¿Y para cuándo la Educación Pública de calidad para chilenas y chilenos? El debate en torno a la Ley

¿Y para cuándo la Educación Pública de calidad para chilenas y chilenos? El debate en torno a la Ley

Si bien la Ley General de Educación (LGE) pasó su primer trámite constitucional -en la Cámara Baja- con  96 votos a favor, 12 en contra y 7 abstenciones, todavía no está dicha la última palabra. Y de acuerdo con las declaraciones de los diversos actores sociales y políticos, la falta de acuerdo y consenso se mantendrá en la segunda fase: el Senado a pesar de la urgencia que siente la ciudadanía por contar con una educación pública de calidad.  

El debate en torno al proyecto de Ley General de Educación (LGE) ha sido largo, apasionado, controvertido, movilizado y politizado. Y como no, si estamos hablando de una Ley que definirá el futuro de varias generaciones en materia educacional en Chile. Tanto los/as que están a favor como en contra de su aprobación y avance se han manifestado en espacios públicos y privados con la intención de hacer escuchar sus voces y argumentaciones respecto al tipo de educación que debe existir en Chile.  

La Presidenta Bachelet no ha escatimado gestiones que permitan resolver las aprensiones de los distintos sectores en lo que respecta al nuevo marco regulatorio. Un proyecto fundamental para el gobierno y la ciudadanía que tiene poco tiempo para ser aprobado.  

En este escenario, es necesaria la reflexión, el debate y contrastación de miradas que contribuyan a generar una mayor participación en tan significativa discusión. El Observatorio de Género y Equidad, haciéndose un deber con esta Plaza Pública, conversó con dos actoras y un actor involucrados en el proceso, cada una/o desde posiciones y lugares distintos, e invita a sus lectoras y lectores a integrarse a esta reflexión. 

 

Carolina Tohá, Diputada PPD e integrante de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y del Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación  

“Si queremos logros adicionales a la LGE tenemos que dar este paso, salir de esto y dedicarnos a las cosas que nos vienen por delante, pero por sobre todo hacer una reforma a la educación municipal” (ver más).

Carolina Pinto, estudiante de 4ª medio, Secretaria Nacional Secundaria, Secretaria de Educación Región Metropolitana e integrante de la Juventud Socialista de Chile.  

Nuestros hijos, nuestros nietos, nunca van a saber lo que es la educación pública si es que se aprueba esta Ley” (ver más).

José Joaquín Brunner, académico experto en educación superior, profesor- investigador de la Universidad Diego Portales e integrante del Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación.  

“Quedarnos con la LOCE no sólo sería un retroceso, sino que un escándalo desde el punto de vista de la clase dirigente de este país” (ver más).

Carolina Tohá, Diputada PPD e integrante de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y del Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación

-¿Cuánto recoge este proyecto las propuestas de la Comisión ?

“Creo que el proyecto se hace cargo de los temas que fueron considerados más relevantes en la Comisión y refleja, al mismo tiempo, los temas en los que no hubo acuerdo. Definitivamente en el Consejo Asesor se avanzó en muchas materias en que no habíamos logrado acuerdo en el país, pero también se reflejaron otros ámbitos donde hay opiniones distintas. El proyecto de la Presidenta partió por optar por una de las opciones que se discutió en el Consejo Asesor, que era terminar con las instituciones que tenían fines de lucro en la educación subvencionada. Esa fue la propuesta que ella planteó al Congreso y esa propuesta no tuvo las condiciones para transformarse en Ley, tuvo rechazo unánime de toda la oposición y como es una Ley de quórum, no fue viable. En base a eso, se negoció un nuevo proyecto que no contiene la eliminación del lucro, contiene exigencias mucho mayores a los sostenedores, pero no la eliminación del lucro. Creo que es el mejor acuerdo que nuestro sistema político fue capaz de lograr”.

