Mujeres y Reconstrucción: aprendizajes y expectativas

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Se cumple un nuevo aniversario del 27F, que dejó a miles de familias damnificadas en la zona centro sur de Chile. El Gobierno saliente realiza un balance positivo de lo que ha sido el proceso de reconstrucción. El Gobierno entrante genera esperanzas para que efectivamente se entreguen soluciones.

Han transcurridos cuatro años del terremoto y tsunami que sacudió al país. Familias de las localidades de Arauco, Talca, Constitución, Llico, Talcahuano, Concepción y muchas otras, sortearon las dificultades que el proceso de reconstrucción ha traído consigo. Estos cuatro años han sido la oportunidad para la organización, la generación de un movimiento que aboga, incansablemente, por una reconstrucción con participación ciudadana.

Estos años, también fueron el espacio que han tenido las mujeres, que a la cabeza de aldeas, comités habitacionales, juntas de vecinos y coordinadoras regionales se enfrentaron a las autoridades, fiscalizaron y demandaron una solución habitacional. Muchas consiguieron resultados, otras siguen esperando. Un proceso que acusan de lento y doloroso.

Relevar la acción de las mujeres ha sido el trabajo del Observatorio de Género y Equidad. Con la iniciativa «Incorporando Género en la Reconstrucción: Mujeres Líderes y Nuevas Tecnologías», apoyada por la Unión Europea, acompañamos a dirigentas de San Felipe, Colchagua, Talca y Tirúa con el objeto de fortalecer a mujeres líderes de localidades afectadas por el terremoto. También lo hicimos a través de una invitación del Observatorio de la Reconstrucción para realizar talleres a mujeres de Constitución, Arauco, Cauquenes y Concepción. En cada acción corroboramos, in situ, cómo estaban operando las autoridades, la falta de respuesta, las injusticias y el rol de la organización de las mujeres.

Las promesas largamente dilatadas en su resolución, la nula participación real de los vecinos y vecinas en ello, generan desilusión y desconfianza frente a los responsables de dar cumplimento a los compromisos adquiridos. Hoy hemos recogido las experiencias de distintas dirigentas, convencidas en que visibilizar su realidad permite no olvidar lo que ocurrió el 27F de 2010 y la necesidad imperiosa de alcanzar una reconstrucción digna y justa, que es además, una tarea democrática y democratizadora. 

Marlene Ávila, Coordinadora del Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa Talca: «Hemos sido capaces de tener una gran fortaleza, porque creemos que tenemos la verdad en nuestras manos». Leer más

Verónica González, ex Presidenta Junta de Vecinos Agüita de la Perdiz de Concepción: «Si nos unimos con otras organizaciones de mujeres, tenemos más fuerza para ser escuchadas y así vamos sumando a otras organizaciones sociales». Leer más

Nayadeth Manosalve, Dirigenta Comité de Allegados de Viviendas «Fuerza Unida» de Talcahuano: «Somos más fuertes y hemos tenido que sacar la cara para defender nuestros derechos». Leer más 

Luisa Nieto, Secretaria del Comité Habitacional Falucho II de Constitución: «Han sido difíciles estos cuatro años. Como grupo hemos salido adelante solas. Hay que poner el hombro, qué sacamos con estar afectadas y quejarnos». Leer más

Tusy Urra, Coordinadora del Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa. MNRJ: «La organización, la permanencia, constancia y consecuencia de los dirigentes del Movimiento que en su mayoría son mujeres, es positiva». Leer más 

Regina Vásquez, Presidenta de la Aldea Eduardo Frei de Arauco: «Pese al gran sufrimiento, para mí fue importante sacar la cara por todas las mujeres y sus familias. No es fácil ser dirigenta». Leer más

 

Por Fabiola Gutiérrez, periodista Observatorio de Género y Equidad

 

 

 

marlen avilaMarlene Ávila, Coordinadora del Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa Talca.

Transcurridos 4 años del terremoto y tsunami del 27 febrero de 2010 ¿Cuál es el balance que hacen del proceso de reconstrucción?

