El femicidio que la acompañará toda su vida

El femicidio que la acompañará toda su vida

Por Catalina Arenas

Claudia Neira es sobreviviente de femicidio frustrado y al mismo tiempo testigo del parricidio de su hija, Javiera. Es  parte de la Coordinadora 19 de Diciembre que busca que ese día se conmemore como una jornada de reflexión social y cultural sobre las implicancias de la violencia machista hacia las mujeres; pretende que su demanda adquiera presencia en la agenda pública y que por fin se avance en los cambios políticos e institucionales que se requieren con urgencia.

Un intercambio agresivo de palabras entre un hombre y una mujer en plena calle que no cobra mayor relevancia entre transeúntes y ex compañeras de trabajo de Claudia que presencian la violenta escena. Nadie interviene y, al paso de unas horas, Claudia Neira llega al departamento de Cabrera Opazo con la intención de ir por Javiera, la hija que tienen en común.

Ambos se encuentran en la entrada del edificio ubicado en la comuna de Providencia. La discusión verbal continúa a vista y presencia de todas las personas que circulaban por ahí. Solo indiferencia, nadie interpela a nadie. Ya en el departamento, la pelea se torna aún más violenta y comienzan los golpes. Alfredo Cabrera Opazo cumplió sus amenazas y hiere a Claudia Neira con una botella quebrada. La dejó malherida tendida en el suelo. Acto siguiente, Cabrera arroja a su hija de seis años por la ventana de un séptimo piso. Casi dos años después, es condenado por el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal a cadena perpetua efectiva por parricidio y homicidio frustrado .

Claudia Neira resiste y le molesta “sentirse en el suelo”. Comenta que sigue siendo la misma persona desde hace 13 años: la misma feminista comprometida, la misma trabajadora disciplinada y consecuente. Pero sin duda, mucho de ella cambió después de ese 19 de diciembre de 2005. Pasó a “ser un alma”, reconoce, aunque manteniendo siempre la capacidad de superarse día a día y lograr levantarse con tesón. “Sigo caminando para alcanzar mis objetivos de vida, pero creo que soy una persona más triste, con insomnio crónico, más temores y desconfianzas. Con menos seguridad en mi fuerza y unos cuantos colapsos emocionales”, termina reconociendo.

Coordinadora 19 diciembre

En todos estos años, Claudia Neira ha seguido participando de manera activa en diversos grupos feministas. Sobre todo, en comunión con las mujeres que la acompañaron en todo el proceso judicial que conllevó encerrar a Cabrera Opazo por 40 años, al menos.

La visión de este grupo de mujeres activistas es que el 19 de diciembre, día del asesinato de Javiera Cabrera, se conmemore como un día nacional y así calendarizar las luchas contra la violencia de género hacia las mujeres y niñas; una fecha que se sume a todas las otras efemérides de origen militar o religioso que ya existen en el país. La potencia de establecer esta fecha como conmemorativa, es el reconocimiento y la reivindicación de la resistencia territorial feminista y el entendimiento del femicidio como un crimen de odio contra las mujeres. También para emplazar a las autoridades a cambios legislativos y culturales en prevención y sanción de las agresiones contra las mujeres.

La intención de la Coordinadora 19 de Diciembre es irrumpir en la capacidad de recordar a las mujeres asesinadas por la violencia machista en Chile. Para eso están escribiendo un libro que recupera la vida y memoria de las mujeres, cuyas vidas fueron truncadas por las manos de un femicida o de un grupo de agresores que ejerció violencia hegemónica y machista. ¿Qué hacían esas mujeres en su día a día? ¿Cómo vivían?, ¿Cuáles eran sus metas y sueños?

Claudia Neira dice que se han reapropiado “del femicidio para recordar a las mujeres que ya no están, para hacerlas visibles y sacarlas de la prensa roja y reubicarlas en el lugar de la reivindicación de derechos y de las luchas de las feministas”. Todos son testimonios contados por sus familiares y están escritos en primera persona para mantenerlas aún en el presente. Quieren profundizar en la violencia estructural con las historias de esas víctimas, más que problematizar el recuento de los femicidios que se cometen anualmente.