“Definitivamente respecto a la LOCE actual, se hace un cambio gigante. Se le dan al Estado herramientas para controlar la calidad, el buen uso de los recursos, se establecen obligaciones mayores a los colegios, se establecen consecuencias cuando los colegios tienen mala calidad, se le otorgan más derechos a los estudiantes y a la comunidad en general. Creo que es un salto gigantesco”.    

 

 

 

-¿Cuáles son las distintas posturas que existen hoy frente a la LGE al interior del Congreso? ¿Cuál es su postura al respecto?  

“Creo que hay dentro de la Concertación y en el mundo social, muchas voces de descontento con esta LGE que se refieren a dos temas. Uno, se esperaba que esta Ley terminara con el lucro. Yo creo que ese reclamo -si bien lo puedo entender- no me parece justo, porque la propuesta de la Presidenta fue terminar el lucro y eso no tuvo los votos. No se puede seguir proponiendo algo que sabemos que no tenemos los votos para aprobar. El segundo reclamo se refiere a que se establezca de manera más activa una protección y una responsabilidad mayor del Estado para garantizar una educación pública de calidad. Creo que en esto hay una tarea por hacer. La LGE es un marco global, y no se dedica ni se concentra a estudiar ni a regular en detalle las temáticas de la educación pública. Eso fue en gran parte porque eran temas en los que tampoco había acuerdo, porque hoy, la educación pública está regulada en otras leyes, en la Ley de Subvenciones, en el Estatuto Docente y, por lo tanto, se pensó que esas materias se podían tratar posteriormente. Pero esa presión y esa exigencia ciudadana de que a esto se le dé prioridad es muy grande y hay que tomar nota de eso. La indicación de la Presidenta para poner un concepto de educación pública en la Ley da cuenta de eso. Pero todos sabemos que el fortalecimiento de la educación pública no se va a resolver en la LGE ”.   

-¿Qué entiende por una educación pública de calidad?   

“La educación pública no puede ser el pedazo de la educación que tira para abajo el promedio, tiene que aspirar a ofrecer la calidad que el sistema en su conjunto debiera tener para la población. Desde ese punto de vista, tiene que ser un parámetro para todo el sistema educacional, o sea, la educación pública se pone en un nivel que fuerza al resto del sistema a ir en esa misma altura. En un segundo lugar, la educación pública tiene que ser una alternativa válida, una alternativa interesante para todos los sectores sociales. Yo creo en una educación pública como la tienen todos aquellos países que tienen buenos sistemas educacionales. Una educación pública que es atractiva para todos los sectores de la población y en que la gente se pregunta antes de pagar, porque al lado tiene una escuela pública o un liceo público, que es tan bueno como el particular y, por lo tanto, tiene que decidir. No está ninguna opción, desechada de antemano. En tercer lugar, uno tiene que tener una educación pública que aspire a contener en cada establecimiento una educación pluralista”.   

-¿Por qué es tan importante que hoy estemos discutiendo un nuevo proyecto de Ley de Educación en Chile? ¿Cuáles son las diferencias con las discusiones anteriores?  

“Por primera vez estamos buscando reformar las bases del sistema. En estos años se han hecho gran cantidad de esfuerzos y reformas en educación, pero, dada la dificultad de encontrar acuerdos para avanzar en estos temas más estructurales, siempre se les ha dejado de lado. Lo que generó el movimiento de los secundarios, hace un par de años atrás fue una presión para que se enfrentaran esos temas pendientes y no se les siguiera haciendo el quite. La sustitución de la LOCE va en ese sentido. Ahora, además tiene que haber un cambio de régimen para la educación pública, con modificaciones en el financiamiento, al tipo de dependencia municipal, tienen que haber otras alternativas al sostenedor municipal y también modificaciones al régimen de los profesores que tiene que avanzar a una carrera docente no sólo un estatuto”.   

-¿Crees que realmente se va a aprobar la LGE o crees que vamos a quedarnos con la LOCE? 