El proceso de reconstrucción ha sido bastante largo, lento e ineficiente por parte de la autoridad. Todavía existen muchas familias damnificadas en los territorios que corresponden desde la Región del Maule hacia el sur.

Por otra parte, existen cifras que han sido infladas respecto a la realidad de los territorios. Sabemos que en algunos comités de damnificados/as, el 30% correspondía a familias regulares, no a familias damnificadas. Hay cifras de reconstrucción que no tienen nada que ver con la realidad.

En Talca, por ejemplo, el 70% de las reparaciones en el barrio histórico se hizo por cuenta de cada familia, no fue parte de un subsidio del Estado. Los subsidios fueron enfocados en otros territorios que extrañamente no estaban damnificados. Este fue un trabajo que hizo la ONG Sur Maule, correspondiente a una muestra del centro histórico en relación a las reparaciones realizadas.

También, se entregaron subsidios de 50 UF y que las familias no quisieron tomar porque no servía para las casas patrimoniales, el municipio prácticamente las obligaba a demoler porque si no se aceptaba reparar, había que demoler las casas. En sitios residentes hay una gran cantidad de familias que quedaron fuera del proceso de reconstrucción por la burocracia de las autoridades regionales.

 ¿Cómo ha sido la organización de las mujeres en el proceso de reconstrucción?

La mayoría de las personas que están a la cabeza del Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa somos mujeres. Hemos sido capaces de tener una gran fortaleza, porque creemos que tenemos la verdad en nuestras manos.

El proceso ha sido largo y doloroso para nosotras. Nos ha pasado la cuenta a nivel personal y familiar. Estamos estresadas transcurridos cuatros años porque el hecho de ser dirigenta implica poner la cara por muchas personas, pasas a ser la piedra en el zapato para el Gobierno. Por lo tanto, hemos sido bastante vulneradas en nuestros derechos como personas, hemos sido vilipendiadas, detenidas y perseguidas.

Lo que sucedió en Talca, también lo han vivido las dirigentes en Dichato y Llico, incluso se nos ha expulsado de los comités a los que pertenecíamos y producto de ello se nos ha negado el derecho a un subsidio habitacional, a una nueva casa, por alzar la voz y por el hecho de ser dirigentes.

Muchas casas fueron entregadas una semana antes que se cumpliera un nuevo aniversario del 27 F, pero nosotras hemos quedado fuera. En mi caso, he presentado un recurso de protección, el costo de estar representando a muchas personas ha sido altísimo.

Más allá de los costos que se pagan ¿Qué oportunidades generó la organización de las mujeres?

Para nosotras ha sido un proceso de reconstrucción bastante perverso y neoliberal. Como mujeres lo hemos vivido aún más castigadas, porque muchas de las personas damnificadas eran y son mujeres. Nunca se les dio la oportunidad de postular a un subsidio por el hecho de ser mujeres. Muchas que estaban separadas tuvieron que justarse con sus parejas para postular a una casa, otras incluso tuvieron que casarse. En realidad existieron muchas trabas para las mujeres y nosotras hemos estado dando la cara en la calle siempre.

Somos dirigentas de base que no recibimos el sueldo de nadie. Hemos realizado un trabajo increíble durante estos cuatro años. Hemos levantado información e incluso entregamos una propuesta de trabajo para el nuevo Gobierno. Consideramos que hemos sido un tremendo aporte a este proceso. Pero hemos recibido como respuesta la prepotencia de la autoridad que jamás nos llamó y escuchó. Siempre quisieron hacer ver que las y los dirigentes del Movimiento no existíamos, teniendo grandes fortalezas como personas y dirigentas/es.

¿Qué expectativas genera el Gobierno de Michelle Bachelet?

Tenemos bastante expectativas. Como Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa nos reunimos tres veces con la Encargada Territorial de la Presidenta, Fernanda Villegas, hicimos un trabajo respecto de la reconstrucción, borde costero, y centro histórico de Talca. Además, hicimos un petitorio de demandas con los temas pendientes y postulamos que era necesario un delegado presidencial para cada territorio con el fin de levantar la información incompleta.

