La decisión del «Peta»

El voto del ex ministro de Defensa Mario Fernández podría dar un triunfo al Gobierno o terminar –de paso– con 40 años de trabajo en materias de anticoncepción.

Domingo 30 de marzo de 2008 _NOM_SECCION1
Por Por Carlos González y Daniela Ruiz / La Nación Domingo

El DC que puede inclinar la balanza de las políticas de fertilidad

La decisión del "Peta"
Nueve miembros del Tribunal Constitucional deben zanjar el debate valórico eterno: ¿es abortiva la píldora del día después? El voto del ex ministro de Defensa Mario Fernández podría dar un triunfo al Gobierno o terminar –de paso– con 40 años de trabajo en materias de anticoncepción. Aunque algunos creen que su “conservadurismo” sería determinante, otros aseguran que ya participó en estudios que podrían guiarlo por el camino contrario.

De los diez miembros del Tribunal Constitucional que deben pronunciarse sobre el requerimiento presentado por la derecha para prohibir la distribución de la píldora del día después, sólo nueve se encuentran habilitados para hacerlo. Enrique Navarro ya se automarginó de la discusión por haber emitido juicios en contra del fármaco antes de analizar el recurso, y, según los cálculos, sólo un voto inclinaría la balanza en contra o a favor de la píldora: el de Mario Fernández.

La tarea del "Peta" como lo llaman sus cercanos no es fácil. El organismo deberá pronunciarse sobre una de las políticas públicas más controvertidas: el acceso de todas las chilenas a la píldora del día después y, de paso, calificar también los últimos 40 años de acciones destinadas al control de la natalidad en Chile, ya que el requerimiento de la derecha también podría afectar a la entrega de los dispositivos intrauterinos (DIU), el método anticonceptivo que más utilizan las mujeres de escasos recursos en el país.

El Tribunal Constitucional está conformado por dos grandes grupos que se pueden distinguir claramente: el ala más conservadora, compuesta por Raúl Bertelsen, ex rector de la Universidad de los Andes; Marisol Peña, abogada de la Universidad Católica; José Luis Cea Egaña, también abogado de la UC, y el ex funcionario de la dictadura y hombre del ala dura de RN Marcelo Venegas. Del otro lado están Juan Colombo, los socialistas Francisco Fernández y Hernán Vodanovic, y el DC Jorge Correa Sutil, ex subsecretario del Interior.

Ambos bandos están peleando el voto de Fernández. Sobre el abogado DC, que ha sido subsecretario de Guerra y Aviación de Frei y ministro de Defensa de Ricardo Lagos, hay una coincidencia: no acepta presiones. Fiel al carácter disciplinado y metódico forjado en Alemania, donde hizo un doctorado en 1980, el "Peta" Fernández no aceptará que nadie interrumpa la decisión que tome, que según sus cercanos se guiará por su convicción y no por razones políticas. "Es muy difícil saber cómo va a votar, lo que sí sé es que es muy ‘principista’; es decir, sólo se guiará por sus principios al momento de tomar una decisión. Es muy alemán para sus cosas y su profunda fe católica lo ha hecho un hombre conservador", asegura uno de sus cercanos.

La relación de Mario Fernández con la política comenzó en la época escolar, cuando fue dirigente estudiantil del Liceo de Hombres de Rancagua y delegado del Congreso Nacional de Estudiantes Secundarios que se realizó en Talca el año 1963. Se caracteriza por ser muy responsable, estudioso y acucioso, lo que no le resta espacio al buen humor, que, según sus amigos, lo hizo destacarse en su etapa universitaria en las semanas de la Escuela de Derecho.

EL ESTUDIO DE LA DC

En 1980 se doctoró en Heidelberg con el connotado académico Dieter Nohlan, de quien posteriormente fue asistente y coautor en varias de sus publicaciones.

Dentro del Partido Demócrata Cristiano es conocido por ser un destacado académico, intelectual y de formación conservadora. Pero también es reconocida su estrecha amistad con la presidenta de la DC, Soledad Alvear, quien es la madrina de uno de sus hijos. Él también es padrino de uno de los hijos de la presidenta de la falange, que sólo se ha referido en público a la entrega de la píldora del día después a partir de los 14 años, acción que criticó abiertamente.

Fernández también tiene una relación cercana con la actual Presidenta de la República, Michelle Bachelet, a quien conoció en 1997 en el Colegio Interamericano de Defensa en Washington. De hecho, habría sido Fernández quien sugirió su nombre para sucederlo en la cartera de Defensa en el Gobierno de Ricardo Lagos.

Independiente de su voto anterior, que ayudó a acoger el trámite, existe un precedente que podría dar algunas luces sobre la opción por la que se inclinaría Fernández: el estudio que a fines del año 2000 encargó la DC sobre la píldora, cuando la bancada era presidida por Ricardo Hormazábal. La comisión estuvo a cargo de Mariano Ruiz-Esquide y se asesoró con médicos y especialistas en el tema, quienes concluyeron que el fármaco no era abortivo. Fue entonces que la DC acordó respaldar la entrega de la píldora, con sus debidas providencias. "Si la memoria no me falla, Fernández debiera tener en cuenta dicho informe, que se elaboró cuando la discusión en torno a la pastilla del día después comenzaba a perfilarse como el gran debate valórico de los últimos tiempos", asegura Hormazábal.