“Contar estos relatos es una acción política, en tanto, las mujeres asesinadas también son víctimas de las instituciones que no hicieron bien su trabajo, ya que la mayoría de ellas había denunciado; ellas son víctimas de leyes y una institucionalidad débiles”, argumenta Claudia Neira. Para las integrantes de la Coordinadora 19 de Diciembre el libro debería sensibilizar y encaminarse hacia el fin de los múltiples factores que propician la violencia contra las mujeres. Siempre de la mano de la trayectoria de otras que iniciaron esta maratón, corrida por generaciones de feministas: “Nos enorgullece y trabajamos con mucha responsabilidad ese legado (…) así como en un momento fue el derecho a sufragio, para nosotras hoy se trata del derecho a una vida libre de violencia”.

Decidí denunciar

La integridad de Claudia Neira se vio amenazada en dos oportunidades. Reconoce que la primera vez le restó toda importancia, pues pensó que Alfredo Cabrera la había amenazado de muerte por razones circunstanciales, del momento. La segunda vez, fue una noche que Cabrera llamó y despertó a Claudia. Le advirtió que la mataría a ella y a Javiera, ella se asustó y denunció, cambió la chapa de la puerta de su casa y obtuvo una medida cautelar a tres meses del ataque.

Fue una muerte inesperada, injusta. Hoy revela vivir un “efecto espejo” que se desencadena cada vez que se cruza con alguna adolescente que fue compañera de Javiera en sus primeros años escolares. Ve en otras jóvenes de edad similar lo que pudo haber sido su vida y eso la conduce a recobrar en su memoria la muerte de su hija. En ese tiempo, a su hija de 6 años le gustaba bailar y ponerse los tacos de la mamá, era una niña alegre que no tuvo noción de las complicaciones de salud por las cuales pasó. No hay día en que Claudia no la extrañe, tiene una foto de ella en el fondo de pantalla de su celular. “Tengo una pena desesperanzada que, a propósito de lo irreparable del femicidio, yo siento que es algo que te va cobrando cada cierto tiempo”, explica.

#NoLoDejesPasar: qué las instituciones #NoLoDejenPasar

Desde la Coordinadora 19 de Diciembre se valoran todas las mociones que apunten a que las mujeres tengan una vida libre de violencia estructural. “Estamos de acuerdo y valoramos el importante avance legislativo que implicaría la aprobación de la Ley Gabriela, ya que se presenta como una alternativa de consenso político y de gestión rápida”, opina Claudia Neira.

Pero no encuentran óptimo que sea por la particularidad de cada familia, el esfuerzo de cada una de ellas, de las que conviven con el femicidio, desde el dolor y la angustia, lo que motive el avance de una ley en el Congreso, por sí sola. “Nos parece que toda propuesta política y legislativa con pretensiones de ser seria y efectiva a largo plazo, debe tener como horizonte la creación de un marco jurídico integral”, concluye.

Por lo mismo y frente a la campaña del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género “No lo dejes pasar”, desde la Coordinadora 19 diciembre realizan su aporte: que “las instituciones no lo dejen pasar, tomen las denuncias, actúen oportuna y adecuadamente, y que no revictimicen a las sobrevivientes”.

La razón es, porque el esfuerzo comunicacional de la jefa de cartera Isabel Plá, debería apuntar a cambios culturales, jurídicos e institucionales, pensando también en el victimario y femicida al que permanentemente se le resta responsabilidad. “Las mujeres estamos cansadas que nos digan lo que debemos hacer para que no nos sigan agrediendo, mientras que a los agresores y a las instituciones, no se les toca”, denuncia. “Sostener toda la temática de la violencia contra las mujeres es una discusión ética. Si no queremos más mujeres muertas, entonces trabajemos en ello de manera seria”.

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