“Yo no puedo aceptar que nos quedemos con la LOCE , me rebelo. No puedo creer que el Parlamento chileno prefiera quedarse con la LOCE. Creo que podremos tener todos los tironeos necesarios para tratar de mejorar la LGE lo más posible, pero al final del día, si tenemos que optar, no nos podemos quedar con la LOCE. Tampoco podemos subestimar los cambios que la LGE tiene, son cambios gigantescos y, en parte, son un logro de los estudiantes. Pero no nos podemos conformar sólo con eso, tienen que venir otras cosas, tienen que venir nuevos pasos porque si no, la mesa queda coja”.    

-¿Por qué el apuro en aprobar esta Ley General de Educación, cuando muchos actores insisten en la necesidad de mayor debate y discusión al respecto? ¿A qué responde el apuro?  

“Responde a dos cosas. Por una parte, esta Ley es una ley marco que para hacerse efectiva tiene que ir seguida de dos leyes más, la Ley de Agencia de la Calidad y la Ley de la Superintendencia de la Educación. Si esta Ley no se aprueba, este gobierno no va a tener tiempo de aprobar las otras leyes y de poner en marcha las instituciones. Recordemos que a este gobierno le queda un año y medio de gestión. Y la segunda razón, es porque el espacio de diálogo para lograr acuerdos superiores en el Congreso está totalmente agotado, de este Parlamento, no vamos a sacar más respecto a la LGE. En cambio, sí podríamos sacar más de muchas otras leyes que no han sido presentadas”.   

-¿Qué le dirías a los y las estudiantes que están movilizados y en toma? 

 “Primero, que comparto absolutamente su demanda de una educación cuyo foco no sea el lucro y de una educación donde el Estado se haga responsable de la calidad y particularmente se comprometa con una educación pública. Sus objetivos los comparto plenamente, pero creo que están equivocados con la definición de su enemigo, su enemigo no es la LGE. La LGE es un aliado, la LGE es un logro de los propios estudiantes. Si queremos logros adicionales a la LGE tenemos que dar este paso, salir de esto y dedicarnos a las cosas que nos vienen por delante, pero por sobre todo hacer una reforma a la educación municipal”.  

 

 

Carolina Pinto Farías, estudiante de 4 ª medio, secretaria Nacional Secundaria, secretaria de Educación Región Metropolitana, integrante Juventud Socialista de Chile.   

-¿Crees que se hubiera puesto en debate la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) si no hubiera existido la movilización de los secundarios en el 2006?  

 “Los/as secundarios/as siempre trataron de poner cosas en el tapete, pero la prensa lo que daba a entender eran los temas más banales como por ejemplo el pase escolar gratuito, la PSU , entre otros. La Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) se instaló en el debate fuertemente en el 2006. Si no hubiera sido por el movimiento del 2006 que hizo que la opinión pública y la ciudadanía general entendiera lo que era la LOCE , no estaría en el tapete hoy, no estarían los alumnos reclamando por la Ley General de Educación ni por la LOCE ”.   

-¿Cuál es el objetivo de las movilizaciones?  

 “La crítica a la LOCE va dirigida en varios aspectos, pero uno de los principales tiene que ver con el lucro, pero también tiene que ver con la calidad, con los contenidos que hay dentro de ésta, como por ejemplo la jornada completa, que no se está cumpliendo. Los alumnos tienen ramos duros y blandos todo el día y los ramos de talleres y de específicos no se cumplen. Sin embargo, todo redunda en el lucro, si el lucro se permite en la educación, todo empieza a decaer porque se fomenta la desigualdad”.  

-¿Cómo evalúas el proyecto de Ley General de Educación (LGE) que se discutió en la Cámara de Diputados?    

