Lorena Fries de Corporación Humanas: “Las feministas debemos abrir el proceso constitucional”

Lorena Fries de Corporación Humanas: “Las feministas debemos abrir el proceso constitucional”

Por Daniel Meza Riquelme

Lorena Fries, abogada que fue la primera en presidir el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), ex subsecretaria de Derechos Humanos y actual presidenta de Corporación Humanas, se encuentra convencida que las mujeres aún no son ciudadanas plenas y que siguen relegadas a un segundo orden. Porque hasta el día de hoy deben cargar con una doble jornada laboral que no es valorada ni remunerada. A su parecer, para que exista una democracia paritaria, el trabajo de cuidado debe ser reconocido junto con los derechos reproductivos de las mujeres. Acerca de los tiempos que corren, asegura que mantener la movilización social, es importante para democratizar un posible espacio constituyente.

Lorena, hoy coordinadora nacional del movimiento Unir (escisión del Partido Socialista) que es parte del Frente Amplio, cree que los partidos políticos históricamente han sido herramientas de interpretación y representación de masas. Reconoce que, en el Siglo XXI, aquella definición clásica ha quedado algo desfasada. Actualmente, existe un tránsito a una diversidad de sujetos y sujetas políticas que con diferentes demandas.  A su parecer, los nuevos conglomerados han diagnosticado y generado un discurso para este nuevo escenario histórico, comenzado a establecer lazos con los territorios y sus organizaciones sociales. “Sin embargo, producto de la revuelta social, y luego con el acuerdo constitucional, de nuevo se ha reeditado y mantenido la separación entre el mundo de la política institucional respecto del social”.

Cree que el Frente Amplio tiene un mayor potencial para adaptarse y dialogar con los nuevos actores sociales. Puesto que, interpreta, sus líneas fundacionales, se entroncan en los nuevos conflictos y contradicciones del Chile neoliberal. Afirma que el despliegue mediático en las negociaciones fallidas con la ex Nueva Mayoría, para realizar una primaria conjunta de cara a las elecciones municipales y de gobernadores, no ayudan a su proyección. Primero, Lorena postula que la visibilidad  de la tesis del resto de la oposición, que  responsabiliza al Frente Amplio, se debió a que “son partidos con historia y acceso a medios. Cuentan con recursos que no necesariamente tienen los sectores minoritarios o más nuevos en la política”. Luego, que el hecho se enmarcó en un contexto político instalado desde hace meses.

“En el parlamento, durante el último año, se lograron muy pocas cosas de manera unitaria. El otro factor es  como cada partido entra al ciclo electoral. Esos dos elementos hacían difícil la unidad en una primaria. Sobre todo cuando es un concepto de unidad desligado de contenidos, objetivos y programa . Así, no tenía mucho sentido (…) Estos tipos de llamado se dan justo antes de las elecciones y sin propósito. Estoy por todas las formas de unidad posible, pero con una agenda, un programa y un propósito constitucional que efectivamente transformen el modelo político, social y económico en el que estamos viviendo. De otra forma, ¿para qué quiero la unidad? Podemos llegar juntos a un acuerdo, luego, en ese espacio, como sucedió con la ex Nueva Mayoría, que comiencen los conflictos porque alguien diga ´es que no me leí el programa, no me lo leí bien o en realidad nunca me importó´. Eso no puede ser, la unidad tiene que darse en función de contenido y eso hasta ahora no se ha visto”.

“Las grandes transformaciones no se logran si las mujeres no estamos movilizadas”

“A nosotras nos importa que en la Convención Constitucional vayan mujeres que quieran cambiar esta sociedad, porque ahora viene el momento para poder incidir con las demandas feministas en la futura Constitución”. Hace tres semanas Corporación Humanas, en conjunto con 20 organizaciones feministas emplazó a los partidos políticos. A través de la misiva lesexigieron incluir candidatas feministas independientes en sus listas junto con demandar que en una posible discusión constituyente se defiendan cinco ejes: enfoque de género en todos los debates, que la paridad se plasme en todos los órganos del Estado, garantía a los derechos humanos de las mujeres, generación de mecanismos democráticos para una real participación de la ciudadanía y el reconocimiento de los trabajos de cuidados.