Sugerimos la realización de un nuevo catastro, que acompañe la información que tenemos como Movimiento, porque somos quienes conocemos el territorio. También realizar una auditoría al SERVIU que ha estado mal enfocado ya que los comités que se crearon para postular a los subsidios, fueron constituidos por personas que no fueron damnificadas. Hay muchas constructoras que quebraron y dejaron los trabajos botados, se llevaron los dineros de las personas y esto generó enormes irregularidades.

La Presidenta Bachelet ha recogido nuestras propuestas y se comprometió con el trabajo de una mesa directa, porque reconoce que hemos sido un aporte fundamental en este proceso que aún no termina. Tenemos muchas esperanzas cifradas en que la Presidenta nos vuelva a invitar y entrar por la puerta ancha, porque así lo merecemos las dirigentas que hemos estado en la lucha constante. Hemos levantado la bandera de lucha por el derecho a la vivienda en Talca.

 

 

 

 

veronica gonzalezVerónica González, ex Presidenta de la Junta de Vecinos Agüita de la Perdiz de Concepción. Integrante de la Agrupación Mujeres Emprendedoras.

Transcurridos 4 años del terremoto y tsunami del 27 febrero de 2010 ¿Cuál es el balance que hacen del proceso de reconstrucción?

La reconstrucción ha sido lenta. Por lo que he visto y recorrido, es poco lo realizado. Son muchas las familias que aún esperan una vivienda y siguen en campamentos. Con el cambio de la administración en Concepción no se han generado mayores avances. La preocupación ha estado centrada en los arreglos de calles, pero no en la reconstrucción y las personas no son tomadas en cuenta.

Uno de los sectores más afectados sigue siendo Dichato, porque todavía tiene campamentos, y la otra localidad en Chiguayante, familias en campamentos que esperan sus viviendas. Incluso se entregaron casas, pero no están en condiciones habitables y las personas no pueden ocuparlas por la mala calidad. Todos siguen a la espera.

El sector Agüita de la Perdiz está bien. Hubo tres viviendas que se cayeron y logramos levantarlas con el apoyo de expertos que vinieron a evaluar las viviendas afectadas tras el terremoto. Hoy son viviendas sustentables, que se distancian mucho de las casas que entrega el Gobierno. Si la reconstrucción se hubiese realizado de esta forma, con el apoyo de personas y arquitectos que saben de viviendas y con los recursos con que levantamos, tendríamos otro tipo de casas, pero no nos dio ni el tiempo, ni las fuerzas.

¿Cómo ha sido la organización de las mujeres en el proceso de reconstrucción?

Las mujeres son las que salen a la calle, porque es la única forma de conseguir algo o que las autoridades nos escuchen. Ha sido la forma de organizarse, generar comunicación entre una población y otra, para hacer valer sus derechos por medio de protestas y marchas, lo que de alguna manera nos dio en su momento más peso.

Más allá de los costos que se pagan ¿Qué oportunidades generó la organización de las mujeres?

Nos dio fuerza. Si nos unimos con otras organizaciones de mujeres, tenemos más fuerza para ser escuchadas y así vamos sumando a otras organizaciones sociales, juveniles, de estudiantes, entre otras. Nos complementamos y hacemos una causa común que es lograr una reconstrucción justa.

Ahora no estoy en la presidencia de la Junta de Vecinos de Agüita de la Perdiz, por esto mismo, por hacer valer nuestros derechos y eso generó varios problemas con las autoridades. También, frente a la necesidad, vi que muchas personas se conformaban con una migaja y somos las y los dirigentes quienes andamos dando las peleas.

¿Qué expectativas genera el Gobierno de Michelle Bachelet?

Tenemos que esperar cómo será su mandato. Hizo promesas en su campaña, pero también sabemos que entre el dicho y el hecho pasan muchas cosas. Esperamos que la dejen hacer su trabajo, que la dejen gobernar y que cumpla lo que tiene que realizar. Una Presidenta necesita de apoyo y sabemos que los grandes empresarios defienden sus propios intereses. Esperamos que sea mejor que el Gobierno de Piñera.

