Reforma Laboral ¿con mujeres?

foto reportaje reformalaboralEn diciembre de 2014, el Gobierno presentó ante la Cámara de Diputados el proyecto de Ley que Moderniza el Sistema de Relaciones Laborales, más conocido como la Reforma Laboral y que busca realizar modificaciones importantes a la actual regulación laboral. Por el calibre de las modificaciones, ésta es la reforma laboral más importante que se ha presentado en muchos años en Chile.

Tras sortear su paso por la Cámara Baja, logrando alcanzar pisos mínimos como los propios trabajadores y trabajadoras lo han precisado, hoy continúa su tramitación en la Comisión de Trabajo del Senado, buscando alcanzar los equilibrios esperados.

En el marco del proceso de su discusión la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en conjunto con el centro de estudios MORI, realizó una encuesta sobre «El sindicalismo en Chile». La encuesta nacional dio a conocer, por primera vez, la actitud hacia los sindicatos y la negociación colectiva por parte de toda la población. Los datos presentados muestran que las y los chilenos tienen un concepto de sindicalismo más moderno y con mayores atribuciones, del que actualmente está vigente.

Según los resultados de la encuesta «el apoyo al sindicalismo es más transversal, menos politizado y es mayormente apreciada por los sectores socioeconómicos medios». Frente a uno de los temas que más ha generado controversia en la discusión de la Reforma Laboral: ¿Quién se debe beneficiar de la negociación colectiva?, el 51% de los chilenos dicen que se deben extender los beneficios de mutuo acuerdo entre empleador y sindicato. Por otra parte el 9% dice que no deben extenderse, un 8% que se deben extender por decisión del empleador y un 6% por decisión del sindicato.

Sin embargo, la Reforma Laboral en sí misma carece de perspectiva de género y de lineamientos que conduzcan a relaciones más igualitarias de hombres y mujeres en el ámbito del trabajo. A su vez, tampoco han sido consignados los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que el Estado de Chile ha firmado y que son vinculantes. 

En el Observatorio de Género y Equidad hemos recogido las voces de mujeres, que desde sus propias tribunas, han deslizado sus comentarios en torno al actual debate sobre la Reforma Laboral.

Valentina Doniez, Investigadora de la Fundación SOL: “Es aislado decir que hay una preocupación real por cambiar la situación de las mujeres en trabajo”. Leer más

María Ester Feres, ex directora de la Dirección del Trabajo: “Reforma Laboral evidencia la carencia de una visión sistémica de las relaciones laborales y de un enfoque transversal de género”. Leer más

Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT: “En el mundo del trabajo existe un primer gran desafío: entender que los trabajadores y trabajadoras son sujetos de derecho y no sólo un costo asociado a la productividad”. Leer más

Ximena Rincón, Ministra del Trabajo y Previsión Social: «La iniciativa legal busca posicionarlas en roles más activos dentro de la negociación colectiva, lo que les permitirá debatir y proponer temas de su interés». Leer más

 

 

valentina doniezValentina Doniez, antropóloga e investigadora de la Fundación SOL

“Es aislado decir que hay una preocupación real por cambiar la situación de las mujeres en trabajo”

Por Marcela Tapia

A fines del 2014, la Presidenta de la República Michelle Bachelet presentó un Proyecto de Reforma Laboral. Para varios sectores del país, esto fue algo histórico. Después de la vuelta a la democracia ningún gobierno había propuesto una reforma que intentara mejorar las condiciones de los trabajadores y trabajadoras del país. Sin embargo, para algunas organizaciones de mujeres y feministas vinculada al tema, la reforma en debate aún mantiene una deuda con las trabajadoras.

Actualmente, la reforma laboral se discute en el Senado y los integrantes de las comisiones de Trabajo y de Hacienda han empezado a definir los cambios, ya que a más tardar deben ingresarlos el próximo 7 de septiembre.

