Amaya Álvez, convencional: “Lo que se está haciendo obedece a una demanda de cambio constitucional, que no le guste a quienes históricamente han tenido el poder, es otro tema”

Amaya Álvez, convencional: “Lo que se está haciendo obedece a una demanda de cambio constitucional, que no le guste a quienes históricamente han tenido el poder, es otro tema”

Por Fernanda Robles Morales

Jornadas intensas se han vivido estos últimos días al interior de la Convención Constitucional para resolver una de las primeras tareas que permitirán echar a andar los debates sustantivos del texto constitucional.

La redacción del tan esperado reglamento, es decir, el texto que definirá los procedimientos para escribir la nueva Constitución inició su proceso con la elección de Amaya Álvez, abogada, académica de la Universidad de Concepción, Constituyente por el  Distrito 20 – por la Lista Apruebo Dignidad por Revolución Democrática– y recientemente, electa como coordinadora de la Comisión de Reglamento.

Respecto a la elaboración del documento rector Álvez es clara: “Esto es súper importante, porque la Reforma Constitucional sentó normas bien genéricas, entre ellas dispuso el plazo de  9 meses, extensibles a 12 meses para les convencionales, además de estableció que el quórum de aprobación de las nuevas normas constitucionales será de 2 ⁄ 3. El resto de las normas quedó abierto al trabajo de la Convención en el fondo como institución autónoma”, comenta.

La Comisión de Reglamento, además, deberá determinar el funcionamiento de la Convención Constitucional, la creación de comisiones temáticas y la organización del proceso de deliberación y mecanismos de participación popular.

Como detalla Álvez, serán 31 convencionales las y los encargados de redactar el documento oficial de funcionamiento del organismo. “Ahí va a estar todo el detalle de cómo vamos a trabajar los siguientes meses hasta completar la tarea. Va a ser un trabajo importante, tenemos 30 días para proponer a la mesa el reglamento de funcionamiento de la Convención. Se viene un momento súper importante, en que justamente van a incorporar todos esos elemento que conciernen a la participación popular, ciudadana,  mecanismos en que las organizaciones civiles van a poder tener injerencia en los temas a tratar en la Convención”, explica.

Según lo establecido en el primer documento aprobado, que corresponde a las normas transitorias de funcionamiento de la Convención, se establece el plazo de 30 días para entregar la propuesta de reglamento.

“Después de esto, la sala tiene un par de días para armonizar el documento o presentar indicaciones, porque puede ser que quienes no forman parte de la Comisión de Reglamento quieran proponer adecuaciones o reformas. Finalizado este proceso, se deberá el documento será sometido a votación en el pleno de dicha comisión”.

La coordinadora de la Comisión de Reglamento –que compartirá el cargo con Daniel Bravo, Constituyente por la Región de Coquimbo, Distrito 5–  detalla que, en paralelo al trabajo que están desarrollando en torno al reglamento,  las y los convencionales votaron las comisiones de trabajo, cuyo desglose consiste en gobierno interior, ética, conflictos de interés, transparencia y probidad y por último, reglamento. En este contexto, Álvez indica que se votaron otras comisiones que van a empezar a adelantar trabajo respecto de los contenidos sustantivos de la Convención con posterioridad.

No farandulear

Errática o no, las dos semanas de funcionamiento de la Convención han estado marcadas por una serie de acontecimientos y situaciones que en algunos casos escapan de las labores y trabajo de las y los convencionales. Esto refiere, específicamente, a los errores iniciales de implementación, además de comentarios racistas y clasistas.

Respecto a la evaluación de lo que lleva hasta ahora la Convención, la abogada, Amaya Álvez comenta que si bien el espíritu de muchos y muchas va en la línea de dialogar y trabajar en la construcción de acuerdos, ciertos sectores han entorpecido el proceso con acciones que cataloga como “inadecuadas”. “Me parece que no estamos para farandulear algo tan importante. Creo que tenemos que demostrar que podemos dialogar, que tenemos una mirada del pacto político, que somos capaces de construir acuerdos. No he visto nada de eso en Chile Vamos” comenta.

Agrega que “a veces el diálogo cuesta trabajo y hay que salir a conversar. Es mucho más fácil quedarse detrás del pupitre y decir que a las 9:10 no estamos sesionando. Pero cuando sesionamos ellos tampoco están dispuestos a conversar ni a lograr acuerdos. Entonces, ¿de qué me hablan?¿de qué diálogo constitucional se quejan? Ellos no entienden que hay gente que partió en su viaje dos días antes, a las cinco de la mañana. La falta de empatía también se traduce en esto, en farandulear”.

