Dos feministas de reconocida trayectoria en el nuevo gobierno de Paraguay

Por Norma Ubaldi Garcete; Lista 9feminista

Gloria Rubin y Lilian Soto fueron confirmadas como Ministra de la Mujer y encargada del traspaso en la Secretaría de la Función Pública -y probablemente su próxima titular-, respectivamente, en el gabinete de Fernando Lugo, presidente electo de Paraguay.

Estos nombramientos se suman a los de Esperanza Martínez y Milda Rivarola, futuras ministra de salud y canciller nacional. Las cuatro llegan a
estos puestos con un amplio reconocimiento profesional y trayectorias de décadas en sus ámbitos de acción: la militancia social y política, el gremialismo, la academia, la salud pública, el movimiento amplio de mujeres.

Gloria forma parte de aquel grupo de feministas que a fines de los ochenta creó la Coordinación de Mujeres del Paraguay e impulsó y lideró una de las experiencias de incidencia política más exitosas y participativas: la reforma del Código Civil en los contenidos que discriminaban a las mujeres; un referente ineludible en la lucha por los derechos de las mujeres paraguayas. Psicóloga de formación, Gloria es también la fundadora de Kuña Aty, organización dedicada al tema de la violencia contra las mujeres, niñas y niños; tema históricamente soslayado por el poder público en Paraguay más allá de sus compromisos nacionales e internacionales.

El nombre de Lilian Soto remite al movimiento gremial y político del Hospital de Clínicas del que fue una de sus líderes jóvenes más visibles y combativas. Presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina cuando estudiante y, luego, de la Junta Municipal de Asunción en los noventa, Lilian posee una maestría en administración pública en la Universidad de Ohio. Hoy día, tiene la particularidad de combinar su inteligencia y liderazgo con una sólida formación en el ámbito por el cual fue convocada para el próximo gobierno de Lugo; un caso raro entre la mayoría de quienes se dedican a la política en Paraguay.

Un equilibrio entre expectativas e incertidumbres parece definir al futuro gobierno de Lugo porque no se pueden soslayar las alianzas y compromisos políticos que éste asumió durante su campaña. Por eso también estos nombramientos son motivo de júbilo, porque responden a un reconocimiento profesional y de trayectorias y no a obligaciones políticas contraídas con anterioridad. No será fácil, Gloria y Lilian -y todos- lo sabemos; lo importante es que desde la función pública se empiecen a atender con seriedad y honestidad algunos problemas nacionales. Por eso quienes conocemos a Gloria y a Lilian estamos contentos, porque confiamos en sus capacidades, en su formación pero -sobre todo- en su compromiso en la construcción de ciudadanía y de democracia.

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