Valentina Doniez, antropóloga e integrante de la Fundación SOL, explica que si bien es cierto no existen grandes avances en la reforma que tengan una perspectiva de género, si cree que hay una intencionalidad en mejorar la actual situación que afecta a las mujeres. “Existe un artículo (Artículo 1, número 18) que señala que debería haber al menos un 30% de representación femenina en las directivas sindicales con plenos derechos como por ejemplo fueros, ya que así se establece para todos los dirigentes, en general”.

Este punto en la reforma, se incorporó en el primer trámite constitucional en la Cámara de Diputados, en el mes de junio recién pasado. Es por eso que Doniez enfatiza en que, inicialmente, el proyecto no tenía una visión género. La promesa de avanzar en esta materia era, simplemente, afirmando la participación de una mujer en las mesas de negociación, pero sin ninguna de las prerrogativas que tienen los dirigentes sindicales. “Ante esto puedo considerar un avance: lo que estaba inicialmente en el proyecto era una idea totalmente voluntarista, es decir: tiene que haber una mujer, pero no me preocupo de la protección que tenga que tener, ni que la participación tenga una continuidad en el tiempo”, comenta Valentina Doniez.

Sin embargo, afirma sobre la reforma que “aun así me parece que es un detalle demasiado aislado como para hablar de que realmente hay una preocupación para cambiar la situación de vulnerabilidad que tienen las mujeres en el mundo del trabajo y de falta de representación en el mundo sindical”.

La importancia del mundo sindical

Una de las críticas más importantes que ha hecho Fundación SOL respecto a la reforma laboral, es que esta no plantea un real viraje en relación al modelo vigente. En una entrevista para CNN Chile Valentina Doniez aseguró que “una propuesta coherente tiene que respetar de manera amplia el derecho de libertad sindical”.

Es por esto que la investigadora de Sol recalca que es fundamental la asociación de trabajadores, “el empresariado tiene mucho que cambiar, porque finalmente mujer significa ‘más costo’ o pagar menos remuneración, finalmente son políticas empresariales que están configurando esta situación. Para nosotros es central el sindicato, ya que es la asociación de trabajadores la que puede pelear por doblarle la mano al empresario; por cambiar esas condiciones que a priori son y van hacer siempre en desmedro de las mujeres.”

Para Valentina Doniez el trabajo que realiza la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) al abordar la situación de las mujeres en el mundo laboral con perspectiva de género, “es un tema que aún no se toma en la agenda, no es un tema de la mayor prioridad, porque realmente estamos en una situación donde el equilibrio fuerza, está absolutamente en disputa”.

La investigadora de Fundación SOL enfatiza en que existen dos grandes problemas que paralizan el avance en una agenda de género. “Por una parte están los problemas estructurales del trabajo en el que están todos los actores involucrados: empresarios, Estado y trabajadores y trabajadoras. Obviamente en un contexto de desigualdad de poder, es el empresario el que está imponiendo las condiciones, es él, el que está imponiendo la condición de que las mujeres ganen menos”.

Por otro lado, están los factores socioculturales, “todavía arrastramos como un tema la distribución de tareas según los géneros. Estamos un poco atrapadas en esa situación. Por eso el actor sindical es relevante, fortalecerlo y fortalecer su capacidad de reflexión interna”.

 

 

maria ester feresMaría Ester Feres, ex directora de la Dirección del Trabajo. Directora del Centro de Relaciones Laborales de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Central

“Reforma Laboral evidencia la carencia de una visión sistémica de las relaciones laborales y de un enfoque transversal de género”

Por Nancy Muñoz

En Chile, desde la implementación del Plan Laboral en 1979 – realizado por el ministro del Trabajo y Previsión social de la época, José Piñera- no se ha propuesto una reforma que abarque grandes cambios en materia de relaciones laborales. Dicho modelo impuso la despolitización de los sindicatos, la negociación colectiva sólo a nivel de empresa, la reducción del derecho a huelga y el paralelismo organizado; reduciendo así el poder real de los trabajadores para organizarse.

De esta forma, el Proyecto de Reforma Laboral impulsado por el Ejecutivo a fines de 2014, pretende realizar uno de los cambios más grandes en materia de derechos laborales y deberes para empleados y empleadores.

