Gerardo Wistuba de Óperaviva: «Queremos generar una reflexión sobre la violencia contra las mujeres que no se desvanezca»

Gerardo Wistuba de Óperaviva: «Queremos generar una reflexión sobre la violencia contra las mujeres que no se desvanezca»

“Queremos lograr un impacto más profundo en la audiciencia y en la opinión pública, para que esto genere una reflexión que se replique en el tiempo y no sea simplemente un acto fungible que surge y se desvanece”

Por Nicolás Fajardo

Melina Romero fue secuestrada cuando recién había cumplido 17 años. Un mes después su cuerpo es encontrado en una bolsa plástica a orillas de un arroyo en la localidad de José León Suárez, provincia de Buenos Aires. “Melina” es el nombre que recibe la puesta en escena construida a partir del desenlace fatal de la Ópera Otello en la que trabaja la Fundación Óperaviva; una performance de canto y actuación que habla del femicidio de Melina, de Tania, de Ruth, de Viviana, Florencia y Lucía. De muchas.

Gerardo Wistuba se tituló como intérprete Superior en Canto en la Universidad de Chile, tiene estudios actorales de la mano de la actriz Ana María Vallejo, que complementó en la misma casa de estudios. Es director de la Fundación Óperaviva y “Melina” es su segundo guión adaptado en base a un problema social: de la Ópera Otello de Verdi a la violencia cotidiana y extrema que afectan a las mujeres en Chile y a nivel mundial. Wistuba espera con entusiasmo el día del estreno porque con esta pieza artística pretenden generar una reflexión que perdure en el tiempo, que no se quede en el olvido: representar en un espacio público un femicidio a través de escenas de ópera y actuación, emocionar a la ciudadanía actual por medio de la música y del canto sobre una trama que conduce al asesinato de una mujer por un hombre, por el hecho de ser mujer.

El director de Óperaviva cuenta que la meta más importante de “Melina” ya fue asumida al interior del equipo de trabajo. “Queremos lograr un impacto más profundo en la audiciencia y en la opinión pública, para que esto genere una reflexión que se replique en el tiempo y no sea simplemente un acto fungible que surge y se desvanece”, reflexiona su director. En este sentido, el trabajo de sensibilización es un aspecto fundamental a la hora de llevar a cabo esta adaptación y dejar una huella importante. Para ello, incluso, han recibido asesoría en temas de género, permitiendo al equipo de trabajo involucrarse aún más con este encargo de la Delegación de la Unión Europea en Chile, en el marco del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que se conmemora cada 25 de noviembre y el Día Internacional por los Derechos Humanos. El debut «Melina» está programado para el 13 de diciembre, a las 19.00 horas, en el GAM.

«Melina» es una oportunidad también para responder positivamente a un proyecto de investigación, con cruces entre el IV acto de la Ópera Otello, el texto homónimo de Shakespeare y el castellano citadino contemporáneo. “El guión – construido en base a la continua escalada de violencia que afecta a las mujeres – es fruto de la reflexión y observación de diversas personas. El trabajo de investigación previo ha logrado generar uno coherente con nuestros objetivos”, dice.

Desde ahí el trabajo no se detuvo y la investigación fue un trabajo fundamental: “todos los documentos que nos han compartido han sido extremadamente importantes para poder aclarar la mirada sobre un tema político y social tan sensible y que requiere un tratamiento muy cuidadoso”, enfatiza Wistuba. Añade que “toda esa información ha permitido generar un guión para “Melina”, relacionado con los acontecimientos al día de hoy. Y de esa reflexión, ver cómo percibimos qué ocurre en las relaciones de pareja, en este caso, entre un hombre y una mujer, y en ese contexto, cómo se va cristalizando en lo público, la violencia que se puede ejercer contra mujeres y niñas”.

