Por Observatorio de Género y Equidad
Mujer por la Vida, alcaldesa y después intendenta en tu tan querida Punta Arenas, fuiste valiente, generosa y sabia. Cuánto aportaste en los momentos más difíciles a ese esfuerzo colectivo de mostrar que nada podía separarnos cuando se trataba de terminar con la cultura de la muerte y restaurar la democracia. Cuánto nos animaste, con esa mezcla tuya, esa manera de ser, de comunicarte, de trasmitir, en la que lo tibio y cariñoso se entremezclaba con lo enérgico y lo peleador, con ese agudo sentido del humor y con tanta sencillez. Mantuviste el compromiso con las mujeres en todos los espacios que ocupaste, fuiste solidaria, hermana, modelo confiable para tantas mujeres comprometidas en la política y el servicio público. Fuiste la palabra justa, mesurada y certera, con la fuerza de la convicción y la seguridad en la lucha. Una parte tuya, poderosa, valerosa, generosa, que nos acompañó, nos acompañará siempre.
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Después de haber peleado tanto a la vida, nos dejas una manera de ser, una forma de pararte frente al mundo y de militar por ideales políticos.
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