Pachara Poonsawat: «Hay que manifestarse porque a las mujeres las están matando”

“No hay igualdad en Tailandia. Allá es algo común y el gobierno no hace nada. Pero lo que es peor, ninguna mujer siente la necesidad de que hagan algo»

 

Por Sebastián Gárate

Es cantante profesional. Tiene 28 años. Vive en Santiago hace diez. Es oriunda de Tailandia. Y se hizo conocida en Chile por su participación en las segundas temporadas de los programas de Canal 13 MasterChef y The Voice, donde cautivó a los televidentes con su carisma y personalidad desbordante.

Pero la suerte no la acompañó. A pesar de ser una de las favoritas del público, Pachara Poonsawat no ganó ninguna competencia. Recuerda su estadía en ambos programas como experiencias enriquecedoras en su camino y dice no arrepentirse de haber concursado en ellos. Actualmente dejó la televisión por un tiempo para dedicarse exclusivamente a su carrera artística, lo que viene de la mano con un nuevo disco: “Veintinueve», producción que la tendría muy contenta sobre todo por una canción que no deja indiferente.

El pasado 27 de octubre lanzó el videoclip de “Amor Violento”, un trabajo realizado en conjunto con el productor Arturo Medina, ganador de un Grammy Latino, que aborda el machismo y la violencia contras las mujeres en la relación de pareja. “En este trabajo van a poder sentir el empoderamiento femenino y el resguardo de los derechos de las mujeres”.

Si bien no es una canción de su autoría, si la escogió para ser parte de su disco y escribió las frases que aparecen al comienzo del videoclip: “A veces me pregunto, qué es la igualdad de género. Si mi cuerpo siempre será más débil. Yo quiero escapar. Pero soy invisible aquí. Nadie piensa que realmente necesito ayuda”.

Para Pachara Poonsawat, la igualdad de género entre mujeres y hombres significa tener los mismos derechos y el sentirse valorados de la igual forma. Ella, al interpretar la canción, intenta ponerse en los zapatos de las mujeres que se sienten reprimidas por la violencia de sus parejas, que no toman conciencia del peligro que viven diariamente, en un entorno adverso y machista.

“Me imagino que debe ser difícil salir de ahí. Siempre leo comentarios que dicen ‘Oye, las mujeres quieren estar con gente que las golpee. A ellas le gusta ese tipo de hombres’. Y me afecta mucho. La gente no tiene derecho a decir eso. Sobre todo de una persona que sobrevive a la violencia. Con ‘Yo quiero escapar’ me refería a esa realidad, la que finalmente me motivó para escoger la canción”.

La cantante cree que el rol de los artistas es clave a la hora de entregar este tipo de mensajes. Para ella, quienes se dedican a expresarse a través del arte tienen una labor social. “El arte está para entretener pero, al menos para mí, también es importante que el arte te lleve a otro mundo, a pensar, a analizar situaciones. A entender lo que está en el interior de cada ser humano; ya sea amor, problemas de nuestro entorno, realidades. Más allá de la diversión, la misión de un artista es hacer que la gente mire a su alrededor y se dé cuenta de lo que está pasando. Hay que manifestarse porque a las mujeres las están matando”.

Herencia machista

La ex participante de The Voice comenta que en su país natal el machismo no es cuestionado. Las mujeres están discriminadas, sometidas y piensan que es normal. Para ellas, la violencia de género no es un tema que les preocupe. “No hay igualdad en Tailandia. Allá es algo común y el gobierno no hace nada. Pero lo que es peor, ninguna mujer siente la necesidad de que hagan algo. Eso gatilló mi interés por este tipo de temáticas, porque nací en un entorno donde la mujer se siente inferior al hombre”.

Pachara Poonsawat asegura que ella era una persona machista, pero que no se daba cuenta. Su mamá le enseñaba  que las mujeres tienen que despertar antes que el hombre y dormirse después. Y cuando llegó a Chile, venía con esa mentalidad, “jurando” que era lo correcto y sintiéndose orgullosa por ello.

