Lorena Astudillo de la Red: “Me gustaría decirle a Sebastián Piñera que las feministas estamos en alerta»

Lorena Astudillo de la Red: “Me gustaría decirle a Sebastián Piñera que las feministas estamos en alerta»

Por Catalina Arenas

Sin auspicios ni jerarquías, la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres es una articulación de colectivas de mujeres y feministas que, de manera independiente, suma esfuerzos y trabaja para erradicar la violencia hacia mujeres y niñas, mediante foros de formación, campañas de difusión y proyectos de investigación. Entre sus filas estála abogada e investigadora feminista, Lorena Astudillo, quien en esta entrevista comparte su balance y reflexiones respecto al avance de la “Agenda Mujer”, como parte del programa de gobierno de Sebastián Piñera en su segundo administración presidencial.

La ex agenda de género que, por motivos de la contingencia, cambió su nombre a Agenda Mujer fue anunciada nuevamente por gobierno este 8 de marzo como una demostración de principios. Todo, en sintonía con frases como “las causas feministas están asumidas por este mandato” o que las mujeres “tienen todo el derecho a protestar”; una de las frases que Sebastián Piñera ha verbalizado en respuesta al creciente movimiento feminista de chilenas. Estas declaraciones han sido celebradas por el oficialismo, asegurando que este ha sido uno de los gobiernos más feministas del último tiempo, por tener un pool de medidas ‘pro mujer’ que tiene dos objetivos principales: terminar con todas las violencias y discriminaciones contra las mujeres y alcanzar la plenitud de derechos, deberes y dignidad al igual que los hombres chilenos. ¿Cuán cerca se estáde esos fines con la actual agenda?

Medidas reactivas para prevenir consecuencias fatales

Respecto al detalle de la Agenda Mujer, una de las medidas que enciende el análisis es la creación de una Unidad de Seguimiento de Medidas Cautelares para las mujeres víctimas de violencia. Un núcleo pensado para cuidar la integridad de quienes denuncian, una vez que las mujeres hayan iniciado las querellas correspondientes. También se implementará un Registro Único de Violencia por hechos ocurridos en el ámbito intrafamiliar, una acción que ya estaba pendiente del segundo gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet, y que le proporcionará información en línea a diferentes órganos del Estado. “A mí me parece que este registro se entiende como una necesidad, pero no está fácil la implementación porque aún no tenemos una legislación que determine qué es la violencia extrema hacia las mujeres”, comenta la vocera de la Red, Lorena Astudillo.

Para la abogada lo medular es unificar un criterio y validar una definición de la violencia hacia las mujeres, que se comete en el ámbito privado o público. Esto para que Carabineros, la Policía de Investigaciones, trabajadores sociales y médicos tengan un piso de conocimiento sobre las implicancias de este problema social. “Ni legislativa ni institucionalmente el concepto está creado. El Estado chileno no lo reconoce bajo ningún punto de vista, sino que solo lo hace como violencia intrafamiliar”, explica Astudillo y comenta que “actualmente existe un registro de agresores de violencia intrafamiliar. Sin embargo, se le ofrece a los agresores una serie de alternativas a cumplir para no entrar en él”.

En este mismo sentido, además del Registro se incorporará el Monitoreo Telemático que, de acuerdo con la propia descripción que hizo el Presidente Piñera, consiste en la instalación de un brazalete tanto en hombres que tengan prohibido acercarse a una mujer como en la propia víctima para evitar el encuentro. “Supimos que en España los brazaletes no han dado el efecto que querían lograr, no dieron con los resultados”, señala la abogada y explica que se debe a las fallas técnicas que pueden ocurrir con la tecnología. Más aún, Lorena Astudillo plantea la gravedad que significa que, en un país libre y democrático, los esfuerzos estén centrados en mantener completamente vigilados a una mujer y a un hombre para tratar de que ese hombre no la mate.

“Con ese brazalete se genera una revictimización y una estigmatización porque no pasa desapercibido. Para poner a la mujer a resguardo la están marcando y, quizás con eso, salven su vida. Lo que nosotras queremos evitar es que las mujeres tengan miedo de que las maten”, sostiene la vocera de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.

