Emilia Schneider: “Nunca he estado en una posición electoral privilegiada”

Emilia Schneider: “Nunca he estado en una posición electoral privilegiada”

Por María José Hinojosa Cordero

Chile tendrá la primera Constitución con paridad de género en el mundo, y aunque la medida, originalmente, buscaba favorecer a las mujeres en el acceso a los escaños, fueron ellas, con la mayoría de votos, quienes terminaron cediendo cupos a los hombres.

Emilia Schneider Videla, primera presidenta trans de la FECH (Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile) y activista LGBTIQ+, de 24 años, hizo campaña por el Distrito 10, que contempla las emblemáticas comunas de Santiago, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín, La Granja y Macul. Logró la octava mayoría en una de las listas más reñidas del país, sin embargo, con casi 12 mil 500 votos, el sistema de arrastre la dejó afuera de la Convención.

“Perdí pero nuestras ideas ganaron”, comenta Emilia tras recordar la derrota. Con sinceridad, reconoce que sintió pena tras la votación, pero la satisfacción de saber que su sector fue mayoría, hizo más ameno el resultado. “Hay que cambiar la lógica de que aquí no ganó nadie. Aquí hay proyectos perdedores y estos corresponden a la derecha, el modelo neoliberal y la política de consensos. No porque este último sea malo, sino porque siempre fueron decididos por la elite, los empresarios y los conservadores”, afirma.

El sistema de paridad buscaba equiparar los escaños para mujeres y hombres, además, se establecieron cupos reservados para la población indígena del país. Sin embargo, la activista estudiantil considera que aún no se ha avanzado del todo, desde su postura comenta que “la población con discapacidad se quedó subrepresentada, las personas afrodescendientes nunca tuvieron escaños reservados; ese es un tema del cual debemos hacernos cargo”.

Entre divisiones y pasos disidentes

Respecto al feminismo, el escenario electoral contó con numerosas candidaturas que tenían como principal enfoque la lucha de género. Para Schneider, en su análisis, esa gran cantidad fue un problema en el momento de la representatividad. “El feminismo en la elección muestra una falencia, ya que luego del 8 de marzo del 2019 veníamos en un proceso de fragmentación. En el caso del Distrito 10, las candidaturas del movimiento social feminista sacamos buenas votaciones pero nos presentamos divididas”.

“Yo creo que esto sucede no porque el feminismo debe tener una posición única, sino por cómo procesamos, como movimiento, la necesidad de nuestra representación en los espacios institucionales. Esto, sin obviar nuestras diferencias, pero también siendo capaces de generar un diálogo mayor para que no ocurra más esto”, explica la militante de Comunes.

Históricamente, Emilia Schneider ha sido una de las activistas trans más importantes del país. Su trayectoria universitaria y su carrera política ligada al Frente Amplio la ha convertido en una figura de gran relevancia en el escenario actual. Su candidatura se enmarcó, entre tantas virtudes, como una de las representantes trans que podían redactar la nueva carta magna chilena. No obstante, ninguna de ellas logró entrar en el proceso constituyente.

A pesar del resultado, valora que las candidaturas no hayan sido testimoniales, es decir, que sirvieran únicamente para “hacer un check”, sino que destaca que fueron “candidaturas competitivas”. Y eso es un paso adelante para la comunidad disidente.

La búsqueda de la representación

De 155 constituyentes electos, seis personas LGBTQI+ lograron escaños en la Convención. Jennifer Mella (D5), Valentina Miranda (D8), Javier Fuschlocher (D21), Pedro Muñoz (D24), Gaspar Domínguez (D26) y Tomás Laibe (D27) presentaron entre sus ejes programáticos la lucha por la diversidad sexual.

Sin embargo, las candidaturas trans no lograron la representación directa en el proceso. Emilia Schneider y Constanza Valdés, de los distritos 10 y 7 respectivamente, obtuvieron una votación muy alta. Pero eso no les aseguró sus escaños.

Frente a este escenario, Schneider considera que será necesario buscar intermediarios en la Convención Constitucional. “Me refiero a buscar constituyentes electas y electos que tengan afinidad y quieran abrir un espacio para la población trans. No para mí, no para las candidatas, sino para todas las organizaciones, activistas y quienes representan una voz desde nuestra comunidad”.

Respecto a ello, confiesa que ha conversado con algunas constituyentes de la comunidad LGBTQI+ y tras esos encuentros, está optimista con esas representaciones. “Me quedo tranquila, porque creo que nuestra comunidad tiene voces fuertes en este proceso”.

Sin embargo, la estudiante de Derecho de la Universidad Católica hace hincapié en un punto importante, y que también otras figuras políticas han propuesto: ampliar la redacción de la nueva Constitución a toda la población. “Como comunidad de las disidencias sexuales debemos ser capaces de articularnos para aprovechar los espacios participativos que se deben dar. El proceso constituyente no puede ser solamente las 155 personas electas, sino que tiene que haber espacios ciudadanos participativos abiertos y es momento de cumplir ese compromiso”, afirma.

