Una conversación necesaria entre mujeres: Trabajo y cuidados en la nueva Constitución

Una conversación necesaria entre mujeres: Trabajo y cuidados en la nueva Constitución

Durante la tarde del 7 de julio y en línea, cerca de cien mujeres de distintas regiones del país y Latinoamérica, se reunieron para presenciar y participar del primer foro del Ciclo Constituyente: “La Constitución en la vida de las mujeres: Trabajo y Cuidados”. La instancia organizada por el Observatorio Género y Equidad (OGE), Nada sin Nosotras, Corporación Humanas y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se enmarca dentro de un ciclo de cuatro Foros Constituyentes que discuten cómo la nueva Constitución afectará la vida de las mujeres.

En esta conversación participaron Aurora Delgado, ex Convencional del Distrito 24; Karen Palma, vicepresidenta de la Mujer y Equidad de la CUT; Angélica Salgado, presidenta del Sindicato de Empresa Cornershop Chile y consejera nacional de la CUT y Paloma Olivares, Coordinadora de la Asociación Yo Cuido, la moderación estuvo a cargo de la coordinadora del OGE.

En la actividad, Aurora Delgado comentó que “todas conocemos perfectamente cuál es estado actual en Chile respecto a la situación de las mujeres en el mercado laboral. Estos estereotipos que hemos tenido que ir deconstruyendo de alguna manera; respecto a cómo ingresamos al mercado laboral, las trabas o barreras existentes en términos de que hay situaciones que no son consideradas en el acceso o ingreso al mercado laboral”.

Así, las mujeres usualmente tienen menos posibilidad de encontrar un trabajo remunerado “y en eso, tenemos lo que es el trabajo doméstico no remunerado, principalmente. En las últimas encuestas, la cantidad de horas que las mujeres destinan al trabajo de cuidado, independientemente de si tienen trabajos remunerados, hablamos de dobles o triples jornadas laborales”, añadió Delgado.

Desde la propuesta de nueva Constitución, se hacen cargo de esta situación principalmente en los artículos 49 y 50, que indican que el Estado reconoce el cuidado como una actividad necesaria y base de la sociedad. Así también, promueve la corresponsabilidad social en el ejercicio del cuidado, sin que esto signifique una desventaja para quien ejerce la labor de cuidado.

“Si bien en este primer momento, reconoce el trabajo doméstico como un trabajo socialmente necesario, hay que darle una valorización. Sostiene la vida, sostiene el desarrollo social… somos la única fuerza económica doble, por ponerlo de una manera un poco más contable”, dijo Angélica Salgado presidenta del Sindicato de Empresa CornerShop Chile. “El Estado está obligado a tener los medios para que este cuidado sea digno”, sentenció.

En este sentido, Salgado comentó que desde el mundo del trabajo creen que con esta nueva Constitución se podrán ampliar los espacios de negociación colectiva, activando más demandas, pues no se toparían con las trabas de inconstitucionalidad ante sus petitorios. “Sabemos que es un proceso un tanto más engorroso de lo que podría parecer, pero sí nos entregará a futuro las herramientas para poder hacer una buena negociación”, reforzó la dirigenta sindical.

En la misma línea, Karen Palma vicepresidenta de la Mujer y Equidad de la CUT expresó que “hoy día estamos en un proceso que es posible que nos cambie la realidad. Múltiples veces hemos estado discutiendo esta diferencia que se trae al nacer: hombres y mujeres. Y creemos necesario resaltar que esa diferencia se puede estrechar con un cambio a la nueva Constitución y con los contenidos que ahí efectivamente se establecen”.

“Al tema de cuidado es necesario ponerle rostro”, añadió. “Acá, detrás, hay mujeres que han tenido que llevar esa carga desde el punto de vista cultural, no sólo de sus hijas, hijos e hijes, sino que también de personas adultas mayores y en situación de discapacidad. Han tenido que postergar, muchas veces, el desarrollo personal y a la vez lidiar con un sistema adverso que las ha tenido sujetas a una condición que hoy creemos que con la nueva Constitución, puede cambiar”, afirmó esperanzada Palma.

Para la representante de la Asociación Yo Cuido, Paloma Olivares, “es muy importante y trascendental pensar que vamos a luchar porque esta propuesta de texto se apruebe y eso nos va a entregar un marco, pero las organizaciones tenemos que seguir impulsando, empujando y luchando para que todo esto se concrete. Para que se creen los proyectos de ley, y sean como nosotras necesitamos. Porque somos finalmente nosotras las que vivimos la exclusión, el no poder compatibilizar el trabajo no remunerado con el remunerado”.

En el foro también se dejó en claro que no todo depende del marco constitucional y legal ante los eventuales proyectos impulsados por el texto propuesto. Como sostuvo Teresa Valdés desde el OGE, “depende fuertemente, no sólo de tener una nueva Constitución, si no que de las organizaciones, lo que ha hecho la CUT, lo que hemos hecho las feministas; que hemos ido empujando este proceso. Por mucho que les pongan fecha a los proyectos de ley, el activismo, la presión nuestra, el trabajo de cabildeo con los parlamentarios, serán fundamentales para que estos proyectos se hagan reales”.

¿Cómo llevar a cabo un Sistema Integral de Cuidados?

En Uruguay, “el Sistema Nacional de Cuidados promueve la implementación de políticas públicas destinadas a atender las necesidades de personas mayores de 65 años en situación de dependencia, niños y niñas de 0 a 3 años, y personas con discapacidad severa.”, según constatan en el Banco de Previsión Social.

Esta iniciativa, activa desde 2015, ha buscado abarcar progresivamente a las personas que necesitan cuidar y ser cuidadas, ya que “apunta a ser una política universal, que avanza gradualmente en el acceso a cuidados de calidad sin importar su condición, ingresos o lugar de residencia”, como señalan en Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay.

Así, cuentan tanto con políticas directamente ligadas al cuidado, como con formación en la materia. Algunos ejemplos de la materialización de esta iniciativa son las licencias por maternidad/paternidad, las casas comunitarias de cuidado, becas de inclusión socioeducativa, residencias de día para personas adultas mayores, asistentes personales y atención especializada de acuerdo a las necesidades específicas de cada grupo.

En Chile, de aprobarse la propuesta de nueva Constitución, estos y otros derechos serán garantizados e implementados paulatinamente, por lo que será necesario y fundamental es el activismo y el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil para la incidencia en la materialización como en los tiempos de promulgación de las leyes y políticas públicas.

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Este ciclo de foros cuenta con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania a través de IFA, programa financiero ZIVIK.

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