 “Respecto a la LGE , cuando salió del Consejo Asesor Presidencial, no era una mala Ley, tampoco era buena, era muy regular, pero era mejor que la LOCE. Pero esa Ley sufrió muchas modificaciones cuando llegó a la Presidencia y luego cuando llegó al Congreso. Se hicieron modificaciones artículo por artículo, donde interviene la Alianza por Chile, entre otros, y ahí es cuando la Ley empeora. Por lo que leí, está peor que la LOCE , permite mil veces más el lucro y la desigualdad”. 

 “No se trata de que prefiera una en vez de la otra, yo lo veo desde el punto de vista que la LOCE es algo que ya conocemos, es algo a lo que el sistema ya está adaptado. En cambio, la LGE si bien tiene cosas buenas como la Superintendencia de Educación, la Agencia de Calidad, entre otras, que supuestamente van a permitir más fiscalización en los colegios, está siendo más de lo mismo en otros aspectos”.  

 -¿Qué es para ti una educación de calidad? 

Hablo de una educación de calidad cuando hablo de una educación laica, pluralista, una educación democrática en todo sentido, obviamente sin fines de lucro”.  

-¿La lucha de hoy es la misma de los años anteriores? ¿Hay una evolución en ésta? ¿Por qué se mantienen en toma algunos establecimientos educacionales? ¿Cuál es el sentido de éstas? 

“El fin de lucha siempre ha sido el mismo, mejorar la educación. El drama es cómo se lleva a cabo o los mecanismos que se usan para esto. En el 2005 se vio que las movilizaciones eran en la calle, a lo que la gente se oponía, el 2006 también fue así. Ahora, una vez que los alumnos se metieron en las tomas en los colegios y la gente vio que no había violencia ahí, los apoyó. Hoy también hay movilizaciones, pero como en el 2006 hubo tantos perjudicados, tantos alumnos y profesores perjudicados, ahora la gente no está apoyando a sus hijos en el tema de las movilizaciones actuales, en las tomas y en todo eso. El fin siempre es el mismo, pero los mecanismos para llevarlo a cabo son distintos”.    

-¿Cuál es el mejor y el peor de los escenarios en el debate actual de la educación en Chile? ¿Cuál es la posición de los secundarios? 

“La intención es siempre el diálogo y obviamente no aprobar la LGE. El problema es que con la presión que están haciendo, o sea, por algo pusieron a Mónica Jiménez en el ministerio de Educación, porque es una mujer muy capa, pero no todo lo que hace está correcto. Ella es un punto estratégico, Mónica Jiménez, estuvo en el Consejo Asesor Presidencial, votó por el lucro, es una mujer muy inteligente y muy astuta, entonces eso lleva a la represión y a distintas cosas que están sucediendo en los colegios y en las universidades. Los estudiantes pueden tener muchas ganas de parar y de hacer hasta lo imposible por detener la LGE, pero con los medio de presión que se ejercen ahora, lo más probable es que no lo logren”. 

“Hay que ampliar el debate en todo lo que no entra en la LGE, porque ahí entran algunos puntos, pero hay otros temas como por ejemplo la jornada escolar completa que no toca la LGE y la jornada escolar completa es algo que se debiera revisar. El debate debiera apuntar tanto a la LGE, la JEC, la Junaeb, como a la fiscalización”. 

-¿Qué pasa si se aprueba la LGE? 

«Chile nunca más va a saber lo que es la educación pública. Nuestros hijos, nuestros nietos, nunca van a saber lo que es la educación pública si se aprueba esta Ley”.        

-¿Cuál es la educación que aspiramos? 

Yo quisiera una educación estatal, no municipal, laica. Algo como la educación antigua, no era mala. Es más, la mayoría de la gente que está en el gobierno o en cargos de mando, estudiaron gratis y estudiaron en colegios públicos. Yo le dejaría eso a mis hijos, mejor calidad en el sentido del contenido en clases, no pasa por cantidad de horas”. 

-¿Qué le dirías o pedirías a la Ministra en la coyuntura actual? 

