Desobediencia civil

Que todas las personas sepamos dónde adquirir el Postinor. Que conozcamos el método Yuzpe. Debemos y podemos lograr que ninguna mujer luego de una relación no protegida o de una violación, vuelva a sentirse condenada a una maternidad que ella no eligió.


Por Patricia Varela
Colectivo Mujeres Públicas y Observatorio de Género y Equidad
Publicada en La Nación 26/05/2008


Como ya es sabido, el pasado viernes 18 de abril -a última hora- el Tribunal Constitucional (TC) dio a conocer su fallo respecto del requerimiento interpuesto por 36 diputados y diputadas de la UDI o de RN en contra de las Normas Nacionales sobre Regulación de la Fertilidad, en un intento por enajenar a las mujeres chilenas de su derecho a decidir sobre sus vientres y sus cuerpos. El fallo, tal y como lo suponíamos la mayoría de las personas que seguimos el proceso de cerca, prohibió la distribución de la píldora del día después en los servicios de salud públicos.

Este fallo deja en evidencia lo escuálida que es nuestra mal llamada democracia. ¿Es acaso lógico que un organismo, compuesto por diez personas no elegidas de manera directa, pueda deshacer leyes y decretos elaborados y aprobados por quienes sí han sido elegidos/as por la ciudadanía? Este fallo, además, expone lo que muchos y muchas se han negado a ver durante años: la obsolescencia de nuestra Constitución dictatorial y lo perverso de un sistema electoral binominal que permite que una gran parte del poder político se encuentra en las manos de personas que discrepan profundamente respecto del sentir mayoritario. Todo lo cual no puede más que tener como resultado lo que en la actualidad vemos: decisiones antidemocráticas y poco representativas, que no responden a la voluntad de las mayorías, sino que sólo a intereses de pequeños grupos económicos, religiosos o a ambos. Hoy, es la píldora, pero también hemos visto situaciones similares en relación con la precarización laboral, con la reafirmación del lucro en la educación, con la no discusión de ciertos temas "valóricos", entre otros.

Frente a esta situación en general, y al fallo del TC en particular, quienes sí creemos en el sentido profundo y real de la democracia, aquellos y aquellas que consideramos absurdo que pueda existir una constitucionalidad para los ricos y otra para los pobres, y por sobre todo, quienes creemos que la propia sexualidad se debe ejercer de manera autónoma y soberana, placentera y libre de toda coacción o riesgo, quienes creemos que la maternidad no se puede ni debe imponer a ninguna mujer, no podemos acatar este fallo. Como tampoco podemos obedecer un fallo ilegítimo en su forma, debido a que no es ni democrático ni representativo, y, mucho más, es discriminatorio en su contenido, porque plantea una diferencia entre las mujeres que sí pueden pagar y las que no pueden pagar por la píldora.

Como consecuencia de todo lo anterior, hacemos un llamado a la desobediencia civil.

¡No obedezcamos a quienes quieren imponernos su moral! ¡Desacatemos el fallo del Tribunal Constitucional! Aquellas y aquellos que tengan los recursos, compren píldoras y distribúyanlas entre quienes no podrán comprarla o entréguenlas a aquellas organizaciones que sí puedan distribuirlas. Que los/as médicos/as y las matronas que sí creen en la libertad de decidir receten la píldora y la distribuyan, y que todas y todos ayudemos informando. Debemos y podemos lograr que todas las mujeres y hombres sepan cómo evitar un embarazo no deseado. Que todas las personas estemos en conocimiento de dónde adquirir el Postinor. Que conozcamos el método Yuzpe. Debemos y podemos lograr que ninguna mujer luego de una relación no protegida o de una violación, vuelva a sentirse condenada a una maternidad que ella no eligió.

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