“El hijo mayor es muy valorado en mi país, es el más importante, aunque existan tres hijas antes. Todas quieren hijos varones. Es súper complicado. Mi papá tuvo puras mujeres. Yo creo que igual fue una decepción para él, por eso a mi me crió como a un hombre. Yo desde chica disparaba armas y mi nombre, en tailandés, es masculino más que femenino. A mí me lo ha dicho: él quería hombre, pero igual me ama mucho”.

Cuando llegó a nuestro país de intercambio, Pachara Poonsawat se puso de novia con un chileno con el que vivió durante 7 años. Jamás existió alguna manifestación de violencia explícita, pero con el paso del tiempo, la cantante siente que debió haber sido más libre de lo que fue. “Él ni siquiera se daba cuenta, porque nació y creció en una familia machista; solo se dedicaba a pasarlo bien. Mi pensamiento: no tenía que hacer nada más, solamente terminar mis estudios porque él era ingeniero e iba a tener mucha plata para mí. Y su entorno, sentía que era algo normal. Por ejemplo, su mamá era dueña de casa y tenía que tener la mesa lista para su marido antes de que este llegara a la casa. Existía el pensamiento de que la mujer no se sentaba en la mesa a la hora de almuerzo hasta que todo el mundo estuviera comiendo”.

Poonsawat en ese entonces pensaba que eso era normal, ya que ella igualmente nació en una familia y sociedad con características similares. Hasta que en un momento se dio cuenta que el problema era mucho más profundo y radicaba en que no era capaz de darse cuenta de lo equivocada que estaba. Se miró y se preguntó si eso era lo que quería para su vida. ¿Iba a ser feliz siendo nadie, estando detrás de un hombre, siendo la esposa de un ingeniero? Y encontró la respuesta: “hubiese sido una mujer frustrada, que nunca cumplió sus sueños de ser artista. Ni pensar en hacer este disco. Es fuerte, una no no se da cuenta. Hay muchas mujeres que viven esa realidad”. Así fue cómo de esta manera y con este pensamiento comenzó a trabajar y a buscar nuevas oportunidades.

En Tailandia lanzar una carrera artística es más difícil para una mujer que para un hombre. Existe violencia de género hasta en el mundo artístico, que ‘supuestamente’ mira la sociedad de forma más liberal. Acá en Chile nunca me han discriminado por ser mujer. Aunque me doy cuenta que los hombres siempre tienen más éxito y se les exige menos que a nosotras”.

Pachara Poonsawat siente que la edad es un factor que se considerar más en la mujer artista que en los hombres. “Los hombres pueden vivir del espectáculo hasta muy viejos, pero a nosotras nos preguntan cuántos años tenemos. Sí estamos muy viejas ‘ay, que lata’, ya no te quieren para hacer un disco. Yo, por ejemplo, quiero ser mamá. Si fuera ingeniera ya tendría un hijo. Pero soy artista. Y al serlo me implica más tiempo, más esfuerzo y mucho más dinero”.

No más violencia

La ex integrante de MásterChef cree que la receta para terminar con el machismo y la violencia de género es que los ingredientes estén en la consciencia de todos. “Debe ser un tema que se hable, que no se detenga y que se siga hablando. La movilización no deben parar. Basta de ese concepto de la ‘feminazi’. El gobierno -que no ha hecho ni bien ni mal, solo ha hecho algo- debe tomar más cartas en el asunto, es importante su gestión para cambiar una sociedad, juegan un rol importante. Tienen que existir más campañas que generen conciencia en la población

Ella asegura que el mensaje en su canción es directo, para que las personas lo escuchen y entiendan. Quiere que con su arte, más de alguien, comprenda que para las mujeres que sobreviven a la violencia no es facil salir de ella si no encuentra un entorno propicio, que reconoce los derechos de las mujeres. Por lo mismo, la sociedad debe cumplir el rol de protección y reconocimiento.

Finalizando, Pachara Poonsawat asegura que la violencia hacia las mujeres en relaciones de pareja no es un problema privado de quiénes la sufren. “Eso quiero decir en mi canción y videoclip. La sociedad tiene una tarea, que es reconocer esta discriminación y esta violencia. Si están vulnerando los derechos de la mujer, ¿por qué callar? La gente no quiere meterse en problemas, pero ¿dónde está la empatía? La violencia hacia nosotras es un problema cultural y social grave”, dice.

 

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