Migraciones y Derechos Humanos en América Latina y el Caribe

Fuente PIDHDD

Se cuentan por millones las personas que se desplazan dentro de su país o encuentran refugio en otros por causa de los conflictos armados o la violencia en el suyo propio. Es todavía más numerosa y crece día por día la población que cambia de residencia por razones económicas o por los llamados desastres naturales. El informe Migraciones y Derechos Humanos es un instrumento para el relacionamiento con las organizaciones de migrantes, y un punto de partida para la definición de acciones. Enfatiza que migrar no es una opción espontánea de las personas. Hay fuerzas poderosas que las empujan a hacerlo. Acaso la principal sea el momento que vive el capitalismo.

Eric Hobsbawm, en su monumental Historia del siglo XX, señala que una tendencia propia de los años finales de este siglo es la extraordinaria movilidad de la población a escala mundial, que ha repercutido en profundidad en la economía, la cultura y la política tanto de los países que presentan este fenómeno internamente, como en los de origen, los de tránsito y los de destino. Se cuentan por millones las personas que se desplazan dentro de su país o encuentran refugio en otros por causa de los conflictos armados o la violencia en el suyo propio. Es todavía más numerosa y crece día por día la población que cambia de residencia por razones económicas o por los llamados desastres naturales, que como ya es de sentido común no son tan naturales como se dice en la medida en que la naturaleza no tendría impactos tan destructores si no existieran relaciones sociales que aumentan la vulnerabilidad propia de los seres humanos.

El informe Migraciones y Derechos Humanos de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD), actualiza un compromiso y retoma el camino emprendido por la plataforma a comienzos de esta década. Entendiéndolo como un instrumento para el relacionamiento con las organizaciones de migrantes, como un punto de partida para la definición acciones, una marcha que va a ser larga y fructífera.

El Informe enfatiza que migrar no es una opción espontánea de las personas. Hay fuerzas poderosas que las empujan a hacerlo. Acaso la principal sea el momento que vive el capitalismo. Como sostiene David Harvey, se reedita en nuestro tiempo la dinámica de la acumulación por desposesión. Las corporaciones transnacionales se lanzan por todo el planeta a apropiarse de los bienes comunes, los bienes públicos, la propiedad de las comunidades campesinas e indígenas. El despojo recurre a la violencia física de actores armados -estatales y no estatales, en guerras declaradas o conflictos de baja intensidad— pero también a los recursos legales e ideológicos, todo para establecer explotaciones mineras o la llamada agricultura de plantación -eucalipto, soya, caña de azúcar, palma aceitera, entre otros- o sencillamente para asegurar el control de las fuentes de materias primas. En el tiempo de Tomás Moro, las ovejas reemplazaban a los campesinos; ahora, se sustituye la producción de alimentos por la de combustible para las máquinas. Los migrantes son, en principio, víctimas del desarrollo de nuestros días.

Este Informe muestra cómo el aporte del trabajo de los migrantes es clave para las economías de los países de destino, pues ellos se ubican en labores que no son aceptables para sus nacionales, pero además con salarios y prestaciones que no son aceptados tampoco por estos, de niveles irrisorios, que no obstante se imponen por la circunstancia de la ilegalidad de los trabajadores que las desarrollan. Así, países como Estados Unidos requieren de su trabajo y a sus empresarios les conviene que sea ilegal y no regulado pues les abarata los costos salariales. De lo que resulta que los migrantes no solo son víctimas del despojo: son igualmente víctimas de la sobreexplotación del trabajo.

El Informe destaca que no hay correspondencia entre la contribución de los migrantes y la preocupación de las autoridades para asegurar sus derechos. Ha habido desarrollos legales significativos, pero falta la voluntad política para hacerlos realidad. No existen la preocupación, ni los dispositivos institucionales para este efecto. De los migrantes sólo interesan sus remesas. Cabe recordar aquí una copla campesina de Colombia: Yo me río de los que dicen / que pa’todos hay derechos, / pues no es justo que al que pila / sólo le toque el afrecho.

MIGRACIONES Y DERECHOS HUMANOS
Primer Informe para la Consulta Permanente sobre Migraciones y Derechos Humanos en América Latina y el Caribe

Contenido:

Presentación
Capítulo I
Migraciones en América Latina y El Caribe: Magnitud, volumen y tendencias
Capítulo II
Impactos socioeconómicos en las dinámicas de las migraciones
Capítulo III
Legislación internacional y Leyes internas en materia de migración
Capítulo IV
Contexto político de las migraciones
Referencias bibliográficas

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