María Ester Feres, abogada, ex Directora del Trabajo entre 1994 y 2004 en los gobiernos de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos, asegura que modificar las bases que sustentaron un modelo como el que ha regido en Chile por cerca de 35 años resulta difícil, a no ser que se le introduzcan cambios sustantivos.

El proyecto de ley que introduce diversas modificaciones al Código del Trabajo tales como la existencia de un sindicato titular, un piso mínimo para cada negociación colectiva, la prohibición de reemplazos en caso de huelga, entre otros; sólo establece- en materia de género- que al menos una mujer debiese integrar la comisión negociadora. Es por esto, que la docente universitaria considera que “si bien este proyecto se aboca a las relaciones colectivas de trabajo; en los fundamentos y objetivos del mensaje no se incluye la equidad de género ni la igualdad de oportunidades”.

La actual Directora del Centro de Estudios y Asesorías en Trabajo, Relaciones Laborales y Diálogo Social de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Central, asegura que “el proyecto deja en evidencia la carencia de una visión sistémica de las relaciones laborales, así como de un enfoque transversal de género”.

Sin embargo, intentado dar una visión positiva, María Ester Feres cree que en un proyecto de más de 300 artículos, la exigencia de entrega de información- para empresas grandes y medianas- a efectos de la negociación colectiva y a requerimiento de la organización sindical sobre la planilla de las y los trabajadores involucrados en una negociación y en las funciones que desempeñan, debiese ayudar a combatir las estratificaciones ocupacionales y las brechas de remuneración existentes en materias de género.

Para la ex Directora del Trabajo, lo anterior se refuerza con las modificaciones que se introducen en materias posibles de negociar colectivamente como, por ejemplo, con la disposición que señala que las negociaciones podrán incluir acuerdos para la conciliación del trabajo con las responsabilidades familiares, planes de igualdad de oportunidades y equidad de género en la empresa. “El cambio que se propone no es sustantivo, ya que actualmente es posible negociar sobre estas materias, sin embargo, siendo positiva, tal explicitación podría promover la inclusión de estas temáticas en la negociación colectiva”, dice María Ester.

Por otro lado, en materia de género, el Proyecto de Reforma Laboral establece la integración de una mujer en la comisión negociadora sindical. Es decir, independiente de que el dirigente sindical sea hombre, la presencia de una mujer debe ser fundamental a la hora de negociar. “Una propuesta bastante débil, con claro matiz instrumental, pensando seguramente que así se lograría incluir los temas de equidad de género en la negociación colectiva”, dice la actual docente universitaria.

La abogada explica que “mediante dicha indicación se establece la obligación de que los estatutos del sindicato incorporen un mecanismo destinado a resguardar que en la directiva sea integrada por dirigentas, con derecho a fuero, a horas de trabajo sindical y a licencias”. Todo esto, en proporción no inferior al 30% del total de dirigentes con estas prerrogativas o la proporción que corresponda a su porcentaje de afiliación’ en el total de afiliados, en el caso de ser menor.

Cuotas para el sindicalismo

En Chile el peso del cuidado de los hijos cuyos padres trabajan, muchas veces recae sólo en las mujeres. Es por eso que en materia de la flexibilidad laboral que muchas de ellas necesitan, María Ester Feres es enfática. Dice que si bien la legislación chilena es de las más flexibles o desreguladas del mundo, aún hay que avanzar en este punto. Para la experta en materia laboral, “es efectivo que el proyecto del Ejecutivo contempla aún más ‘flexibilidad laboral’, ampliando las materias susceptibles de ser negociadas colectivamente, permitiendo lo que denomina los pactos sobre condiciones especiales de trabajo. Basta que sindicatos de empresa, con sólo un 30% de representatividad, acuerden formas distintas de distribución de los tiempos de trabajo y descansos a los miembros considerados legales; permitiendo, además, descontar de la jornada lo que denomina tiempos pasivos o muertos, o sea, aquellos necesarios para la preparación del trabajo, o cuando no se labora por razones imputables al empleador, entre otras causas”.