Con todo lo anterior, la actual administración de Sebastián Piñera espera avanzar en el proyecto de ley sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que presentó Michelle Bachelet en 2017, aunque no detalla en profundidad sobre las principales competencias a desarrollar ni estrategias a seguir. La principal crítica que hace Lorena Astudillo es que “todas las soluciones se basan en lo penal al buscar el endurecimiento de las penas y no en lo preventivo”. Según la abogada feminista, focalizar un programa en lo provisorio, requiere dinero y recursos que en lo penal ya existen, existe una institucionalidad que castiga a los maltratadores y agresores. “Poner esfuerzos en políticas públicas preventivas que eduquen y cambien el sexismo, rompe con los esquemas de libre mercado que tenemos hoy en día, pero que a este gobierno le interesa mantener”, argumenta Lorena Astudillo.

Capacitación de funcionarios públicos en manos feministas

Una de las recomendaciones del Comité de la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación en contra de la Mujer (CEDAW) a Chile en 2018 que más hizo sentido en esta conversación, es que el Estado “mejore la capacitación de los policías y los trabajadores sociales en el plano municipal respecto a procedimientos en los que se tenga en cuenta el género de las víctimas de violencia extrema y además investigue, enjuicie y sancione adecuadamente a los autores”.

Frente a las preocupaciones  del Comité CEDAW, la vocera de la Red considera que la capacitación debería estar a cargo de los distintos grupos feministas de la sociedad civil. “Acá se aplican procedimientos sin que muchos abogados, e incluso jueces, conozcan la Convención Belem do Pará que es ley en Chile, por ejemplo; lo que hacemos aquí es ponerle el sello de violencia intrafamiliar”, sostiene.

En cuanto a si Chile firmará o no el Protocolo Facultativo de la CEDAW, mecanismo para la presentación de denuncias e investigación, es un misterio que todavía se está analizando. Por lo pronto, la abogada Lorena Astudillo dice que “si las mujeres somos personas ¿por qué todavía tienen que existir instituciones que nos reconozcan y velen por nosotras?”

“Para nosotras sí sería positivo entender que el Estado de Chile está siendo observado y puede ser incluso cuestionado a nivel internacional si no cumple con normas mínimas que deben tener los estados. En cambio, si no se firma, a mí me parecería grave porque nos demuestra la disposición que tiene el Estado con nosotras”, advierte.

Gobierno con visión familista de las mujeres

El primer eje temático del movimiento feminista que caminó hacia la huelga este 8 de marzo estuvo dedicado a denunciar la violencia machista. Esta era una de las diez demandas centrales que impulsaron las mujeres y que exigía el fin a la violencia económica y política sobre las mujeres y comunidades, la prevención y eliminación de la violencia machista en servicios sociales y trabajo, despatriarcalizar el sistema judicial y la desmilitarización del Wallmapu.

En contraste, el Presidente Piñera afirmó que “es un error cuando algunos tratan de instrumentalizar la noble causa de la igualdad plena de derechos y deberes entre hombres y mujeres para otros propósitos”. Ante estas declaraciones, Lorena Astudillo recordó las movilizaciones de 2018: “Se hacen las tomas universitarias y sale Sebastián Piñera muy oportunista a dar a conocer su Agenda Mujer, que no responde a la principal demanda que es la educación no sexista”. La “agenda” sería una estrategia política que se explica porque el discurso feminista representa a las mujeres. “Les hace mucho más sentido que cualquier otra ideología que le hayan venido a plantear los partidos políticos”, discute.

Para Lorena Astudillo el gobierno actual tiene una visión familista de las mujeres, con un estereotipo heterocisgénero y muy mariano que valora a las mujeres y niñas, principalmente, por ser madres e hijas. De esta manera critica al Presidente de Chile y su administración. “Me gustaría decirle a Sebastián Piñera que no sea patudo, o sea, que haga su trabajo que pasa por empezar a formarse y entender lo que es el problema de fondo, porque él es tremendamente misógino, y también decirle que las feministas estamos alerta”, concluye la investigadora y autora del libro ‘Violencia extrema hacia las mujeres en Chile (2010-2012)’.

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