Lorena postula que esos mínimos son imperiosos porque desde el 18 de octubre del 2019 se hizo evidente que la gran demanda de la ciudadanía es incidir y participar de las decisiones. “El acuerdo tiene ciertas trabas en la forma en la que se elige a quienes integrarán  el mecanismo constitucional. Esto obliga esta vez, creo yo, a los partidos a ser bastante más generosos de lo que han sido con el movimiento social (…) Asimismo, necesitamos que haya una gran diversidad de personas en la Convención Constitucional. Que esta sea el reflejo de lo que es Chile hoy día. El país no son sólo los partidos políticos. Eso ya la manifestó la ciudadanía, quien fue la que ganó este proceso constituyente”.

Piensa que la necesidad de los actores para encarar el proceso constituyente es una oportunidad para recomponer una relación que lleva décadas quebrada: el diálogo entre movimientos sociales, organizaciones civiles y los partidos políticos. Al ser consultada si existe el tiempo necesario para recomponer un vínculo del cual desconfía una gran parte de la ciudadanía, Lorena Fríes responde que de igual forma es necesario hacer el intento pero que la iniciativa de buscar confianza y de generosidad política, debe venir desde los partidos.

“Por lo mismo creemos que es necesario lograr, desde el movimiento feminista, un diálogo con todos los partidos de la oposición. Entendemos que en la derecha son muy pocas las que están por las transformaciones profundas de género. También los partidos políticos, que tienen las de ganar en este proceso constitucional, tienen que hacer un esfuerzo y dar cuenta de su generosidad. Para así generar diálogos que permitan restablecer la confianza”.

Un futuro espacio constitucional será un lugar, dependiendo de la representación que logre el oficialismo, de disputa ideológica. Es probable, producto del quórum establecido, que se deba llegar a acuerdos con sectores divergentes. Ante esto, la abogada opina, que los feminismos son diversos y ella habla desde su trinchera, que hay ciertos mínimos que la oposición no puede transar. “Es fundamental, tanto para todos los géneros e identidades que componen nuestra sociedad, que no se imponga un cerrojo democrático. Es decir, que no se establezcan instituciones, como el actual Tribunal Constitucional, que a su parecer van en contra de la voluntad de las mayorías. Tampoco, altos quórums difíciles de alcanzar: “Es clave que una democracia pueda ir absorbiendo y resolviendo los problemas que aparecen”.

“Luego ya, en el campo feminista, evidentemente creo que hay cuestiones que tienen que ver la democracia paritaria que debiera ser un principio dogmático de la Constitución y verse reflejado en los órganos del Estado. También la problemática de los trabajos de cuidados. Es un trabajo que miles de mujeres deben realizar con toda la carga en términos de tiempo, pero también en términos económicos. Ese es un principio que se opone al de subsidiaridad y más bien se entronca con un principio de solidaridad y de cuidados. No estoy diciendo que esté en una parte de la Constitución, pero me parece que es un tema fundamental”.

“Un tercer campo tiene que ver con los derechos de las mujeres, sobre todo aquellos que por diferencia de género no están: el derecho a vivir una vida libre de violencia. Que el Estado efectivamente garantice, prevenga y sancione, la violencia contra las mujeres hasta que la erradique. Me parece que los derechos sexuales y reproductivos son clave, ya que son  la base de algo que actualmente sólo poseen los hombres, la autonomía sobre nuestros propios cuerpos. Conjuntamente, la autonomía económica. En el fondo se trata que, a través de nueva Constitución, las mujeres podamos desarrollar nuestras capacidades en plena igualdad con los hombres haciendo énfasis en nuestras necesidades”.

“En los últimos años ha sido la movilización la que nos ha traído al punto en que estamos. Yo no veo posible que este proceso constitucional se ensimisme, porque eso lo que va a generar es frustración e indignación. Por lo tanto, sería muy sabio de parte de quienes van a elaborar el reglamento, incorporar fórmulas novedosas y creativas. Por supuesto que la movilización es un mecanismo democrático de presión que debiera estar presente. Las grandes trasformaciones no se logran, como por ejemplo en el caso del derecho a voto, sin que las mujeres estemos también movilizadas”.