“A la Ministra de Educación le diría que me parece muy cómico que señale que no hay dirigentes con quienes dialogar o que siga comparando a los dirigentes actuales con los de años anteriores. Yo creo que hay que cortar ese tema y olvidarse de las caras. Hoy hay dirigentes y están definidos, lo que pasa es que en el 2006 hubo voceros para la TV y esas cosas, pero ahora eso se quiere evitar para que no haya ninguno que tenga más cámara que otro, todos por igual. Hay cordones zonales con sus dirigentes, esto lo sabe el ministerio de Educación y el Seremi”. 

“Que se preocupen de buscar a los dirigentes que están y, que también pongan algo de voluntad en que éste es un gobierno socialista y ser socialista implica la igualdad en las clases sociales. Entonces ¿qué estamos generando con esta Ley? Totalmente lo contrario, seamos consecuentes con el gobierno actual”.  

-¿Qué les dirías a las madres y padres que se quejan porque sus hijas e hijos no pueden ir al colegio por las tomas? 

«Es súper complicado porque los/as apoderados/as siempre van a velar por la educación de sus hijos/as y a mí, participar me costó el 3ª Medio. Después de lo que me implicó el 2006, ahora tengo prohibido participar de cualquier actividad porque me juego mi futuro. Pero los papás y mamás tienen que entender que la lucha es por la calidad de la educación”.


José Joaquín Brunner académico experto en educación superior, profesor- investigador de la Universidad Diego Portales e integrante del Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación.  

-¿Cuáles son las principales deficiencias, vacíos y/o errores de esta Ley General de Educación (LGE)? 

“El proyecto de Ley General de Educación (LGE) contiene elementos esenciales para rediseñar el funcionamiento del sistema institucional de la educación escolar y obligatoria en Chile. Como tal Ley, no me parece que tenga grandes vacíos. El gran punto en discusión es que no hace referencia a la forma de organizar la administración de los colegios municipales, que es lo que equivocadamente se llama educación pública. Efectivamente, el proyecto de ley entero es sobre la educación pública, que en Chile es provista por distinto tipo de sostenedores. Ésta es la ley de marco general, por lo que no se podría esperar que hablase específicamente de las formas como deben administrarse los distintos sostenedores. En ella están las reglas generales del funcionamiento del sistema. No me parece a mí, que como Ley Marco General de la Educación , no contemple cuestiones esenciales”. 

-¿Qué es para UD. una educación pública de calidad? 

 “En términos prácticos, se espera que la educación obligatoria pueda formar en aquellas competencias fundamentales que tienen que ver con comprensión lectora, con el manejo numérico y su aplicación a la solución de problemas cotidianos y, con el manejo de la evidencia y de los argumentos científicos. Eso es lo que forma las competencias esenciales para seguir aprendiendo a lo largo de la vida. En ese sentido, claramente Chile tiene todavía mucho que avanzar en términos de la enseñanza de esas competencias. Obtiene bajos resultados y por lo demás, los resultados siguen muy ligados al origen socioeconómico y familiar de los alumnos, de modo que ahí está en realidad el gran desafío, de entregar una educación de calidad en Chile”.  

-¿Vela la LGE por la inclusión y la integración de la sociedad en materia de educación? 

«Bueno pone las condiciones, lo que pasa es que las leyes no hacen a la inclusión ni generan, por sí solas, mayor o menor equidad. Éstos son fenómenos que tienen que ver con múltiples factores propios de la estructura de las sociedades. De modo que la Ley , lo más que puede hacer es ofrecer mejores condiciones para una mayor inclusión y yo creo que esas condiciones las ofrece. A través, por ejemplo, de la no selección de alumnos de los seis primeros años durante todo el ciclo básico, al promover estándares iguales de calidad para todo tipo de escuelas, al generar una mayor transparencia en el funcionamiento del sistema a través la Superintendencia de Educación y a la vez, un apoyo para los planes de mejora de las escuelas a través de la Agencia de Calidad. De modo que, en tanto Ley está haciéndolo, pero claro, desde el punto de vista de lo que puede hacer una ley, que es crear un marco legal formal de las instituciones”. 

