Un reglamento feminista para la Convención

Un reglamento feminista para la Convención

Y se acerca el esperado día de instalación de la Convención Constitucional para dar inicio a la elaboración de un nueva Constitución Política para Chile. El próximo día 4 de julio ha sido convocada para iniciar dicha instalación, que será dirigida por una funcionaria civil, la Secretaria Relatora del Tribunal Calificador de Elecciones. Culminará entonces una primera etapa en este proceso político reclamado masivamente en las calles en octubre de 2019, pero que venía siendo exigido desde hace décadas para poner fin a la vigencia de la Constitución de 1980 y su legado autoritario, neoliberal, que ha tenido consecuencias lamentables para el país y la democracia.

El 4 de julio serán investidas e investidos los 155 convencionales constituyentes y deberán ser electas o electos quienes presidan la Convención. En ese momento se iniciará el trabajo de la Convención, con total autonomía de los poderes del Estado actualmente vigentes. La primera tarea será la elaboración de un Reglamento para el funcionamiento de la Convención.

Concordar un Reglamento constituye todo un desafío, puesto que debe asegurar la participación igualitaria de todas y todos los convencionales que, más allá de sus calificaciones académicas, políticas o sociales, representan a sectores importantes de la ciudadanía. Una representación que no se agota en su presencia en la Convención, sino que requiere una actualización permanente a lo largo de todo el trabajo constitucional. Convencionales que se deben a la ciudadanía a lo largo y ancho del país, y que ya demandan participación, transparencia, información para hacer seguimiento a sus representantes. ¿Habrá privilegio a ciertas voces? ¿Habrá conflictos de intereses? ¿Se incorporará a “expertos” ajenos a la Convención? ¿Quiénes redactarán el texto final? 

Más allá de las declaraciones de buena crianza, existen aprensiones de diverso tipo en torno a las formas que adquirirá el trabajo constituyente, muy especialmente, desde las mujeres, tanto desde las organizaciones sociales, como desde las expertas feministas y las propias convencionales, puesto que la Convención no es ajena a la cultura patriarcal que ha hegemonizado la política tradicional, en particular, el trabajo parlamentario, que desconoce la división sexual del trabajo, es decir, la sobrecarga de tareas de cuidado que asumen las mujeres, y que esconde las distintas formas de violencia política que se ejerce sobre ellas. Porque las mujeres logramos la paridad en esta Convención Constitucional, aseguramos el acceso paritario a la tarea de la nueva Constitución, pero ahora es necesario garantizar el ejercicio paritario de la palabra, en condiciones protegidas de cualquier forma de violencia, y en los tiempos y horarios adecuados. A ello apunta la propuesta de Reglamento Feminista, elaborado colectivamente por una amplia articulación de organizaciones sociales, la Articulación Territorial Feminista “Elena Caffarena”, entregada a las convencionales recientemente.

Como Observatorio de Género y Equidad, comprometido con este proceso político tan significativo, recogemos aquí inquietudes y voces de otras instancias y de feministas sobre los contenidos que debe asegurar el Reglamento para garantizar la participación paritaria de las convencionales y la participación activa de la ciudadanía en todo el proceso.  

 

Javiera Ascencio, abogada de Rumbo Colectivo: “Se debe defender la soberanía de la Convención en distintos ámbitos”

Por Macarena Segovia Quinteros

La abogada Javiera Ascencio ha desarrollado distintas propuestas para el funcionamiento y el reglamento de la Convención Constitucional desde la Fundación Rumbo Colectivo. Asegura que antes de las elecciones, la discusión reglamentaria estaba centrada en la posibilidad de un bloqueo desde la derecha, debido a la regla de los 2/3 y la idea de que exista una votación para darle coherencia al texto de la Convención. “La nueva correlación de fuerzas que hoy día existe en la Convención abre la discusión, despeja un poco estos temas y abre la posibilidad y abordar asuntos que son más relevantes o que van a ser relevantes dentro de ella”, destaca. 

Para la Coordinadora General del Proyecto Reglamento para Convención Constitucional en Rumbo Colectivo, el principal foco debe estar en la participación de la ciudadanía o el pueblo, y toda su diversidad: “Tenemos que enfocarnos en cómo hacer que la ciudadanía participe y no sólo la que participa siempre, sino que la que ha estado, justamente, excluida de la toma de decisión. Incluso, no es bueno hablar de ciudadanía, porque se asocia al término constitucional y deja fuera a un montón de otros grupos. Creo que hay que hablar de pueblo y de la diversidad que lo compone y que hoy día tiene una posibilidad cierta de ser parte de esta deliberación, de este proceso deliberativo que está llevando a cabo nuestro país”.

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Lieta Vivaldi, Constanza Montecinos y Vicente Martínez: «El proceso constituyente es mucho más que la elaboración del texto constitucional»

Por Daniel Meza Riquelme

Coinciden y creen imperioso que la experiencia histórica acumulada por los movimientos sociales sea considerada por la Convención. En primer lugar, porque son organizaciones que al estar insertas en los territorios, elaboran información que ayuda a comprender de mejor manera las diferentes sensibilidades de la ciudadanía. Además, ahí residen las diversas agendas que durante años la ciudadanía ha comenzado a levantar. Junto con un elemento, precisan, no menor: la integración del conocimiento situado y así tener las diferentes perspectivas locales de los territorios que componen el país.

“No basta con las voces de las y los expertos”, advierten. Han llegado a la conclusión que los movimientos sociales han alcanzado una madurez tanto programática como organizativa. Constanza Montecinos, explica ese proceso. Las asambleas y los cabildos ya no son espacios donde personas expertas realizan charlas desde conocimientos técnicos, en este caso el derecho, si no que instancias horizontales donde se discuten diferentes temas con conocimientos previos. Un caso claro, expone, es el movimiento feminista. La Articulación Feminista Territorial Elena Caffarena, integrada por más de una decena de organizaciones feministas y que trabajan en derechos humanos, por ejemplo, ya cuentan con una propuesta de reglamento que en los próximos días se comenzará a difundir.

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Verónica Riquelme, investigadora del CEM: “No nos podemos quedar contentas sólo con que la elección haya sido paritaria”

Por María José Hinojosa Cordero

Respecto al reglamento, Verónica Riquelme comenta que “nosotras (las mujeres) estamos en un plano de igualdad, pero el reglamento debe dar las condiciones para que esa igualdad opere. Debe mostrar el camino recorrido”. En ese sentido, el primer principio que presenta el documento “Por un reglamento feminista” propone: “La incorporación del enfoque de género en el trabajo de comisiones y comités. Para garantizar la participación efectiva en condiciones de igualdad de quienes tienen responsabilidad de cuidado, se deberán establecer horarios y jornadas de trabajos compatibles y financiamiento para los traslados”. 

“El tema de los cuidados es muy importante y lo pusimos, tanto en recursos como un tema a considerar en la igualdad de género, porque se debe pensar que muchas y muchos de los 155 convencionales deben tener responsabilidades de cuidados. Lo que debe tenerse en cuenta en el reglamento”, explica.

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