El mayor potencial que tenemos las feministas, es que la gente que mayoritariamente declara por las encuestas qué hemos hecho, se encuentra consciente de la discriminación de género que existe en la sociedad chilena. Ese es el mayor capital que tenemos para que no haya retroceso y que no nos quedemos como estamos. Por eso también la movilización va a ser central en el proceso constitucional. Creo que habrá mucha violencia, sobre todo en las redes para las feministas y en especial hacia aquellas que asuman en la Constituyente un liderazgo publico frente a los temas de género. Tendremos que generar algunos procedimientos, así identificar los discursos de odio que seguramente van a estar presentes durante el proceso. Estamos en eso.  Creo que nuestro mayor capital es la razón, que ya se encuentra presente en el sentido común de la ciudadanía, respecto de la desigualdad estructural que vivimos las mujeres”.

Al ser consultada si en el futuro los partidos políticos podrían privilegian a sus militantes o a mujeres con cierto capital cultural, en desmedro de pobladoras y de la diversidad de mujeres que componen el territorio, bajo la excusa que en un espacio de fuerte disputa de contenidos se necesitará de operadoras experimentadas, responde: “Me imagino que es una reflexión que pueden estar haciendo. Yo creo que es tan importante el proceso que estamos viviendo que lo fundamental aquí, antes del cálculo de cómo se negocia, que obviamente va a ser importante, es que allí esté representado Chile y eso es más allá de los militantes.  Es crucial sea un proceso abierto y de cara a la ciudadanía. Me parece que esos dos componentes le dan la legitimidad para después ir resolviendo también cómo se negocia y qué se negocia dentro de la Convención Constitucional, pero eso ya es un punto bastante más concreto. Además, grupos feministas serán el soporte para quienes sean nuestras y nuestros representantes dentro de la Convención Constitucional, habrá asesoras.”

Durante los años de la Concertación no se quiso ni se pudo reformar a Carabineros”

“Carabineros no responde al nivel de desarrollo democrático que estamos viviendo. Al terminar la dictadura no tuvo una reforma profunda, así que su cultura organizacional ha permanecido, con algunas permeabilidades, más o menos intacta”. A esto se sumaría, desde su perspectiva, que la Institución mantiene un enfoque militarizado donde se percibe el control del orden público como una ausencia de conflicto político. “Lo que se contradice con una sociedad dinámica, con conflictos que se procesan dentro del juego democrático. No tienen una cultura democrática”.

“A mi parecer, durante los años de la Concertación no se quiso ni se pudo reformar a Carabineros”. Señala, en el contexto de una cultura arraigada de escaso control por parte del mundo civil, que no existió la voluntad política necesaria En parte producto de un eventual chantaje que podrían haber realizado al poder Ejecutivo. Al ser consultada sobre si aquella explicación es autocomplaciente, ya que en aquel período la policía siguió adquiriendo cuotas de poder, señala: “También fue conveniente para esos gobiernos no comprarse un conflicto con ellos. Además de siempre poder decir ´este fue un problema de carabineros, no fue un problema nuestro´. Eso es lo que está haciendo aguas hoy día. No se quiso y no se pudo”.

“En Carabineros tenemos un problema estructural: su cultura institucional que es contraria a los derechos humanos. Es muy difícil que una medida particular pueda solucionar el problema que estamos viviendo, no va a ser suficiente y sería un parche.  Porque se requiere, además la responsabilidad política, una refundación de la policía chilena”.

Agrega que el actuar del general director Mario Rozas ya sobrepaso los límites. Que su destitución, solicitada desde la revuelta social por los movimientos sociales y la oposición política, debe ser urgente. Al parecer de Lorena, Rozas no ha recogido ninguna de las recomendaciones realizadas por los informes de organismos internacionales de derechos humanos. También, por sus declaraciones, asegurando que no existirán consecuencias para las acciones que los funcionarios realicen en servicio. “El Alto Mando no ha podido encausar a Carabineros para que respeten los derechos humanos mientras controlan el orden público. Hay una tolerancia en el actuar de Carabineros que se traduce en impunidad, y la impunidad genera más impunidad”.

