Kena Lorenzini, concejala de Ñuñoa: «Una comuna debe estar siempre en alerta feminista»

Kena Lorenzini, concejala de Ñuñoa: «Una comuna debe estar siempre en alerta feminista»

Por Daniel Meza Riquelme

En 1980 Kena Lorenzini (62) se volcó a las calles para fotografiar la violencia cotidiana perpetrada por la dictadura, tres años después se declaró feminista. Su trabajo y activismo siempre se ha centrado en denunciar las violencias que vulneran los derechos humanos. En la actualidad milita en Revolución Democrática y se encuentra convencida que es posible cambiar el sistema desde las instituciones. Esto la motivó a postular a un cupo en el  gobierno comunal de Ñuñoa, logrando con 4.413 votos, ser la tercera mayoría en la elección de concejalas. Hoy, la concejala Lorenzini está abocada a implementar un municipalismo feminista.

Lorenzini, fotógrafa y psicóloga de profesión, comienza la entrevista precisando el marco histórico en que  emergió la legitimidad de los feminismos para tomar las instituciones: “Mira, la única revolución que triunfó en el siglo XX fue la feminista, todas la demás fracasaron. Por eso el siglo XXI, es la era de las mujeres”. Desde ahí, aclara, que prefiere hablar de comunas feministas y no de ciudades, dado que desde las unidades territoriales emerge el trabajo directo con las comunidades.

“Hoy, nosotras estamos listas y preparadas para querer y desear poder. El feminismo es un paragua, al centro está la defensa de las mujeres y niñas para asegurarles una vida libre de violencia. Ahora estamos educando a las niñas, en especial a nuestras hijas, en la necesidad que tenemos de desear el poder, porque si no lo hacemos quedamos afuera. El poder no corrompe, los corruptos son quienes se corrompen. Ahora las mujeres tenemos poder y debemos aspirar a tener más, debemos ocupar espacios de poder. Porque nos toca hacernos cargo de los problemas que tiene el mundo”, manifiesta Lorenzini.

En 2018 la Organización Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos proclamó la importancia de avanzar en urbes más democráticas y libres de estereotipos. El objetivo es cambiar la manera en que se toman las decisiones y así avanzar hacia una economía centrada en la sostenibilidad de la vida, donde los trabajos de cuidados sean reconocidos. Esta defensa y amplificación de la diversidad de voces locales, “para no dejar a nadie atrás”, fue definida como municipalismo feminista.

 

“En una comuna feminista se debe tener la conciencia de que quienes más habitamos y usamos la ciudad, somos las mujeres. Esto se da porque utilizamos todos los servicios públicos,  las que más hacemos trámites y utilizamos los hospitales. Nosotras somos las que más necesitamos que los espacios públicos se encuentren bien iluminados,  quienes necesitamos ayuda al momento de sufrir violencia. Necesitamos de la implementación de espacios rápidos de ayuda en caso de que una mujer sienta que la están acosando. Una comuna feminista debe estar en alerta feminista permanentemente, eso quiere decir facilitarle las cosas a las mujeres que hacemos tantas cosas en la ciudad”, dice la fotógrafa.

Lorenzini remarca que las feministas en espacios institucionales tienen como principal objetivo “acompañar e integrar a las excluidas y excluidos” para mejorar sus condiciones de vida y hacerlos partícipes en la toma de decisiones. Como ejemplo, expone el mecanismo orgánico que ha implementado para su cargo, que ella cataloga como concejalía feminista comunitaria.

Para avanzar hacia un efectivo municipalismo feminista en las instituciones, expone Lorenzini, deben existir unos mínimos: el feminismo como eje transversal a todo el quehacer de las municipalidades. Esto requiere capacitaciones para que las y los funcionarios comprendan las diferencias entre género y sexo, y así cuenten con herramientas para atender sin sexismo ni discriminación a la comunidad.

 

«Es fundamental una participación real y no nominativa. Mi concejalía es participativa porque actualmente existe una asamblea feminista vinculante (participan 20 personas) que son corresponsables de mi gestión (…) estas mujeres ñuñoínas tienen injerencia directa en las decisiones del municipio. Lo que ellas me dicen, es palabra vinculante, no es legal, pero para mí es un espacio legítimo. Esto ya se ha hecho, es una experiencia que viene de Brasil con la diputada Áurea Carolina. Las mujeres estamos en las instituciones no por ego, sino para integrar a otras y otros. Lo importante es tener poder para hacer y para eso se debe incluir a otras personas. Además, una no lo puede abarcar todo y se necesitan más ojos que vean», complementa la concejala.

