática, con nuestras Ñaña, y que tengamos por fin un diálogo fraterno sobre eso.

Queremos que se nos dé la oportunidad a las mujeres de presentar proyectos sociales, productivos y culturales pero que se base en la necesidad que tenga cada comuna de hacerlo o cada región del país.

Y que por fin, o que alguna vez, el gobierno no diga que Santiago es Chile, sino que todo Chile sea un Santiago pequeño que se desarrolle en todos los ámbitos.

 

 

 

 

 

 

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