Señala que en una refundación de la institución deben existir elementos mínimos. Lo primero, “es que se tiene que acabar con el clasismo”, donde los altos cargos sólo pueden ser ejercidos por aquellos que contaron con los recursos para ingresar a la Escuela de Oficiales. Otro requisito, es que la policía se encuentre “subordinada de manera absoluta al poder civil”. Además, se debe abandonar el enfoque de militarización y adoptar uno comunitario. “

“Pero dudo mucho que este cambio comience a corto plazo, porque finalmente estamos frente a un gobierno que no tiene proyecto político y se encuentra absolutamente deslegitimado. La verdad es que lo único que les permite manejarse, es el uso de la fuerza. Espero que las bases de unas fuerzas policiales democráticas, vinculadas con la comunidad se den en el marco de la constituyente. No me refiero a que sea un tema que deba estar en la Constitución, pero si es un elemento clave de diseñar en el nuevo ciclo democrático”.

“En la Transición nosotras fuimos las transadas”

La presidenta de la Corporación Humana valora que en los últimos años diversos partidos de la oposición se hayan declarado feministas. A su parecer es un buen punto de partida para visibilizar a las mujeres y las disputas que dan al interior de sus organizaciones para ser reconocidas. Dice que , es un primer mecanismo para comenzar a equilibrar el poder. Sin embargo, sólo con eso no eso basta.

“Se deben incluir más elementos. Por ejemplo, debe existir paridad en todas las instancias de un partido. El feminismo no solamente debe ser parte de la reflexión que hacen las feministas al interior de su organización, sino que también tiene que estar presente en la reflexión que realizan los dirigentes masculinos. Eso, obviamente, toma tiempo, pero se acelera con la potencia y la fuerza del movimiento feminista”.

«La democracia tiene con nosotras la deuda de la ciudadanía plena. Desde el noventa en adelante, obviamente, se han realizado avances. Cada vez que se avanza hay una especie de acción virtuosa, que genera una consolidación de una cultura antidiscriminatoria. Pero no ha sido suficiente, aún las mujeres no tenemos la ciudadanía plena. Sólo la obtendremos cuando se superen todas las trabas que nos impone la discriminación de género estructural”.

“Creo que durante la transición faltó voluntad política. Recuerdo que en varias oportunidades señalé que éramos las mujeres las que habíamos sido tranzadas en la transición, ya que esperamos muchos años para que nuestros temas fueran parte de la agenda pública. La única forma en que se avanzaba era cuando había avances internacionales que impactaban y de alguna manera movilizaban internamente. Por supuesto que haber tenido una presidenta generó bastantes avances, pensemos en los más dramáticos en términos positivos: el aborto en tres causales y el aumento de la participación política. Es energía virtuosa ha ido consolidando y empoderando a las mujeres, tanto a nivel de decisiones sobre sus cuerpos y sus participaciones en los espacios de toma de decisiones”.

“En las elecciones municipales, creo, que el feminismo va a tener un rol fundamental. Aquellos partidos que hoy día se declaran feministas, o aquellos que han incorporado el feminismo como parte de su militancia, también tendrán tener una voz fuerte en la Convención Constitucional. Bueno, y si gana la Convención Mixta, igualmente tendrán una postura enérgica. Porque hoy día, una no puede entender una transformación social donde el eje central no sea desmontar esta sociedad y democracia patriarcal”.

Lorena Fries finaliza la entrevista reafirmando que se encuentra esperanzada en el nuevo ciclo político. Pese a la reacción conservadora que podría bloquear los avances en los derechos de las mujeres. Porque después de siete décadas de lucha feminista por la ciudadanía plena, cree que las mujeres tienen la fuerza y organización necesaria para abordar un posible e inédito proceso constitucional paritario: “Yo pensé que a mí no me iba a tocar verlo. Yo me siento tremendamente privilegiada de poder participar”.

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