En esa misma línea, Álvez comenta que “ la ‘derecha’ ha perdido todos los debates de fondo. Cuando uno sabe que va a perder, es mejor hacer ruido. Eso es una herramienta muy antigua de la política cuando está perdido en término de las ideas y de los quórum”.

A pesar de la crítica, la constituyente electa como coordinadora de Reglamento hace un llamado a la calma. “Aquí hay ideas profundas, gente que ha pasado décadas de su vida luchando por esto, tenemos una mesa directiva magnífica, en Elisa Loncon y Jaime Bassa. Debemos confiar en que lo que se ha ido haciendo justamente obedece a esta demanda de cambio constitucional, que no le guste a quienes históricamente han tenido el poder, eso es otro tema”.

Un llamado a la calma que aterriza en un llamado a construir, desde la diferencia, respeto y autocrítica. “Llamaría más bien a que la gente propusiera constructivamente ideas de cambio constitucional, que tratara de interpretar la demanda ciudadana tan fuerte manifestada en las calles, que fuera empático con el dolor ajeno. Uno tiene que aprender a ver los propios sesgos. Hemos visto comentarios racistas y clasistas de parte de convencionales y ante eso uno también tiene que hacer autocrítica para entender que es otro momento de la historia constitucional chilena”.

Articulación como principio del diálogo

Respecto a la composición de la Convención y cómo se han dado las dinámicas de discusión hasta este momento, Álvez señala que las instancias se han dado en dos niveles y de manera muy diferente: quienes forman parte de un conglomerado y, en otro nivel, las y los que fueron electos por formar parte de movimientos sociales, como es el caso de Apruebo Dignidad.

“Creo que teníamos establecido un vínculo, no nos conocíamos necesariamente con antelación pero sí formábamos parte de un todo y eso ha hecho que sea más fácil en el fondo el diálogo porque sientes que tienes algo propio, como una casa”, comenta la abogada.

A pesar de estas diferencias, Álvez indica que se ha notado una buena disposición a trabajar y ha predominado el diálogo fluido, esto entre otras cosas porque el camino de las y los convencionales confluyen, por ejemplo, en espacios académicos. “Ahora, el diálogo también se produce en dos niveles, de manera formal e informal. El primero de ellos refiere a las intervenciones que uno pide a la mesa y constan de un tiempo de 2 minutos y medio”.

Por otro lado, y en lo que respecta al lado más informal, propio de conversaciones de pasillo, Álvez comenta que han permitido sintetizar largas horas de deliberación fuera de las sesiones oficiales, esto, según indica, ha permitido facilitar el diálogo y el establecimiento de acuerdos.

”Detrás de cada presentación de indicaciones o  propuestas de una nueva comisión temática, yo diría que hay todo un diálogo de cuáles son los temas más importantes, por algo la primera comisión temática que se presentó fue de Derechos Humanos. Asimismo, por algo, la primera actividad formal de la Convención Constitucional fue el término de la militarización del territorio ancestral mapuche y el adecuado cumplimiento de las funciones de los poderes constituidos respecto de los presos de la revuelta. Entonces, todas esas cosas tienen un sentido, no es que simplemente hayan tocado ese tema. Yo creo que ahí existe un trabajo interesante de articulación, que, por supuesto, todavía  está en sus inicios”, explica la abogada.

Correlación de fuerzas

Si bien no existe formalmente una priorización de temas, la conformación de comisiones y temas a tratar, implícitamente han evidenciado la importancia de abordar y discutir ciertas temáticas. “Si ves el listado de las comisiones finalmente aprobadas, es perfectamente posible decir que estos temas son muy relevantes para la Convención Constitucional y por eso, se quiere empezar inmediatamente a abordar. Hay temas de participación, descentralización, consulta indígena, derechos humanos; quién va a establecer las instancias en las que vamos a trabajar en la Convención, es la comisión de reglamento. O sea, en el reglamento vamos a trabajar las comisiones, digamos, definitivas, porque estas que están nombradas son como comisiones transitorias, provisoria mientras se instalan las definitivas».

Hacer dialogar la gran diversidad de miradas y experiencias será, sin duda, uno de los grandes desafíos que enfrentarán las y los convencionales. La encargada de coordinar la redacción del reglamento que regirá la Convención, comenta que es evidente que existe una gran mayoría que quiere instaurar una mirada transformadora y refundacional.

Desde la instalación de un proceso con perspectiva de género y que sea integrador con los pueblos originarios, Álvez plantea que es evidentemente la existencia de un profundo deseo de cambio, de personas que han sido históricamente excluidas. Sin embargo, indica que si bien “hay que hacer un trabajo mucho más profundo de diálogo, no se puede desconocer que hay un deseo mayoritario de cambio de transformación constitucional”.

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