 

 

 

 

Nayadeth ManosalveNayadeth Manosalve, Dirigenta del Comité de Allegados de Viviendas «Fuerza Unida» de la población Centinela de Talcahuano.

Transcurridos 4 años del terremoto y tsunami del 27 febrero de 2010 ¿Cuál es el balance que hacen del proceso de reconstrucción?

No hemos avanzando mucho desde el terremoto. Son muchas las personas que quedaron fuera de las soluciones habitacionales post terremoto. Muchas de nosotras no tuvimos la posibilidad de conseguir los papeles de inhabitabilidad para postular y fuimos dejadas a un lado. Un trámite para constatar que nuestros hogares no estaban aptos para ser habitados. Y eso básicamente porque éramos arrendatarios y las facilidades se les dieron a los dueños de las viviendas.

Por otra parte, hubo muchas irregularidades ya que personas que no vivían en el edificio nuestro contaban con la documentación y por ende, nos quedamos sin solución alguna. A las y los dirigentes que estábamos organizando las postulaciones en las Entidades de Gestión Inmobiliaria Social, EGIS, del Ministerio de Vivienda, nos cobraban por el certificado y simplemente nuestros papeles no llegaron al SERVIU correspondiente.

Somos alrededor de 30 familias las que seguimos habitando el Edificio Centinela, ya que quedaron dos en pie y los otros fueron demolidos. No fuimos arrendar a otro lugar porque no teníamos donde vivir, pero luego nos encontramos con que comenzaron a vender estos departamento o los cedieron o los tomaron.

En diciembre nos informamos de que quieren demoler estos edificios. Sacaron la mayoría de los medidores y según nos dijo la Compañía de Electricidad, esa fue una orden que dio SERVIU, entonces nos quedamos sin luz. Se nos dijo que nos sacarán de los bloques

El director del SERVIU, Francisco Merino, dijo que se había reunido con las familias para darnos una solución y eso es totalmente falso. Nosotros no estamos pidiendo que se nos regale nada. Queremos pagar la luz y el agua hasta que nos den una solución. No estamos pidiendo que arreglen los edificios y nos dejen acá viviendo gratis, es simplemente tener la posibilidad de postular a una vivienda, y mientras eso sucede, poder esperar donde actualmente estamos viviendo.

Son muchas las personas que invirtieron los dineros de sus libretas de ahorro arreglando los departamentos para tener un lugar digno donde vivir. Es mucho mejor vivir acá con un poco de luz y agua, a vivir en la ladera de un cerro donde no hay alcantarillado y sin servicios básicos. Estamos en estos edificios por necesidad, porque no nos alcanza y la respuesta de la autoridad es que con la plata que ganamos ahorremos, pero nosotros recibimos el sueldo mínimo que apenas nos alcanza para vivir. Hay familias que tienen de seis a siete integrantes, como hay otras que tiene tres y logran vivir un poco mejor. No nos alcanza para el ahorro.

¿Cómo ha sido la organización de las mujeres en el proceso de reconstrucción?

Ha sido una experiencia buena. Somos más fuertes y hemos tenido que sacar la cara para defender nuestros derechos, hacernos escuchar y dar la pelea para encontrar soluciones. No podemos esperar que sean siempre los hombres quienes saquen la cara y la gran mayoría somos madres solteras, que no tenemos otra posibilidad y que no nos queda otra, si no lo hacemos nosotras, ¿quién lo hará? Nosotras tenemos que velar por nuestros hijos, por entregarles una buena calidad de vida, esa es nuestra única posibilidad. No podemos dejarnos estar.

Más allá de los costos que se pagan ¿Qué oportunidades generó la organización de las mujeres?

No podemos valernos de otras personas. Las mujeres sí podemos luchar, podemos igual que los hombres y tenemos toda la posibilidad de ganar. Podemos ser mucho más fuertes de lo que nos vemos, organizarnos y levantar nuestra voz. Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias y lo que queremos es que el director del SERVIU nos reciba y entregue una respuesta cara a cara.