Sin embargo, “más allá de lo irracional de esta propuesta para el conjunto de las y los trabajadores” y ante la ausencia de una perspectiva de género, María Ester Feres se pregunta: “¿Qué pasa con las mujeres y sus dobles jornadas cuando se permite pactar por bajo los mínimos legales la extensión de las jornadas, los días de descansos, los bancos de horas extraordinarias, la eximición del descanso del séptimo día?”

Si bien en el proyecto no van disposiciones particulares sobre discriminación y acoso laboral, para María Ester Feres “la inclusión de cuotas de género al interior del sindicalismo será un logro de gran importancia, implicará un enorme desafío para las organizaciones, no fácil de asumir, debido a la dureza de su cultura patriarcal, especialmente en los sectores de trabajadores de menor calificación y de bajos ingresos”.

 

 

barbara figueroa cutBárbara Figueroa, presidenta de la CUT

“En el mundo del trabajo existe un primer gran desafío: entender que los trabajadores y trabajadoras son sujetos de derecho y no sólo un costo asociado a la productividad”

Por Jocelyn Escárate

El pasado mes de agosto el Senado aprobó en general el Proyecto de Reforma Laboral en su segundo trámite constitucional. Esta reforma impulsada por el gobierno establece diversas modificaciones al Código del Trabajo, vinculadas con el derecho a huelga de los trabajadores, los pisos de negociación y la igualdad de oportunidades en el ámbito del trabajo tanto para hombres como para mujeres, entre otras temáticas.

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), principal organización de sindicatos del país, presentó una agenda de género con cinco ejes fundamentales que deberían ser considerados en esta reforma: mejorar el acceso y la calidad de los empleos a los que acceden las mujeres, la igualdad de ingresos entre hombres y mujeres, derechos de maternidad y parentalidad, cuidados infantiles asequibles y de calidad; y erradicación de la violencia de género en el trabajo.

La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, afirma que como entidad pudieron incorporar dos de estos aspectos fundamentales a la reforma laboral: el primero, la cláusula de género que “implica que habiendo mujeres en el sindicato y no siendo ninguna de ellas dirigente, se debe elegir a una de estas mujeres sindicalizadas para ser parte de la comisión negociadora”. Y el segundo, es la incorporación de una propuesta de reforma a la ley de igualdad salarial, que implica “desagregar información de salarios de mujeres y hombres para la construcción de los contratos colectivos”.

Bárbara Figueroa señala que “hay otros desafíos que tendremos que seguir incorporando en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres”, ya que temas como la violencia en el ámbito laboral o la modificación al Artículo 203 del Código del Trabajo -que refiere al derecho a sala cuna para los hijos e hijas de los trabajadores y trabajadoras- no pudieron ser incorporados dentro de esta reforma laboral.

Más mujeres al mundo laboral

En cuanto a la incorporación de la mujer al trabajo, Bárbara Figueroa sostiene que “se puede avanzar en cobertura de la empleabilidad”. Dice que la idea no es que las mujeres sigan ingresando a empleos precarios o trabajos que puedan ser menos fiscalizados, porque así estarían incorporándose al mundo laboral en condiciones deficitarias.

“Hasta ahora, las políticas que se han establecido en nuestro país son las de incentivar económicamente a los empleadores para que contraten mujeres”, dice Figueroa. Sin embargo, a ojos de la CUT, lo que se debe generar es una mejor comprensión acerca de la incorporación de la mujer al trabajo, la que debe ser, no sólo en igualdad de salarios respecto a los varones, sino que también como una incorporación que involucra responsabilidades de desarrollo de sus familias.

La presidenta de la CUT tiene claro que “hasta ahora no es lo mismo ser hombre que ser mujer e incorporarse al mundo del trabajo”, por lo mismo cree que como país debemos hacer un cambio cultural en el que se comprenda que “hombres y mujeres tienen no sólo los mismos derechos en el mundo del trabajo, sino que también los mismos deberes y responsabilidades. Los trabajadores y trabajadoras son sujetos de derecho y no sólo un costo asociado a la productividad”, sentenció Figueroa.