En ese sentido, estima que existe una posibilidad para estar en la palestra, aunque es honesta al reconocer que lamenta que la población trans no sea parte del proceso con escaños directos. “Hay una carga histórica porque siempre ha habido una tendencia a invisibilizar o postergar la lucha trans. Así ciertas identidades son postergadas y es esencial escuchar sus dolores y hacernos cargo de verdad de sus problemáticas”.

Un reglamento contra discursos de odio

No obstante, antes de debatir sobre los temas que se redactarán, la primera tarea de la Convención será elaborar un reglamento que definirá la organización y funcionamiento del órgano en completo. Organizaciones, partidos políticos y conglomerados han presentado propuestas para definir las reglas del juego. Emilia Schneider, al respecto, considera que es clave que exista una institucionalidad que vele por la violencia de género, la discriminación y los discursos de odio. “Esto es algo de lo que hay que hacerse cargo en la Convención y tenerlo definido, antes que algo así ocurra, porque se debe tener una política preparada”, opina.

Además, la expresidenta de la FECH considera que en la presidencia de la Convención debe haber una mujer, y en ese sentido, espera que sea una mujer feminista. “Para que esto funcione de manera feminista o con un enfoque de género, es importante que se articule una bancada o una articulación ampliada, de independientes y militantes, que tengan un compromiso por el movimiento”.

Esto, la excandidata lo justifica para que así se pueda contar con una base transversal para defender los intereses del movimiento feminista y demandas que son mayoritarias, y velar para que no haya violencia en los espacios, para que se visibilicen los temas. “De esta manera, entregar voces a esos grupos que no han sido escuchados pero que son parte de este nuevo Chile (…) como por ejemplo, la población trans”, afirma.

Pero, la elección de constituyentes no fue la única papeleta que las chilenas y chilenos tuvieron que votar. En la instancia también se definieron a las nuevas autoridades municipales y en ese escena, las mujeres -feministas- dieron una sorpresa que remeció el contexto político. En comunas emblemáticas como Ñuñoa, Santiago, Viña del Mar y Valdivia, las mujeres de izquierda, se impusieron frente a partidos tradicionales que llevaban años en el sillón presidencial.

Frente a ese escenario, Emilia Schneider se siente optimista. Y es que la joven activista, a pesar de su intensa trayectoria política, tiene grandes esperanzas en los proyectos transformadores, y desde esa posición, busca soluciones donde algunos verían dificultades. “Estos municipios han declarado públicamente que la visión feminista es importante al construir ciudades y viene el momento no tan solo de exigirlo, si no que de ponerse a disposición para trabajar”, comenta.

Y ese trabajo viene desde hace mucho tiempo. Emilia Schneider, en calidad de candidata a constituyente, estableció un compromiso que fue firmado por concejales y alcaldesas. Dentro de los puntos a institucionalizar, la activista mencionó que la educación es una problemática de primera necesidad y en ese sentido, en ese pacto “se busca que los colegios dejen de estar separados por género, que exista educación sexual integral, que se establezcan cambios transversales en materia de género y diversidad, que se eduque en derechos sexuales y reproductivo, y que como marco, se utilice un lenguaje inclusivo neutro”, explica la política.

Para la Municipalidad de Santiago eso podría ser una realidad. Irací Hassler, alcaldesa electa, planea concretar una propuesta con enfoque de género, y en ella, elaborar instancias participativas para la población LGBTIQ+, implementar un plan de educación sexual integral y fortalecer la prevención de la violencia de género.

El futuro de Emilia

A un mes de las elecciones, Emilia Schneider no ha definido su futuro político. No descarta nada, pero considera que es muy pronto para tomar una decisión. Sin embargo, con su optimismo y entereza que la caracterizan, confiesa que está a disposición de lo que venga.

Yo voy a estar donde se me necesite, pero no tengo ansiedad electoral. Lo que sí, me gustaría aportar de donde sea para avanzar por la comunidad LGBTIQ+. Porque más allá de que seguiré en política, siento una responsabilidad, porque esto ha repercutido en muchas personas trans que creen en lo que yo represento». 

Y respecto a sus estudios, explica que esa es su prioridad. Sacar su carrera, titularse como abogada y trabajar. Desde ese sentido, reconoce que entrar en las dirigencias políticas y sociales como mujer trans, ha sido mucho más fácil en comparación a gran parte de la comunidad. “Mi historia es bien anómala porque los principales problemas de la comunidad trans son la falta de educación y el problema para acceder a oportunidades. Y a mí me tocó ser dirigente estudiantil universitaria”.

Sin embargo, tras enfrentarse a una elección fuera de la universidad, entre cuestionamientos, violencia y discriminación, Emilia Shneider dice como mujer trans en la papeleta: “Nunca he estado en una posición electoral privilegiada”.

 

COMMENTS