Ivone Gebara, religiosa feminista: “Los cuerpos de las mujeres se están alejando del control eclesiástico”

Ivone Gebara, religiosa feminista: “Los cuerpos de las mujeres se están alejando del control eclesiástico”

Por Catalina Arenas

Para quienes no la conocen, resulta difícil divisar a una monja. No lleva hábito y sus reflexiones resultan revolucionarias e innovadoras por ofrecer una postura política que es crítica, profunda y sin pelos en la lengua. Estudió Teología y se doctoró en Filosofía; se declara una seguidora del ecofeminismo. Tras la última convocatoria abierta que presentó a Ivone Gebara en Chile en 1993, uno de los asistentes la acusó ante el Vaticano por haber apoyado la despenalización del aborto y hablar de la teología desde una perspectiva feminista. Por ello, la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora la sancionó y la confinó a un tiempo de silencio que duró dos años en Bélgica. Gebara fue censurada en sus ideas, pero ella aprovechó el castigo para estudiar Ciencias Religiosas y realizar su tesis doctoral titulada «El rostro oculto del mal. Una Teología desde la experiencia de las mujeres.» Una vivencia que, en esta oportunidad, Ivone Gebara recuerda como una anécdota.

Para culminar las ‘semanas de teología feminista’ en grande, el Centro Ecuménico Diego Medellín invitó a Gebara para conversar sobre la violencia contra las mujeres y el comportamiento reactivo de las iglesias. Se habló de la violencia extrema, simbólica; de los fundamentalismos religiosos y del fortalecimiento de los movimientos de mujeres para aunar fuerzas en la lucha colectiva por erradicar las prácticas abusivas. “Ha sido un encuentro encantador y muy significativo porque veo que ha crecido el interés y la conciencia feminista”, destaca satisfecha la teóloga brasileña y agrega que “si bien es espantoso saber de la marginación que existía por discutir estos temas, para mí ha sido positivo conocer la riqueza de conciencia que están adquiriendo de a poco los católicos”.

Foro sobre violencia contra las mujeres y el silencio de las iglesias. A la izquierda, Carmen Gloria Rodríguez de Ni una menos Chile, a la derecha, Claudia Amigo de Familia es Familia y al centro Ivone Gebara.

Violencia contra las mujeres en la Iglesia Católica

Según Ivone Gebara, la clase media de mujeres católicas es la que está recién comenzando a percibir una violencia que hasta ahora se había mantenido oculta. Esto, a propósito de la experiencias de develamiento de abusos que han ocurrido en otros países, como lo que pasó con las madres de las niñas y niños abusados en Pensilvania, Estados Unidos. Abusos de las autoridades eclesiásticas y de los contenidos teológicos que se expresan en las iglesias. “Un ejemplo de ello es que existe violencia simbólica, en el sentido de que nosotras no estamos presentes en los temas y contenidos de la teología más importantes”, explica.

Que las laicas se conmuevan, identifiquen hechos de violencia, empaticen con las mujeres víctimas no es común. “Muchas veces hemos hablado que nosotras no podemos ser más funcionarias de las iglesias y tampoco siervas de las parroquias (…) y cuando percibamos la explotación de nuestras labores, las mujeres tendríamos que denunciarlo”, refuerza Gebara. Para la teóloga ecofeminista el problema más grave es cuando algunas mujeres se dan cuenta de ciertas situaciones incómodas o críticas y, aun así, se mantienen asistiendo a la Iglesia. “Desgraciadamente, esto es porque la dimensión sagrada que involucra la Iglesia hace que las mujeres tengan miedo a denunciar”.

Añade la teóloga que “los abusos son cometidos no solo por los curas, sino que también por los varones de iglesia. Hay muchos hombres católicos que son fundadores de grupos de laicos y que son profundamente abusadores del trabajo y obra femenina”.

Una de las jornadas para hablar de discriminación y violencia hacia mujeres. A la derecha Tatiana Hernández del OGE  junto a Ivone Gebara y Doris Muñoz del Centro Ecuménico Diego Medellín.

Mujeres educadas bajo la invisibilidad de Dios

Incertidumbre, intriga y un manto de dudas fueron acentuándose a medida que avanzaba la conversación en los encuentros entre los laicos de distintas religiones y la monja feminista que se realizaron entre el 13 y el 16 de marzo. Sin embargo, al concluir cada jornada de reflexión, tanto mujeres como hombres fueron respondiendo sus inquietudes y aplaudieron.

Para entrar en la cabeza de los asistentes, Gebara se dedicó a explicar, lo que denominó, “arqueología antropológica cultural y religiosa de las iglesias” para develar las distintas violencias que ejerce las iglesias patriarcales contra las mujeres. “Pareciera que la religión es supra cultural”, enfatizó en uno de sus discursos a propósito de la normalización de los actos abusivos dentro de las comunidades eclesiásticas.