 

En su opinión, los liderazgos feministas de vocación colectiva y democrática son importantes para evitar que ciertas personas se perpetúen en espacios de poder. Este tipo de organización del trabajo político, cree, es una enseñanza y aporte hacia las organizaciones sociales tradicionales. Sin embargo, aclara, que las feministas nunca dejan de dialogar para aprender de otros grupos.

Advierte que en cualquier espacio siempre existen posibilidades que emerjan individualismos que traben la construcción colectiva. “Igual van a haber egos feministas que caigan en tentación, yo no voy a decir que todas las mujeres son impolutas. Pero las mujeres feministas de verdad, cumplirán con los principios que rigen al feminismo, entre ellos la democratización de los espacios… Es que hay algunas que les ha costado tanto llegar a espacios de poder, que cuando lo consiguen, lo que quieren, son clones. Han pensado durante tantos años en las iniciativas que quieren implementar que pueden llegar a ser autoritarias, queriendo que se haga lo que ellas quieren y no aceptando muchas críticas”, profundiza Lorenzini.

Las miradas que envejecen

La segunda prioridad de la concejalía de Lorenzini es el cuidado de las personas de la llamada tercera edad. Cada día, en los últimos 37 años, cuenta, ha observado como varias propiedades de Ñuñoa y sus jardines se deterioran, es la pobreza invisible que viven las personas mayores que no pueden costear la mantención de sus viviendas.

“En la cáscara (fachada) se pueden ver casas bonitas del sector oriente que han comenzado a deteriorarse, pero adentro hay un montón de mujeres que deben cuidar a sus maridos enfermos. Hijos que mantienen a esas personas mayores como pueden. Hay que partir por mejorar la vida de quienes están más mal”, complementa la concejala.

Kena Lorenzini actualmente preside la comisión municipal de Mujer y Equidad de Género. Dos elementos limitan su actuar. Un concejal no puede proponer proyectos que signifiquen un aumento del gasto municipal. Y a esto se suma la coyuntura, el Ministerio de la Mujer no ha estado, a su parecer, a la altura de los desafíos.

Otro eje fundamental es memoria y derechos humanos: “Los derechos humanos son dinámicos, hay que estar todo el tiempo en revisión porque además aparecen nuevos”. Parte de su equipo, expone, se encuentra elaborando una ruta de memoria de las víctimas de la dictadura, junto con realizar un catastro de posibles vecinos que se encuentren presos a raíz del estallido social: “Estamos viendo cuántas o cuántos son para ver como los podemos apoyar y visibilizar, tendrán toda la ayuda de mi concejalía”.

«Es vital cambiar el nombre de las calles de ciertos personajes genocidas para renombrarlas con personas, ojalá mujeres, que hayan tenido alguna relevancia y hayan nacido aquí. Siempre pienso en cambiar en nombre de las calles Hernán Cortés y Pedro de Valdivia, reivindicando a personas que pasaron por Ñuñoa como Elena Caffarena y Amanda Labarca», profundiza respecto a la hoja de ruta programática de su concejalía.

Antes de cerrar la entrevista se refiere a la carta presidencial de Apruebo Dignidad: Gabriel Boric. Postula que Lorena Fries (ex subsecretaria de Derechos Humanos y actual directora ejecutiva de Corporación Humanas) fue y será fundamental en la campaña del diputado, ya que le aporta claridades políticas, al mismo tiempo que la dupla proyecta un tipo de liderazgo colectivo. La concejala cree y remarca que Boric, a diferencia de otras candidaturas, tiene el “feminismo internalizado todo el tiempo en su disco duro. Él no se equivocó nunca durante la campaña al hablar de estos temas”.

“Las mujeres siempre hemos estado en todas las causas: en la denuncia por violación de los derechos humanos, en la defensa del medio ambiente, en las ollas comunes, en la defensa de la vejez, entre otras. Pero no todos los movimientos han estado con las mujeres, recién con el aborto en tres causales otros actores nos reconocieron como actoras fundamentales”, reflexiona a modo de conclusión la concejala Kena Lorenzini. Ahora, cree, es el tiempo de consolidar la revolución de las mujeres a través de los espacios institucionales para que así nunca más ninguna sea excluida.

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