¿Qué expectativas genera el Gobierno de Michelle Bachelet?

Pensamos que al ser mujer la Presidenta nos va a comprender más. La verdad de las cosas es que hemos tratado de hacer todo lo que tenemos a nuestro alcance y quizá el Presidente nos hubiese escuchado, porque tal vez no sabe lo que estamos viviendo. Esperamos que el nuevo Gobierno nos entregue su apoyo, una solución, porque estamos pidiendo un poco de plazo y ayuda.

 

 

 

luisa nietoLuisa Nieto, Secretaria del Comité Habitacional Falucho II de Constitución

Transcurridos 4 años del terremoto y tsunami del 27 febrero de 2010 ¿Cuál es el balance que hacen del proceso de reconstrucción?

Quiero partir diciendo que aún no tengo mi casa. Los problemas han sido constantes con el SERVIU de Talca. Ni se pueden imaginar cómo vivimos la mayoría de las personas que formamos parte de este Comité. Hay familias que tienen niños y viven en una mediagua. Se han desarmado hasta matrimonios por las condiciones en que estamos. Todo afecta nuestra calidad de vida.

Las personas que forman parte del Comité no hemos estado en Aldeas, hemos estado en los sitios de sucesiones de nuestros familiares y así las autoridades menos nos toman en cuenta. Mi evaluación es que la reconstrucción ha sido muy lenta para quienes hemos estado en sitios residentes. Todavía falta mucho que construir en Constitución.

¿Cómo ha sido la organización de las mujeres en el proceso de reconstrucción?

En el Comité Falucho II de Constitución, compuesto por 34 familias, nos hemos organizado, hemos convocados a encuentros y reuniones, pero no hemos tenido ninguna facilidad para acceder a una casa. Al contrario se nos presentan problemas y nos sacan en cara que somos familiares particulares a lo cual respondemos que somos gente damnificada. Incluso, hay damnificados que ni siquiera se presentaron para postular al subsidio habitacional y hoy no tienen derecho a nada.

En el Comité salimos adelante solas, hay muchas mujeres que son madres solteras y no tenemos al compañero al lado. Sin embargo, esto nos ha fortalecido, pero son muchas las mujeres que se han enfermado, muchos de nuestros adultos mayores han fallecido.

Más allá de los costos que se pagan ¿Qué oportunidades generó la organización de las mujeres?

Han sido difíciles estos cuatro años. Como grupo hemos salido adelante solas. Hay que poner el hombro, qué sacamos con estar afectadas y quejarnos, tenemos que seguir luchando. La tarea es salir adelante. Hay que reconocer en todo caso que hay dirigentas, pero también hay hombres que trabajan por los derechos de las familias damnificadas.

Estoy cansada. Soy una persona que tiene cáncer, tuve un derrame neural en tercer grado y una serie de problemas, además de vivir en una mediagua y esto me produce una gran pena, porque además estoy a cargo de mi nieto ya que mi hija tuvo que partir a Santiago a trabajar.

¿Qué expectativas genera el Gobierno de Michelle Bachelet?

Una entrevista que me realizaron, da cuenta en las condiciones que estamos viviendo y la falta de respuesta, se la hicieron llegar a la Presidenta. Espero que vea las cosas de manera más claras a diferencia del Presidente Piñera, con el cual hablé y le expuse que la mayoría de los damnificados son adultos mayores y que no saben cómo empezar de nuevo. Muchas personas han estado con depresión y otros tantos han fallecido. Estamos cansadas de las mentiras, queremos que no nos mientan más. Llevo tres años haciendo papeleos, con las mismas respuestas: «ahora va a ser su oportunidad». Siempre son tres meses más, tres meses más y no pasa nada.

 

 

 

 

 

tusy urraTusy Urra, Coordinadora del Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa. MNRJ.