A algunos les hizo sentido, a otros los dejó confundidos. Luego Ivone pregunta ¿qué fuerzas creen ustedes que sostienen a las religiones? y ella misma responde, ante la sorpresa de muchos: “el consentimiento de las personas creyentes”. La filósofa brasileña explica que los líderes eclesiásticos y de grupos ecuménicos “han manipulado a la religión para maniobrar las fuerzas y los poderes divinos”. Finalmente, sentencia “nosotras no debemos creer”.

Una manipulación que, con distintas manifestaciones del poder simbólico, logra instalar amenazas hacia la reputación de las iglesias y persuadir en el miedo de los laicos, mas no en su fe. Así, la violencia contra las mujeres responde a una estructura patriarcal que, según la religiosa feminista, se debe en parte a que “hemos sido educadas bajo la invisibilidad de Dios”. Una visión machista que ha instrumentalizado la palabra del Evangelio, por ejemplo, con la utilización histórica de la cara masculina de Dios y Jesús, su único hijo. “¿Cómo las mujeres podrían llegar a identificarse con él?”, pregunta Ivone Gebara a los presentes.

La Iglesia está molesta, ¿cuál será el rol de los laicos?

“Hoy, cualitativamente, hay una repercusión mucho más grande en las iglesias por la cuestión de la sexualidad porque se trata de temas que tienen que relación con los cuerpos de las mujeres y son estos los que están saliendo del control eclesiástico”, explica Ivone Gebara respecto al malestar de los grupos eclesiásticos, especialmente de la religión Católica.

Como respuesta a la tensión valórica dentro de la Iglesia Católica y el cuestionamiento hacia la alta clase clerical en Chile, la religiosa opina que “muchos laicos han sido formados en el mismo esquema sacerdotal y a veces reproducen el mismo modelo clerical y, como son laicos, lo reproducen de una manera todavía más estricta (…) Creo que, en esta situación crítica, no podemos esperar milagros porque si no hay un movimiento de mutuo conocimiento ni de mutua confianza, no creo que las cosas vayan a caminar positivamente”.

Un cambio que no se logra de la noche a la mañana. Así describe esta moción de los laicos y laicas que pretenden tomar la decisión de reformar con sus propias manos a la iglesia chilena y avanzar a una ‘nueva Iglesia Católica’. “No sucede así; las parroquias no se van a tornar democráticas de un día para otro. No se van a encontrar personas con la lucidez suficiente en todos los lugares”, advierte.

En el foro del jueves 14 realizado en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, en el que se discutió en torno a las violencias extremas contra las mujeres y los silencios de las iglesias, con un panel conformado además de Gebara por Claudia Amigo de Familia es familia y Carmen Gloria Rodríguez de Ni una menos, la doctora en filosofía emplazó a los laicos y laicas y les dijo: “Querer justicia es actuar”.

Marielle Franco y el diablo en la política de América Latina

El 14 de marzo se conmemoró el primer aniversario del femicidio político de la concejal de Río de Janeiro, Marielle Franco, el femicidio frustrado de su compañera y jefa de prensa Fernanda Chaves, y el asesinato de su chófer, Anderson Gomes. Hasta ahora son dos los sospechosos de los crímenes, los oficiales de la Policía Militar de Brasil, Ronnie Lessa y Elcio Vieira de Queiroz, quienes se encuentran ya detenidos.

“Hubo sospechas claras y entrevistas con la policía, pero no hay nada concreto aún sobre quién la mandó a matar. Se cumplió un año de su muerte y todavía nada”, comenta con indignación Gebara. “Marielle tenía una hija, era lesbiana, de izquierda, negra y de periferia, o sea, que representaba todo lo negativo para el sistema y claro, al amenazarla de muerte, también amenazaron indirectamente a los integrantes de su familia y a su comunidad (…) Es muy interesante cómo hoy, el diablo, pasó a ser un personaje muy importante en la política de América Latina porque pareciera que todos los opositores a la derecha son apoyados por el diablo”.

Este 8 de marzo se desplegaron movilizaciones por todo el mundo y entre sus pancartas se conmemoró la lucha de la mujer política y activista que fue Franco bajo la consigna ‘Marielle Vive’. “Creo que este 8 de marzo fue un catalizador de descontento”, afirma Ivone Gebara. “En Brasil hubo un ala de católicas que se manifestó por el derecho a decidir ante una situación de aborto, pero evidentemente que eran pocas (…) y estas son cosas importantes que quedarán como símbolos y como un lenguaje político que expresa que ‘no le tenemos miedo a quienes están en el liderazgo político y religioso’. Marca un ícono que perdurará en la historia”, asegura con orgullo.

De la mano de este ejemplo, Gebara advierte que se está haciendo religión política, que la fronteras entre ambas está cada vez más difusa y que la derecha en América Latina se apropió de un discurso libertario que es absolutamente contrario a los derechos que se han defendido en la región desde la década del 80.

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