Un largo y trágico camino se ha tenido que recorrer para lograr que la violencia contra la mujer salga de las bóvedas de la intimidad doméstica y se asuma y manifieste como un grave problema de la sociedad.
Un largo y trágico camino se ha tenido que recorrer para lograr que la violencia contra la mujer salga de las bóvedas de la intimidad doméstica y se asuma y manifieste como un grave problema de la sociedad. El considerable aumento de los casos de femicidios registrados durante el año pasado, donde en algunos meses prácticamente se conocía un asesinato por semana, causaron un gran revuelo en la ciudadanía, que tuvo su consecuente eco en los parlamentarios y el gobierno.
Sin embargo, varios meses han pasado desde la alerta pública, y sólo hace algunos días el Senado aprobó la idea de modificar el Código Penal para sancionar el femicidio.
Este concepto utilizado para referirse al asesinato de mujeres por su condición de tales fue esgrimido por Diana Russel, al testimoniar ante el Tribunal Internacional sobre crímenes contra las mujeres, en Bruselas en 1976. Según el informe “Femicidio en Chile” desarrollado por la ONU, nombrar estos crímenes por su especificidad es lo que ha permitido comprender estas muertes como resultado de la violencia intrafamiliar, determinar sus características y comenzar a comprender la magnitud y dimensión global de esta violación a los derechos humanos.
Por esta razón, la iniciativa parlamentaria aprobada recientemente, establece los lineamientos principales para aumentar el castigo efectivo impuesto a las personas que cometen delitos en contra de mujeres en contextos de violencia intrafamiliar, limitar la responsabilidad criminal de las víctimas de este tipo de agresiones que cometen delitos contra sus victimarios e introducir reglas que prevengan la reincidencia.
La Red Chilena contra la violencia doméstica y sexual destacó la existencia de un debate pero concluyó que las actuales medidas son insuficientes.
Una de sus dirigentes, Gloria Maira, dijo que el problema con esta enmienda es que “la figura del parricidio – que es la que actualmente está consagrada en el código penal – no da una respuesta adecuada porque sólo incluye las relaciones en el espacio de la familia, dejando fuera otras expresiones de este delito. Lo que pasa es que esta figura legal que aprobó la ley y que ahora discutirá el Senado incluye el femicidio dentro del delito de parricidio y, por lo tanto, el marco de aplicación corresponde a la violencia que se produce en el seno familiar”.
Maira agregó además que en la iniciativa no incluye la figura de asesinato a la mujer en el marco de un pololeo o de una relación con un desconocido, situación que también refleja la debilidad del texto.
En tanto, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Laura Albornoz, se comprometió a elaborar las indicaciones necesarias para sacar adelante este proyecto.
Cabe destacar que, de acuerdo a las cifras manejadas por el Sernam, al 12 de abril se han registrado 17 femicidios sólo durante este año, mientras que en el 2008 se contabilizaron un lamentable total de 59 casos.
Sin embargo, varios meses han pasado desde la alerta pública, y sólo hace algunos días el Senado aprobó la idea de modificar el Código Penal para sancionar el femicidio.
Este concepto utilizado para referirse al asesinato de mujeres por su condición de tales fue esgrimido por Diana Russel, al testimoniar ante el Tribunal Internacional sobre crímenes contra las mujeres, en Bruselas en 1976. Según el informe “Femicidio en Chile” desarrollado por la ONU, nombrar estos crímenes por su especificidad es lo que ha permitido comprender estas muertes como resultado de la violencia intrafamiliar, determinar sus características y comenzar a comprender la magnitud y dimensión global de esta violación a los derechos humanos.
Por esta razón, la iniciativa parlamentaria aprobada recientemente, establece los lineamientos principales para aumentar el castigo efectivo impuesto a las personas que cometen delitos en contra de mujeres en contextos de violencia intrafamiliar, limitar la responsabilidad criminal de las víctimas de este tipo de agresiones que cometen delitos contra sus victimarios e introducir reglas que prevengan la reincidencia.
La Red Chilena contra la violencia doméstica y sexual destacó la existencia de un debate pero concluyó que las actuales medidas son insuficientes.
Una de sus dirigentes, Gloria Maira, dijo que el problema con esta enmienda es que “la figura del parricidio – que es la que actualmente está consagrada en el código penal – no da una respuesta adecuada porque sólo incluye las relaciones en el espacio de la familia, dejando fuera otras expresiones de este delito. Lo que pasa es que esta figura legal que aprobó la ley y que ahora discutirá el Senado incluye el femicidio dentro del delito de parricidio y, por lo tanto, el marco de aplicación corresponde a la violencia que se produce en el seno familiar”.
Maira agregó además que en la iniciativa no incluye la figura de asesinato a la mujer en el marco de un pololeo o de una relación con un desconocido, situación que también refleja la debilidad del texto.
En tanto, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Laura Albornoz, se comprometió a elaborar las indicaciones necesarias para sacar adelante este proyecto.
Cabe destacar que, de acuerdo a las cifras manejadas por el Sernam, al 12 de abril se han registrado 17 femicidios sólo durante este año, mientras que en el 2008 se contabilizaron un lamentable total de 59 casos.
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