-¿Por qué es tan complejo enseñar y llegar a acuerdo respecto a la educación en Chile? 

“En realidad, no es un fenómeno chileno, en todos los países las discusiones respecto del marco institucional de la educación, cómo compatibilizar el derecho a la educación con la libertad de los padres de elegir escuela, el carácter religioso o no de la educación, el tipo de financiamiento de los distintos proveedores o sostenedores de la educación, son materias que a lo largo de por lo menos dos siglos, se vienen discutiendo apasionadamente. De modo que uno no debiera sorprenderse que así sea también en Chile. Éstos son temas que involucran a toda la sociedad, son temas de una gran carga valórica donde los modelos de vida, concepciones de mundo de los distintos grupos y partidos se reflejan y eso hace que las discusiones sean muy apasionadas y difíciles de concordar. Más bien habría que sorprenderse de que Chile ha tenido la capacidad, particularmente los últimos veinte años, de ir estableciendo sus políticas educacionales con bastante acuerdo y probablemente ahora, una vez terminado el debate vuelva a reestablecerse una cierta condición de consenso y de acuerdo en torno a la LGE , más las otras que van a acompañar a la LGE , como la Ley de la Superintendencia , de Agencia de Calidad y algo que se ha comenzado a hablar recientemente que es una Ley para los Administradores Municipales”. 

-¿Por qué si esta LGE es tan histórica para el país, por qué si va a definir el futuro de tantas generaciones, no logramos llegar a acuerdo? ¿Dónde está la piedra de tope? 

“Mientras más trascendental son los temas, más difícil son los acuerdos, porque quiere decir que por algo son trascendentales, porque van a tener una repercusión de muy largo plazo, porque involucran opciones valóricas que la gente las siente con mucha fuerza y como esta es una sociedad plural, hay distintos ideales respecto de cómo organizar la educación. Al final, cuesta llegar a acuerdo y esto es lo que se ha reflejado en el debate de los últimos dos o tres años en Chile».   

-¿Es esta Ley General de Educación lo mejor que podemos esperar en lo que respecta a un acuerdo político para avanzar? ¿Podemos esperar más? 

“Esta Ley lleva más de dos años, en realidad los temas de la ley en discusión. Hubo un Consejo creado por la Presidenta con representación de todas las organizaciones, de profesores, centros de padres y apoderados, de los estudiantes secundarios,  estudiantes universitarios de las distintas universidades, de los investigadores en educación, de las etnias. Esa comisión trabajó durante prácticamente un año e hizo consultas en todas las regiones del país, hizo audiencias  para no sé cuántas decenas de grupos. Luego, hubo una larga discusión política entre los partidos del gobierno y los partidos de la oposición para llegar a un proyecto de acuerdo. Cuando ese proyecto de acuerdo se empezó a discutir en la Cámara de Diputados, la Comisión de Educación citó a más de cincuenta organizaciones y personas, otra vez de todo tipo, las Iglesias, colegios de profesores, organizaciones sociales, ONG´s, universidades, expertos educacionales, para volver a discutir toda la materia y, ahora, finalmente se llegó a la votación. Estos son temas tan apasionantes que uno podría seguir, no uno o dos meses, sino diez años más discutiendo”. 

“Yo no tengo ninguna duda que esta es una ley tremendamente superior, desde el punto de vista de sus contenidos, pero además, desde el punto de vista de su gestación democrática, que la LOCE. Yo no tengo ninguna duda que sería obvio que hay que aprobarla. Quedarnos con la LOCE no sólo sería un retroceso, sino que un escándalo desde el punto de vista de la clase dirigente de este país”. 

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