Transcurridos 4 años del terremoto y tsunami del 27 febrero de 2010 ¿Cuál es el balance que hacen del proceso de reconstrucción?

Han sido cuatro años de trabajo por parte del Movimiento y el territorio. En ese sentido, realizamos un balance de la comunidad y organización bastante positivo, por el hecho de seguir en la lucha, en la demanda permanente, el haber tenido un par de logros y seguir activos.

Respecto al balance oficial o el show mediático que está entregando el Gobierno es negativo. Cada vez que llega el 27F, vemos como inauguran viviendas, se entregan llaves y se transforma todo en una gran mentira para las personas, la prensa y el país, en general. Todo va en perjuicio de nuestras comunidades, sobre todo con una visión para el extranjero que no es, que se aleja de la realidad.

En la Región Metropolitana tenemos Villa Olímpica, Villa Canadá, Cruz Gana, Villa San Joaquín, Villa Brasil, Villa Portales y Bajos de Mena, con balance negativo al igual que en muchas zonas del sur del país. El único lugar donde se han entregado las obras en su totalidad es Villa Olímpica en Ñuñoa, donde se trabajó siempre bajo presión, pero tenemos problemas en la calidad de lo reconstruido. También tenemos pendiente un compromiso del Estado por parte del Ministerio de Vivienda, de reparar la totalidad de los techos, cosa que aún no concluye en nuestra Villa. Para qué decir lo que pasa en las Villas Canadá y Cruz Gana, son nuestros vecinos y nos separa sólo una calle, tienen las obras paralizadas desde el mes de diciembre 2013 y hasta ahora sólo tienen el 40% reconstruido. En Villa Brasil, comuna de San Joaquín, recién tienen un piso reconstruido de los edificios y eso corresponde al 10%. Villa Portales, en Estación Central, está reportando que las obras no están quedando de buena calidad.

En razón de lo descrito el balance es negativo. Por eso no se inauguró nada en Santiago y todo se hizo en regiones.

¿Cómo ha sido la organización de las mujeres en el proceso de reconstrucción?

Por parte de la organización, la permanencia, constancia y consecuencia de los dirigentes del Movimiento que en su mayoría son mujeres, es positiva y nuestro trabajo se ha constituido en un gran logro. Hay un valor en lo que significa la constancia de las mujeres y la voz representativa en temas de vivienda y reconstrucción, que no es menor. Para el Estado la contraparte en los territorios somos las mujeres.

Más allá de los costos que se pagan ¿Qué oportunidades generó la organización de las mujeres?

Frente a un escenario de emergencia las mujeres supimos desenvolvernos en diversos ámbitos. Aunque las labores tradicionales no se dejan de lado, seguimos a la cabeza de las casas, el cuidado, etc.; hay una carga social de constante demanda y acción. Esto nos deja bien paradas e inmunes frente a todo.

Las dirigentas nos convertimos en las mujeres de hierro y sentimiento a la vez. Seguimos trabajando, cooperando, desenvolviéndonos en lo profesional. Nos hemos convertido en una voz representativa y técnica al mismo tiempo.

¿Qué expectativas genera el Gobierno de Michelle Bachelet?

El que el Gobierno de Sebastián Piñera indique que tiene casi todo listo en términos de reconstrucción va en perjuicio y desmedro de nuestras demandas porque, supuestamente, el próximo Gobierno validara o tomará como referencia lo que entrega su antecesor. Eso significaría que no hay nada por reconstruir, que no hay problema habitacional y eso podría relajar a la administración entrante.

Nuestra demanda y lucha es seguir peleando por nuestros derechos. Esperamos que Michelle Bachelet cumpla el compromiso que asumió cuando se reunió con el Movimiento y localidades damnificadas para hacer realidad una reconstrucción efectiva, incluso criticó el trabajo del Gobierno y dijo que haría un nuevo catastro. Esperamos que cumpla su palabra, de lo contrario seguiremos en la calle peleando.

 

 

 

 

regina vasquezRegina Vásquez, Presidenta de la Aldea Eduardo Frei de Arauco.