El tema de los DIU y la píldora se instaló de nuevo en la agenda esta semana, luego que el TC analizara la causa el martes, jueves y viernes, hecho que generó expectación, pero en el organismo todavía no se toma ni siquiera un acuerdo a favor o en contra de la presentación de los parlamentarios de la Alianza, por lo que el fallo seguirá en suspenso los próximos días. LND


Mujeres en fuga

Si el Tribunal Constitucional falla contra el uso de los dispositivos intrauterinos, ¿las mujeres se tendrán que sacar la T de cobre? El ginecólogo del Ministerio de Salud (Minsal) René Castro se encoge de hombros y no sabe qué responder. No le cabe en la cabeza que este organismo pueda pronunciarse en contra de un mecanismo utilizado desde el Gobierno de Eduardo Frei Montalva y que ni siquiera fue eliminado durante la dictadura militar.

Castro es el encargado del Programa de Salud de la Mujer del Minsal y sabe que la prohibición de la T sería un duro golpe a las políticas de fertilidad de los últimos 40 años. ¿La razón? Hasta diciembre de 2007, más de 1,16 millones de mujeres son parte del Programa de Regulación de la Fecundidad del ministerio, de las cuales 545 mil usan este DIU, que tiene una vida útil de 12 a 15 años.

La T es un dispositivo plástico –enrollado en hilo de cobre– que es considerado abortivo por un grupo de parlamentarios de la Alianza, que el año pasado presentó un requerimiento al TC contra las Normas de Regulación de la Fertilidad del Gobierno, y que también objeta la distribución de la píldora del día después.

“Si el dispositivo fuera abortivo, cómo explicamos que haya mujeres que se embarazan con el dispositivo y que incluso llegan hasta el final del embarazo con la T puesta”, dice Castro.

 

ESTAMPIDA EN LOS CONSULTORIOS

El ginecólogo sostiene que la eliminación de los DIU podría provocar una estampida de las mujeres que asisten a los consultorios, tal como ocurrió en 1978, cuando se hizo un llamado a aumentar la familia por razones geopolíticas, en pleno conflicto con Argentina, medida que se malinterpretó, pero que podría provocar el mismo efecto después de un fallo adverso del TC.

“Yo era médico en ese entonces y muchas mujeres me decían que no querían ir al consultorio porque tenían temor a que les retiraran los dispositivos. La población sabía la ventaja de tener un método anticonceptivo y por temor dejaron de ir a los consultorios, costó mucho para que volvieran”, recordó Castro.

En caso que se elimine la entrega de los DIU y la pastilla, el ministerio tendrá que potenciar los métodos hormonales que utilizan 555 mil mujeres y los preservativos, aunque éstos son usados en mucha menor proporción –no se solicitaron más de 60 mil unidades en 2007.

Otro de los impactos que se derivarían de una resolución negativa del TC es el aumento de las esterilizaciones. Solución drástica que no tiene la reversibilidad de un dispositivo. “A lo mejor, muchas mujeres decidirían esterilizarse, porque no le darían seguridad las pastillas o han tenido mala experiencia con ellas. Si toma esta decisión, tiene que tener claro que es definitivo”, explicó.

 

PÍLDORAS EN CARPETA

Para la Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa), ONG que desde 1965 trabaja en políticas de planificación familiar, el TC debería pronunciarse en contra de los diputados conservadores, debido a la evidencia científica que demuestra que ambos métodos no son abortivos. “Sin embargo, de no ser así, apoyaremos iniciativas tendientes a hacer prevalecer el derecho a decidir cuál de ellos usar por parte de las personas”, señaló Aprofa.

“Existe evidencia que en ninguna sociedad ha sido posible terminar completamente con el riesgo de embarazos no deseados, sea por el inadecuado uso de métodos, falla de los mismos, no acceso, o bien como consecuencia de la violencia sexual contra las mujeres. Por lo que una medida como la planteada generaría consecuencias gravísimas en mujeres adolescentes jóvenes y adultas en la esfera de la salud sexual y reproductiva, trastornos en el desarrollo de sus proyectos vitales y en el de los niños y niñas. Es razonable pensar también que dado el volumen de estas situaciones, cuando no sea posible impedir la fecundación, llevará a un inevitable incremento de abortos inseguros”, advirtió el organismo.

“Ninguna investigación ha demostrado que la píldora sea abortiva, incluso las más recientes. Esto es para mí un intento de dictadura moral, donde unos pocos deciden obligar a la gente; eso es inaceptable en una sociedad como la nuestra”, afirmó Horacio Croxatto, presidente del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva.

Aprofa promueve hoy un conjunto de métodos anticonceptivos y se encuentra realizando los trámites para obtener un registro sanitario definitivo para el Optinor, píldora del día después importada y para la cual esperan la pronta aprobación del Instituto de Salud Pública.

Sin embargo, en caso de no poder legalizarla por una resolución adversa del TC, habrá que esperar que el doctor Croxatto termine de fabricar una nueva píldora del día después, que no tendrá el polémico levonorgestrel 0.75, cuestionado por los diputados de la Alianza, sino que será a base de una droga común.

Croxatto señaló que están probando el nuevo fármaco, pero no estará listo antes de dos años en el mercado nacional, si es que alguna empresa farmacéutica se interesa en producirlo. El médico sostuvo que las razones que lo motivaron a buscar un nuevo medicamento que no pueda ser objetado son científicas y de orden social.

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