Reforma a la ley de igualdad salarial

Bárbara Figueroa asevera que en materia de la ley de igualdad salarial, lo que han identificado como gran déficit para su implementación efectiva es que “no se han definido bien las funciones o los roles de los trabajadores y, por lo mismo, no existe un criterio de objetividad respecto de la labor que realiza cada uno”.

La presidenta de la CUT señala que han propuesto en el marco de la reforma laboral, que la información respecto del salario de hombres y mujeres tenga que ser desagregada porque “ese es un antecedente que va a permitir ver si hay o no arbitrariedad o abuso en las remuneraciones entre los trabajadores y trabajadoras”.

“En la medida que tengamos la información sobre los salarios, vamos a tener mucho mejores elementos que los que tenemos hoy para poder hacer las correcciones necesarias a la ley y que con eso, pueda ser mejor implementada y mejor fiscalizada”, aseguró Figueroa.

 

ximena rinconXimena Rincón, Ministra del Trabajo y Previsión Social

«La iniciativa legal busca posicionarlas en roles más activos dentro de la negociación colectiva, lo que les permitirá debatir y proponer temas de su interés»

¿La reforma incorpora algún aspecto que permita hablar de avance en materia de género y mejoras de los derechos laborales de las mujeres, en comparación con la situación actual?

El proyecto de ley que Moderniza el Sistema de Relaciones Laborales y que actualmente se discute en el Senado, pone especial énfasis en la situación y participación laboral de la mujer, toda vez que es y seguirá siendo una prioridad para el gobierno.

Así, la iniciativa legal busca posicionarlas en roles más activos dentro de la negociación colectiva, lo que les permitirá debatir y proponer temas de su interés. Queremos que participen activamente en las directivas sindicales y que sean incluidas, de forma obligatoria, en la comisión negociadora sindical, así como también que empleadores entreguen la información necesaria para ir disminuyendo las brechas entre hombres y mujeres.

Todas estas medidas permitirán potenciar el rol femenino dentro del ámbito laboral, sindical y social, al tiempo que actualiza una legislación que –hasta ahora- no se ha preocupado del tema.

¿Cómo cree Ud. que una reforma laboral mitigará la desigualdad entre mujeres y hombres y avanzará hacia la igualdad de género en el trabajo?

Sin duda que el conjunto de iniciativas que impulsamos nos permitirá, al final del día, avanzar hacia la igualdad de género en el mundo del trabajo y disminuir la desigualdad que hay entre hombre y mujer.

El que deba transparentarse la información y que en la comisión negociadora deba haber presencia de mujeres hace que el tema de diferencias en materia de remuneraciones sea un tema a abordar en la negociación colectiva.

¿Qué hará el Gobierno para aumentar la participación laboral femenina? Es decir, ¿qué pasa con la flexibilidad laboral que muchas veces requieren, considerando que están al cuidado y educación de hijos/as?

El proyecto de ley que Moderniza el Sistema de Relaciones Laborales contempla una serie de pactos adicionales, que consideran beneficios para la mujer trabajadora.

Así, por ejemplo, el sindicato podrá convenir con el empleador pactos sobre extensión de jornada ordinaria; horas extraordinarias o sobre jornadas pasivas, lo que permitirá a las trabajadoras contar con mejores herramientas para enfrentar el mundo del trabajo.

La iniciativa considera, además, planes de igualdad en la empresa y conciliación del trabajo con responsabilidades familiares y que toman en consideración aspectos como cuidado y educación de los hijos.

Sin lugar a dudas queda mucho por hacer y son otros proyectos de ley los que debieran de manera directa incidir en esta materia. Por ejemplo, abordar el derecho a sala cuna como un derecho asociado sólo a la mujer y que es una obligación en empresas con más de 20 trabajadoras.

Esa norma es una limitación a la contratación de mujeres y una carga a los empleadores que incide, primero en el número de mujeres contratadas y segundo, en el nivel de remuneraciones.

¿La reforma laboral en discusión aborda temas de discriminación y violencia contra mujeres en el ámbito laboral? ¿Se contempla el acoso laboral en la reforma? ¿Tiene injerencia la Dirección del Trabajo para actuar en este punto?

Este proyecto de ley es sobre la modernización de las relaciones laborales.

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