Transcurridos 4 años del terremoto y tsunami del 27 febrero de 2010 ¿Cuál es el balance que hacen del proceso de reconstrucción?

Ha sido un proceso largo, después de muchas luchas hemos recibido nuestra casa el día 20 de febrero. Estos cuatro años han sido de pelea con las autoridades locales, principalmente con el SERVIU y sus constantes mentiras. La población a las que se trasladan las familias de la Aldea Eduardo Frei, tuvo muchos problemas con el terreno, se construyeron las casas en un cerro y en dos inviernos sucesivos se deslizó la tierra y el barro llegó hasta el centro de Arauco, afectando a la plaza e incluso al hospital. Ha sido una situación que nos complicó bastante como familias. Quiero precisar que nuestras viviendas, el SERVIU debió entregarlas en el año 2012 y recién las hemos recibido este año. Han sido años de cansancio y mucho esfuerzo.

¿Cómo ha sido la organización de las mujeres en el proceso de reconstrucción?

Primero, decir que han cambiando cinco veces a la persona encargada de SERVIU que estuvo trabajando con nosotras. Nos complicaron bastante los requisitos que nos impusieron para postular a la vivienda. Fuimos cuatro parejas las que tuvimos que casarnos, porque según el argumento de la autoridad local, a las personas convivientes no se les iba a dar casa.

Como dirigenta me preparé mucho para luchar por nuestros derechos. Hice un curso, que me sirvió y nos sirvió para poder pelear con quien fuera. Siempre nos pusimos a dialogar de igual a igual. A no bajar los brazos. Nos organizamos, hicimos protestas e incluso nos tomamos la municipalidad de Arauco. Fue arduo todo nuestro trabajo, teníamos un objetivo, obtener nuestras casas.

Para las mujeres fue complicado vivir en aldeas. Sufrimos bastante. Las mediaguas duran un tiempo, estuvimos con el barro casi «hasta el cuello», porque nos tocó estar en un recinto cercano a la playa, con todo el temor que significó arrancar del mar. El objetivo de las autoridades fue tapar la realidad de las aldeas, esconderlas y siempre humillando a la gente.

¿Qué oportunidades generó la organización de las mujeres?

Pese al gran sufrimiento, para mí fue importante sacar la cara por todas las mujeres y sus familias. No es fácil ser dirigenta, más allá de hacer las cosas bien o mal, las personas siempre hablan y estamos expuestas.

La reconstrucción no está terminada, no es cierto lo que ha dicho el Presidente Sebastián Piñera. En Arauco hay algunos sectores reconstruidos, pero siguen familias sin casa y quizá en el 2017 se formen nuevas poblaciones que puedan ser habitadas. Queda mucha gente sin acceso a una vivienda, sin reconstrucción. Además, aún falta Llico y otros sectores donde ni siquiera se ha producido levantamiento de terreno. He presenciado mucha injusticia en Arauco y todavía se sigue dando.

Además de estar en la pelea con las autoridades, hubo un trabajo al interior de la propia Aldea. Muchas mujeres fueron víctimas de violencia intrafamiliar. Las parejas se separaban, el hombre se iba y luego volvía y quemaba la casa. Fue difícil todo e incluso en Arauco hubo muchas muertes. Nosotras como mujeres nos supimos organizar, trabajar en talleres, participamos en capacitaciones y nos hicimos escuchar. También hicimos contención a mujeres que fueron agredidas, esto es parte de la organización y de trabajar unidas.

¿Qué expectativas genera el Gobierno de Michelle Bachelet?

Vamos a seguir luchando. Con los dirigentes de la caleta Llico tenemos bastante comunicación y los seguiremos apoyando, sin importar que las familias de la Aldea Eduardo Frei ya tengan su casa. Esto todavía no se termina. El terreno al cual somos trasladadas no es bueno y esperamos que durante el invierno no pase nada.

Tenemos la confianza en que el Gobierno de Bachelet nos escuchará y pondrá atención en aquellas familias que aún ven lejana la reconstrucción.

 

 

 

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