Arte político

El director de Óperaviva hace hincapié en que no existe arte sin contenido político. Desde ese planteamiento, la obra “Melina” involucra en su realización aspectos clave para el éxito que esperan tenga en escena. “Uno es desde el punto de vista estrictamente social; busca dar visibilidad y sincerar de manera franca y directa esta situación sin eufemismo. Esa ha sido una de las tareas para la construcción del libreto”, explica Gerardo Wistuba. En segundo lugar, está la propuesta de situar la performance en el Santiago actual y dar cuenta de que este tipo de crímenes no sólo se cometen en condiciones de vulnerabilidad, intentando dejar a un lado la doble victimización que se hace de las mujeres asesinadas por la violencia machista o de las que sobreviven a ella: “Melina” es víctima de violencia y no de sí misma.

Proyecciones con «Melina»

“Hablarle a quienes están convertidos es un desafío, nosotros sabemos que ellos van a encontrar sentido en lo que vamos a decir, porque comparten el mismo discurso político. Desde ahí que el esfuerzo está en sensibilizar a los que no están convertidos. Ahí tenemos puesta nuestras expectativas”, explica Wistuba. Esperan que “Melina” siga existiendo y pensando en las variables para convertir todo en un montaje sencillo y que sea fácil de trasladar a cualquier parte.

Para sus integrantes, esta adaptación requiere un despliegue escénico e instrumental acotado, pero además lleno de contenido. “Sus textos han sido profundamente pensados, reflexionados, seleccionados y editados”, remarca Wistuba. Llevar esta obra a los colegios es una visión que recoge adhesiones. Sin embargo, por ahora, prefieren ser cautos e ir paso a paso. «Para llegar a un colegio de niñas, por ejemplo, habrá que sensibilizar a las autoridades y a los educadores, para que abran el espacio a la reflexión franca con las alumnas sobre una realidad que podría tocarles enfrentar, reconoce Gerardo Wistuba de Óperaviva.

Enseñanza

“Ampliar la mirada y reconocer aspectos machistas que son comúnmente validados en nuestra sociedad”, son algunas de las enseñanzas que le ha dejado a Gerardo Wistuba trabajar con esta obra que representa la violencia de género hacia la mujeres. Comenta que “uno no está libre del machismo y vivimos en una cultura donde este tipo de comportamiento está tan naturalizado que uno no lo observa”.

Confiesa que actualmente está mucho más alerta, observando dónde pueden estar estos tipos de gestos para trata de anularlos y que trabajar en “Melina” ha sido una opción muy enriquecedora a nivel intelectual para cada uno de los artistas, más allá de lo que significa desempeñarse en un arte de este tipo. “Esto es una oportunidad para la vida. Hacer ópera es una cosa muy difícil a nivel mundial. Es un poco un lujo. Tener la responsabilidad de realizar un encargo de esta naturaleza es una cosa preciosa. Ha sido una experiencia muy rica desde el goce artístico y desde lo que uno está aprendiendo”, confiesa el intérprete lírico con entusiasmo.

Para Wistuba, la ópera es un arte profundamente extra cotidiano y eso le otorga una característica muy mágica, que permite al auditor observar con distanciamiento, lo que conlleva a facilitar la instancia de reflexión y un efecto sensibilizador.

Fundación Óperaviva

El año 2014 quedó marcado como el inicio de la Fundación Óperaviva con una intervención en el Parque Bustamante, donde tuvo la misión de visibilizar, a través del arte, temas como la diversidad sexual y los pueblos originarios. Así se dio el vamos a este proyecto. “Tenemos una misión muy particular, que en la práctica significa reinventar la manera de producir ópera en forma independiente en Chile y resignificar las obras en función de un discurso que tenga sentido en el Chile contemporáneo”, detalla Gerardo Wistuba.

Con una condición de independencia, que supone libertades creativas bastante amplias, Óperaviva busca la relectura de las obras y, según detalla, esto lleva consigo mucho estudio y una detallada preocupación en el trabajo diario. A la vez, con la misma libertad fomentan la actividad de la ópera independiente en el país. “En Chile es un género que per se no existe, no se identifica como tal, pero hay un sinfín de proyectos donde se produce óperas de envergadura mucha más acotada que los grandes montajes con orquesta sinfónica”, cierra Wistuba.

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